Paola es una chica que ha querido crear un canal de YouTube bastante particular, en el que sube videos muy divertidos sobre sus reflexiones espirituales y ademas mensajes para levantar el ánimo.
Todos sus videos están llenos
de sonrisas y ternura. En esta ocasión me he encontrado con uno en el que hace
una reflexión interesantísima sobre el Evangelio de Juan (14,6), te invito a
verlo hasta el final:
¿QUIÉN ES JESÚS?
El Evangelio de Juan se
caracteriza por ser un martirologio, es decir, un recuento de testimonios sobre
la persona de Jesús. Por lo que podríamos decir que el interrogante que marca
el hilo conductor de la obra es la pregunta sobre la identidad de Jesús, ¿quién es Él?
Es por esto que desde el mismo
prólogo encontramos alusiones que responden a este interrogante, pues Jesús es
la Palabra, es la luz, es la verdad, la vida, es el logos, es el Hijo Unigénito
de Dios…
En el capítulo 14, encontramos
un testimonio dicho por el propio Jesús. Dice de sí mismo que es el Camino, la
Verdad y la Vida. Veámoslo sucintamente.
«YO SOY EL CAMINO»
Creería que Paola ha podido
dar en el punto cuando hace su comparación de lo que dice el Evangelio y lo que
nuestra actualidad comprende, el cambio de artículos no es un simple problema gramatical.
Jesús se presenta como el
camino, no «un» camino. Con esta frase hay que remitirse inmediatamente al
complemento: «Nadie va al Padre si no es por
mí».
El Hijo no es un sendero más
de los que desembocan en la cercanía del Padre, como si de un laberinto se
tratase. No, Él se presenta como el único camino que conduce a
Dios, no hay otro.
Por tanto, ante una sociedad
que se considera «guía» de un sinfín de caminos, Jesús se presenta como la vía
majestuosa hacia el padre. La única y absolutamente segura para llegar a Él sin
desviarse hacia otras metas.
«YO SOY LA VERDAD»
En mi concepto esta es la
realidad más distorsionada en la actualidad, la creciente mole de
pseudoverdades es cada vez más aplastante. Siendo así que lo certero se ve
ensombrecido por supuestas verdades que no son más que ilusión.
Jesús
no es una verdad entre muchas, Él es la verdad. Aquella certeza que nunca
falla ni defrauda y apegarse a la verdad es vivir en adhesión con quien nos da
la Palabra y es la Palabra.
La particularidad en Jesús es
que con Él no hay
motivos para dudar, sus actos son testimonio de su autoridad, su
vida es testimonio de quien lo ha enviado y dan razón de Aquel abogado que nos
ha prometido.
A tal punto llega la veracidad
en la persona de Jesús que atrae a miles hacia Él y ninguno puede decir, con
firmeza, que esta relación no le transforma la existencia. Esa es la
consecuencia inmediata del conocimiento de la persona de Jesús.
JESÚS ES LA VIDA
Ante una cultura tan
helenista, hablar de la verdad como aquella razón de existencia no es solamente
decir que se vive por esto o por aquello, sino que implica que sin ese factor
no es posible existir verdaderamente.
Jesús es la razón misma de la
existencia como bien lo testimonia el prólogo de san Juan cuando dice: «Por Él todo fue hecho. Por lo que nada existe sin Él».
Igualmente, miles de ofertas
se nos presentan, montones de ideas, propuestas, ideas… que quieren robarnos
esa esencial vital, pero que finalmente se diluyen y no conllevan a una
existencia firme.
Solo quien es el camino veraz,
puede dar firmeza a la existencia, y brindarnos un propósito: ir hacia el Padre. «Él existe y eso basta», como
diría san Agustín.
Creería que hoy nos hace falta
esa radicalidad que presenta el mismo Evangelio, esa radicalidad que no duda de
la figura de Jesús. ¡Jesús es realmente el camino,
la verdad y la vida!
¿Qué opinas tú?
¡Cuéntanos en los comentarios!
Escrito por Mauricio Montoya
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