Buenas
noches Padre:
Somos una
comunidad relativamente grande hispanohablante en Alemania. En (nombre de la
ciudad) tenemos un grupo de oración y sus reflexiones del Evangelio me han
servido mucho para la lectura del mismo en dicho grupo.
Le
escribo porque estamos preocupados por los caminos que está siguiendo la
Iglesia Alemana. El diácono alemán de la parroquia de la ciudad que nos sirve
de guía, traductor, impulsor de actividades de nuestra comunidad en Alemania,
al ver en los chats nuestras conversaciones sobre nuestra preocupación, nos
escribió hace unos pocos días:
"Queridos,
he estado siguiendo esto durante unos días y estoy empezando a preocuparme por
ustedes. Ciertamente ha habido una
disensión entre la Iglesia alemana y el Vaticano sobre la cuestión de la
bendición de las parejas homosexuales durante meses.
Comentario mío, de Fortea: No nos han
dejado de insistir en que había que dejar “hablar” a los miembros de la Iglesia
Alemana. Pero esa libertad es siempre en un sentido. Si afirmas algo fuera de
sus esquemas, te dicen con amabilidad que estoy empezando a preocuparme por ustedes. Esta presión sutil (y
no tan sutil) se ha ejercido durante años.
Pero
todos ustedes saben que en esta época es más difícil distinguir lo que está
bien y lo que está mal.
Comentario mío: Esta frase es de
campeonato. Y como es más difícil, lo mejor es seguir lo que diga el
diácono.
A la
mayoría de los obispos alemanes les preocupa que los homosexuales no sean
excluidos de la iglesia y que también puedan ser acompañados dentro de la
iglesia.
Comentario mío: Ni han sido excluidos
ni han dejado de ser acompañados.
Esto
también incluye una bendición para las parejas.
Comentario: No excluir y no acompañar, no implica lo otro. Has dado
un salto lógico. Así, como quien no quiere la cosa.
El Papa ha
prohibido a la Iglesia alemana bendecir a las parejas homosexuales y lo
justificó señalando que una ceremonia de bendición es ritualmente muy similar a
un matrimonio por la iglesia. Muchos
teólogos alemanes, pero también internacionales, han señalado con razón que no
hay una clara referencia bíblica a la legalidad o ilegalidad de una pareja
homosexual.
Comentario: ¿Lo dices en serio? Me imagino que tampoco hay una
referencia clara contra la gula o la idolatría.
También
leí un artículo muy bonito de un amigo mío, profesor de teología, sobre el
carácter de una bendición: Cada madre bendice a su
hijo cuando sale de casa. Cada padre bendice a su familia. No hay casi
nada en la Iglesia Católica que no esté bendecido.
Comentario:
Podría dar una lista interminable de objetos y “oficios” que nunca se
han bendecido en la Iglesia. Pero no quiero que nadie se ofenda.
Todos
sabemos cómo se bendecían los soldados y las armas antes de una guerra (tal vez
lo sean hoy).
Comentario:
Las armas solo se bendicen si van a ser usadas en una guerra de defensa
contra un atacante. Dígase lo mismo de los soldados. Yo creo, querido diácono,
que te estás equivocando con una escena de La Misión. Pero esa escena, créeme, era una película. La has
visto, sí. Pero era, te lo aseguro, un actor el cura que aparece allí echando
agua bendita a los cañones.
El Propst
(Párroco) (nombre) y yo daríamos a las parejas homosexuales una ceremonia de
bendición en cualquier momento en el futuro.
Y lo mismo se aplica a más del 90% del clero en Alemania.
(...) Veo
que la Iglesia no quiere permitir ninguna irritación, especialmente con
aquellos que tienen un trasfondo más homofóbico, culturalmente o por su
edad. Yo también lo entiendo.
Comentario: Querido diácono, pero no se te ha pasado por la cabeza que
quizá esas personas lo único que hacen es obedecer a la Palabra de Dios.
La
mayoría de los obispos, sacerdotes y diáconos en Alemania probablemente sienten
lo mismo.
No es una preocupación de la Iglesia alemana
no seguir las instrucciones del Vaticano, sino permanecer en diálogo por las
personas que nos han sido confiadas por Dios: las que sufren, las que no tienen
refugio y las que son expulsadas.
Comentario: Después de dialogar con todos y comprender a todos,
podríamos empezar, dentro de unos años, a dialogar con el Vaticano y a intentar
comprenderle.
Estoy
seguro que Iglesia Católica alemana no está comenzando un cisma.
Comentario:
Parece leche, sabe a leche, lo venden en una botella que dice “leche”,
sale de las ubres de la vaca. Pero dices que no es leche.
Por eso
no me gusta el hecho de que este grupo solo --me parece-- reza por la
confundida Iglesia Católica en Alemania.
Más bien, debemos rezar para que la Iglesia en Alemania, en el Vaticano,
en América latina y en todo el mundo siempre participe en un diálogo en
beneficio de las personas a las que tenemos que cuidar"
Comentario:
Ese es el problema que todos los que no piensan igual que ellos son un grupo solo. Después, como
Robespierre, añade: Me parece.
Pues mira, ya te lo digo yo, son millones de alemanes católicos los que no
piensan como tú. Pero la “presión sutil” no ha dejado lugar a la
disconformidad.
Aquí
acaba la carta del diácono y mis comentarios. Yo le aconsejo a la persona que
me envió el email que lea mi libro Manzanas de
Gomorra. Lo puedes descargar gratis aquí:
http://bibliotecaforteniana.blogspot.com/
Tomás
Moro murió mártir por defender la indisolubilidad del matrimonio y el primado
de Pedro. ¿Esas dos verdades eran discutibles en un
grupo parroquial o diocesano? ¿Un sínodo podría haber negado esas dos verdades?
La teología es un orden, una armonía, una estructura, unos elementos que
sostienen la verdad de otros elementos.
Es
curioso, de nuevo, otra división. Y, otra vez, se separan de la Iglesia porque esta sigue la doctrina bíblica.
P. FORTEA
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