El 23 de marzo, HazteOir.org acogió una mesa redonda sobre la Ley Trans. Lidia Falcón, presidenta del Partido Feminista de España; Luis Losada, moderador del debate; y Alicia Rubio, diputada de Vox en la Asamblea de Madrid.
Hasta
ahora entendíamos que hablar de mutilación genital era hablar de la abominable práctica de la ablación del clítoris a
niñas, práctica que se realiza en unos treinta países de Asia y África, y está
vinculada a algunas religiones no precisamente del tronco judeo-cristiano.
La ONU
calcula que han sido sometidas a algún tipo de mutilación genital unos 140
millones de mujeres, cifra semejante a la que la misma organización se refiere
al indicar el número de mujeres que se estima han podido sufrir algún tipo de
agresión pederasta. Pero recientemente alguien ha pronunciado la frase “Los médicos que mutilan a los niños
que quieren cambiar de sexo son unos criminales”, con lo cual se ha abierto más allá de la ablación
el espectro de situaciones a las que tal expresión es aplicable.
Por
sorprendente que pueda parecer, semejante afirmación ha sido pronunciada por Lidia Falcón, mujer que se califica de feminista, además de
atea materialista y marxista, algunas de cuyas declaraciones ya hemos recogido con anterioridad.
Lidia Falcón ha pronunciado estas palabras en un acto organizado por HazteOir,
titulado Desmontando la Ley Trans con Lidia Falcón y Alicia Rubio:
si naces niña, lo seguirás siendo, que se celebró
el pasado 23 de marzo (por cierto día de Santo Toribio Mogrovejo,
vallisoletano que siendo obispo abrió en pleno siglo XVI y en el Perú una
Casa de Divorciadas para proteger a las mujeres huérfanas o
abandonadas de los proxenetas).
En el
transcurso del acto Lidia Falcón añadió: "Las
que promueven la Ley Trans no son feministas. Las feministas estamos en primera
línea de fuego contra estas leyes. El feminismo nunca va a defender este
disparate... ¡Qué oscuros intereses y financiamientos hay detrás de la Ley
Trans!... Cuando las mujeres habíamos conseguido cuotas aparece un ‘trans’ que
dice que se llama María Ángeles y tiene derecho a la cuota femenina… Están
haciendo que los niños se conviertan en enfermos mentales. Las clínicas
convierten a los niños que dicen que desean cambiar de sexo en enfermos
crónicos”.
Sobre el
asunto del denominado cambio de sexo -algo imposible de realizar, porque todas
las células de nuestro cuerpo son sexuadas- existe una más que importante
controversia científica en cuanto a la recomendabilidad o no de la hormonación
y posterior intervención quirúrgica, dado el alto porcentaje de personas que
pasada la adolescencia abandonan de forma espontánea cualquier atisbo de orientación sexual no
coincidente con su sexo biológico, al margen de otras consideraciones.
Lamentablemente está de moda en estos temas legislar ignorando la
ciencia, por más que quienes lo hacen se autodenominen progres
promotores de la ciencia.
Al acto
asistió también Alicia Rubio, situada por decirlo así en
las antípodas ideológicas de Falcón. Su dilatada experiencia como profesora de
educación física, su sentido común, pero sobre todo su esfuerzo por
documentarse con información científica, le llevó en 2016 a escribir Cuando nos prohibieron ser mujeres…
y os persiguieron por ser hombres, habiendo sufrido
desde entonces ataques físicos, boicot de actos públicos, etc. provenientes de
personas que se autodenominan progres.
Hacer eco
en ReL de hechos como los anteriormente referidos no tiene por objeto otra cosa
que la intención de señalar la coincidencia de materialistas e
Iglesia católica en cuestiones relacionadas con nuestra naturaleza: no somos
lo que pensamos ser, si no que pensamos porque somos varones o mujeres de la
especie Homo sapiens. Cualquier intervención mutilante infringida
sobre el cuerpo humano va en contra de Dios y del hombre.
El Papa Francisco lo ha dicho con claridad en varias ocasiones, una de
las cuales fue cuando intervino en una reunión del Pontificio
Consejo para la Cultura en 2015, al decir: "Las numerosas formas de esclavitud, de
mercantilización, de mutilación del cuerpo de las mujeres nos comprometen a
trabajar para vencer esta forma de degradación que lo reduce a simple objeto
para malvender en los distintos mercados".
Si ateos y católicos coincidimos en la realidad científica es que no
está todo perdido. Dios no
da nada por perdido: no lo hagamos nosotros.
Alfonso V. Carrascosa es investigador del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC).
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