¡Estamos a puertas de celebrar Pentecostés! Esta fiesta se reconoce como el segundo domingo más importante del año litúrgico.
En ella, los cristianos
tenemos la oportunidad de vivir con intensidad, la relación que existe entre la
Resurrección de Cristo, su Ascensión y la venida del Espíritu Santo.
Es en la Vigilia de
Pentecostés que los dones y frutos del Espíritu Santo
son otorgados a todos los fieles, por medio de diversas formas y
recursos. ¡Qué emoción!
Pero lo importante es que,
tras recibir estos dones, podamos ser capaces de asimilarlos y hacerlos parte
de nuestras vidas.
Por ello, queremos sugerirte
cinco cosas que puedes hacer para recibir estos dones y hacer que esta fiesta
de Pentecostés sea inolvidable.
1. ABRE TU MENTE Y TU CORAZÓN A LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU
SANTO
En preparación para esta
celebración, permite que el Espíritu Santo obre en ti, rogándole (desde este
momento) que te haga apóstol fiel de Cristo en el mundo.
Intenta renunciar a una visión
corta y estrecha que no te permite ver lo que verdaderamente Dios quiere para
ti y déjate iluminar e instruir humildemente, por la acción del Espíritu Santo.
¡No te arrepentirás!
2. SIRVE A TUS HERMANOS
Los dones del Espíritu Santo
estarán disponibles para todos aquellos que, en oración, busquen recibirlos.
Por ello, aprovecha esta maravillosa oportunidad
para evangelizar a ese hermano alejado de la Iglesia o a esa hermana
que no quiere saber nada sobre la fe.
Estoy segura que si, a través
de tu intervención, ellos deciden darse la oportunidad de vivir el Pentecostés…
¡se llevarán muchas sorpresas en sus corazones!
3. SÉ UN VERDADERO TESTIGO DEL EVANGELIO EN EL
MUNDO
Bueno, esto es algo que como
católicos, debemos tener presentes en todo momento. Pero como preparación para
Pentecostés, busca especialmente vivir el Evangelio preguntándote: ¿Esto lo hubiera hecho Jesús?
¿Qué decisión
hubiera tomado Jesús en esta situación? Te puedo asegurar que así, poniéndonos en los «zapatos»
de Cristo, podremos estar más abiertos a ver con sus ojos.
Y estando en esta sintonía,
comprenderemos mucho mejor los dones que
Dios quiere obsequiarnos.
4. RENUEVA TU ESPERANZA EN DIOS
Por un momento, deja a un lado
tus propios motivos, planes o proyectos y recuerda que tu esperanza está en un
propósito mayor: la vida eterna.
El día a día nos lleva por
muchos rumbos y a veces tendemos a perder esta perspectiva. Por ello, en
preparación a recibir los dones del Espíritu Santo, date la oportunidad de
enfocarte en la meta última: la salvación. Y buscándola, ahora sí retoma tus
planes.
5. REFUERZA TU FE
Ora, ora mucho. En familia, en
pareja, con amigos o solo… pero ora. La oración es un diálogo continuo con
Dios, Uno y Trino. Por tanto, de corazón te invito a hablar con Él, como
nuestro Padre que es.
Cuéntale tus
pesares y los deseos de tu corazón, permítele saber cuánto ansías
que su Espíritu esté presente en ti y en tu vida.
Además, personalmente puedes
pedirle que te otorgue aquel don que consideres que es el que más necesitas.
Ante la cercanía de esta
fiesta, pidamos a Dios que sea Él quien nos impulse a caminar juntos hacia la
santidad a través de los preciosos dones que nos otorga.
Oremos para que, de
su mano, podamos ponerlos al servicio de los demás. ¡Qué así sea! Que el
Espíritu Santo descienda sobre todos nosotros y permanezca para siempre. Amén.
¡Oro por ti!
Escrito por Myriam Ponce
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