Para orar. No debemos dudar en la tormenta.
Por: Centro de Hospitalidad y Misericordia |
Fuente: Centro de Hospitalidad y Misericordia
Dijeron
los apóstoles al Señor: "Aumentanos la
fe" El Señor dijo: Si tuvierais una fe
como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro: Arráncate y plántate
en el mar, y os habría obedecido. Lc
17, 5-6
PALABRA DE DIOS
NO DEBEMOS DUDAR EN LA TORMENTA
- “La barca se hallaba ya distante de la
tierra muchos estadios, zarandeada por las olas, pues el viento era
contrario. Y a la cuarta vigilia de la noche vino él hacia ellos,
caminando sobre el mar. Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se
turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar. Pero
al instante les habló Jesús diciendo: «¡Ánimo!, soy yo; no temáis.» Pedro
le respondió: «Señor, si eres tú, mándame ir
hacia ti sobre las aguas.» «¡Ven!», le
dijo. Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las aguas, yendo
hacia Jesús. Pero, viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como
comenzara a hundirse, gritó: «¡Señor,
sálvame!» Al punto Jesús, tendiendo la mano, le agarró y le dice: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?» Subieron a
la barca y amainó el viento. Y los que estaban en la barca se postraron
ante él diciendo: «Verdaderamente eres Hijo de
Dios.»” Mateo 14, 24-33
PROVECHO DE LAS TRIBULACIONES
- “Habiendo, pues, recibido de la fe la
justificación, estamos en paz con Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por
quien hemos obtenido también, mediante la fe, el acceso a esta gracia en
la cual nos hallamos, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de
Dios. Más aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la
tribulación engendra la paciencia; la paciencia, virtud probada; la virtud
probada, esperanza, y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha
sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido
dado.” Romanos 5, 1-5
PETICIÓN CONFIADA
- “Si alguno de vosotros carece de sabiduría,
que la pida a Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en cara, y
se la dará. Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es
semejante al oleaje del mar, agitado por el viento y zarandeado de una a
otra parte. Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como
éste, un hombre irresoluto e inconstante en todos sus caminos.” Carta
de Santiago 1, 5-8
ORAR CON FE
- “Y todo cuanto
pidáis con fe en la oración, lo recibiréis.” - Mateo
21, 22
EFICACIA DE LA ORACIÓN
- S “«Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os
abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que
llama, se le abrirá. ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le
pide pan le dé una piedra; o si le pide un pez, le dé una culebra? Si,
pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,
¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los
que se las pidan!” Mateo 7, 7-11
“La oración del humilde atraviesa las nubes.” Eclesiástico 35,17
Jesús nos da en la medida de nuestra fe. - “Cuando Jesús se iba de allí, le siguieron
dos ciegos gritando: «¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!» Y al llegar
a casa, se le acercaron los ciegos, y Jesús les dice: «¿Creéis que puedo
hacer eso?» Dícenle: «Sí, Señor.» Entonces les tocó los ojos diciendo:
«Hágase en vosotros según vuestra fe.» Y se abrieron sus ojos.“
Mateo 9, 27-30
TODO ES POSIBLE PARA QUIEN CREE
- “Uno de entre la gente le dijo a Jesús: “Si
puedes hacer algo, compadécete de nosotros y ayúdanos.
Jesús le dijo: «¡Qué es eso de si puedes! ¡Todo es
posible para el que tiene fe!.»”
Marcos 9, 22-23
LA ESPERANZA NO DEFRAUDA
- Abrahán, “esperando contra
toda esperanza, creyó y fue hecho padre de muchas naciones según le había
sido dicho: Así será tu posteridad. No vaciló en su fe al considerar su
cuerpo ya sin vigor -tenía unos cien años- y el seno de Sara, igualmente
estéril. Por el contrario, ante la promesa divina, no cedió a la duda con
incredulidad; más bien, fortalecido en su fe, dio gloria a Dios, con el
pleno convencimiento de que poderoso es Dios para cumplir lo prometido.”
Romanos 4, 18-21
LAS ARMAS DE LA FE
- “Tomad las armas de Dios, para que podáis resistir
en el día funesto, y manteneros firmes después de haber vencido todo.
Poneos en pie, ceñida vuestra cintura con la verdad y revestidos de la
justicia como coraza, calzados los pies con el celo por el Evangelio de la
paz, embrazando siempre el escudo de la fe, para que podáis apagar con él
todos los encendidos dardos del maligno. Tomad, también, el yelmo de la
salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; siempre en
oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos
con perseverancia e intercediendo por todos los santos”. Efesios
6, 13-18
DIOS, LA ÚNICA ESPERANZA
- “Sólo en Dios encuentro descanso,
de él viene mi salvación; sólo él mi roca, mi salvación,
mi baluarte; no vacilaré. Sólo en Dios descansaré, de él viene mi esperanza,
sólo él mi roca, mi salvación, mi baluarte; no vacilaré. En Dios está mi salvación y mi honor, Dios es mi roca firme y mi refugio. Confiad siempre en él, pueblo suyo; presentad ante él vuestros anhelos. ¡Dios es nuestro refugio!” Del Salmo 61
PROFESIÓN DE FE
(CREDO)
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
ORACION
RECIBE, SEÑOR
Recibe, Señor, nuestros miedos y transfórmalos en confianza.
Recibe, Señor, nuestro sufrimiento y
transfórmalo en crecimiento.
Recibe, Señor, nuestro silencio y
transfórmalo en adoración.
Recibe, Señor, nuestras crisis y
transfórmalas en madurez.
Recibe, Señor, nuestras lágrimas y
transfórmalas en plegaria.
Recibe, Señor, nuestra ira y transfórmala
en intimidad.
Recibe, Señor, nuestro desánimo y
transfórmalo en fe.
Recibe, Señor, nuestra soledad y
transfórmala en contemplación.
Recibe, Señor, nuestras amarguras y
transfórmalas en paz del alma.
Recibe, Señor, nuestra espera y
transfórmala en esperanza.
Recibe, Señor, nuestra muerte y
transfórmala en resurrección.
Amén.
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