lunes, 26 de abril de 2021

FRANCISCO, ANTE LA MUERTE DE 130 MIGRANTES EN EL MAR: «ES EL MOMENTO DE LA VERGÜENZA»

Palabras del Pontífice en el Ángelus dominical

Tras rezar el Regina Coeli, el Papa dirigió unas palabras especiales para los diez Mártires beatificados en Quiché el pasado 23 de abril y confesó su enorme tristeza ante la reciente muerte de los 130 migrantes en el mar Mediterráneo que pidieron una ayuda que nunca llegó.

(Vatican.news) El Santo Padre dedicó unas palabras especiales a los Mártires de Quiché, Guatemala, que fueron beatificados el pasado viernes 23 de abril:

«Fueron tres sacerdotes y siete laicos de la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús, asesinados entre 1980 y 1991, época de persecución contra la Iglesia católica comprometida con la defensa de los pobres. Animados por la fe en Cristo, fueron testigos heroicos de la justicia y el amor. Que su ejemplo nos haga más generosos y valientes a la hora de vivir el Evangelio»

VÍCTIMAS DEL VOLCÁN EN SAN VICENTE E INCENDIO EN BAGDAD

Asimismo, el Sucesor de Pedro expresó sus condolencias a la población de las islas de San Vicente y las Granadinas, donde una erupción volcánica está causando daños e inconvenientes. «Les aseguro mis oraciones. Bendigo a todos los que están prestando ayuda y asistencia», afirmó.

El Papa también expresó su cercanía con las víctimas del incendio en un hospital para enfermos de Covid, en Bagdad. Hasta el momento hay 82 muertos. «Rezamos por todos ellos», añadió.

LA TRAGEDIA EN EL MAR MEDITERRÁNEO

Por otra parte, el Pontífice compartió su enorme tristeza por la tragedia que ha vuelto a tener lugar en los últimos días en el Mediterráneo:

«130 migrantes han muerto en el mar. Son personas. Son vidas humanas, que durante dos días enteros han suplicado en vano ayuda. Una ayuda que no llegó. Hermanos y hermanas, cuestionémonos todos sobre esta enésima tragedia. Es el momento de la vergüenza. Recemos por estos hermanos y hermanas, y por tantos que siguen muriendo en estos dramáticos viajes. También rezamos por aquellos que pueden ayudar pero prefieren mirar hacia otro lado. Rezamos en silencio por ellos»

Antes de despedirse, Francisco señaló que ayer, en toda la Iglesia, se celebraba la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones con el tema San José y el sueño de la vocación.

«Demos gracias al Señor, porque sigue suscitando en la Iglesia personas que, por amor a Él, se consagran al anuncio del Evangelio y al servicio de los hermanos. Y hoy, en particular, demos gracias por los nuevos sacerdotes que he ordenado hace poco en la Basílica de San Pedro y pedimos al Señor que envíe buenos obreros para trabajar en su campo y que multiplique las vocaciones a la vida consagrada»

«Y ahora os saludo a todos de corazón, romanos y peregrinos, en particular saludo a los familiares y amigos de los nuevos sacerdotes, así como a la comunidad del Pontificio Colegio Germánico Húngaro, que esta mañana ha realizado la tradicional peregrinación de las Siete Iglesias».

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