El Papa Francisco exhortó a rezar a la Virgen de Fátima, cuya memoria litúrgica se celebra cada 13 de mayo, y recordó el atentado a San Juan Pablo II que ocurrió en la plaza de San Pedro en 1981.
Al saludar a los fieles de
lengua portuguesa durante la Audiencia General de este miércoles en el patio de
San Dámaso, el Pontífice destacó la fiesta de la Virgen de Fátima y alentó a colocarse con
confianza “bajo su protección maternal,
especialmente cuando encontremos dificultades en nuestra vida de oración”.
Además, al dirigirse a los
fieles de lengua polaca, el Santo Padre recordó que este año se celebra el 40 aniversario del atentado a San Juan Pablo II en la plaza de San Pedro y destacó que “él mismo
subrayó con fuerza que debía su vida a la Señora de Fátima”.
“Este acontecimiento nos hace conscientes de que nuestras vidas, y la
historia del mundo, están en manos de Dios”, añadió el Papa Francisco.
Por ello, el Santo Padre
invitó a confiar “la Iglesia, a nosotros mismos y
al mundo entero” al Corazón Inmaculado de María y a pedir en la oración “por la paz, el fin de la pandemia, el espíritu de
penitencia y por nuestra conversión”.
En esta línea, el Papa
Francisco escribió en mayo de 2020 que “San
Juan Pablo II sufrió como Papa, sufrió el terrible atentado de 1981, ofreció
su propia vida, derramó su sangre por la Iglesia, y nos ha
testimoniado que también en la difícil prueba de la enfermedad, compartida
cotidianamente con el Dios hecho hombre y crucificado por nuestra salvación, se
puede permanecer alegre, se puede ser uno mismo. Se puede uno alegrar en la
certeza del encuentro con Jesús resucitado”.
El atentado de San Juan Pablo
II ocurrió el día de la memoria de la Virgen de Fátima, el 13 de mayo de 1981,
cuando el turco Ali
Agca le disparó al Papa polaco en la plaza de San Pedro del
Vaticano. Un año después del atentado, el Papa viajó al Santuario de Nuestra
Señora de Fátima en Portugal y colocó en la corona de la Virgen la bala que le
extrajeron, en agradecimiento a la Madre de Dios por salvarle la vida.
En una Audiencia General de
2019, el Papa Francisco recordó este acontecimiento que sufrió San Juan Pablo II y citó las palabras del Papa
polaco que dijo: “en todo lo que ha pasado, he
visto una particular protección materna de María”.
Por ello, el Santo Padre
señaló también las palabras de la
Virgen: “He venido a
advertir a la humanidad para que cambie la vida y no entristezca a Dios con los
pecados graves” y añadió la solicitud de Nuestra
Señora de Fátima para que “los hombres recen el
Rosario y hagan penitencia por los pecados”.
“Escuchemos esta
recomendación, pidiendo a María su materna protección, el don de la conversión, el espíritu de penitencia
y la paz para el mundo entero”, exhortó entonces el Papa.
POR MERCEDES DE LA
TORRE | ACI Prensa
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