El Foro asume tesis ecologistas
«Cambio
climático y pobreza: principios éticos y responsabilidad científica». Es es el
tema del Mensaje del Papa a los participantes en el Foro de la UNESCO sobre la
biodiversidad, con ocasión de los 50 años del programa «El hombre y la
biosfera».
(Vatican.news) «Espero que este
coloquio, en la que invoco la asistencia del Altísimo, pueda contribuir a
fortalecer los procesos de transformación necesarios para contrarrestar el
fenómeno del cambio climático y al mismo tiempo luchar contra la pobreza,
promoviendo así un verdadero desarrollo humano integral», lo escribe el Papa Francisco
en su Mensaje a los participantes en el Foro de la UNESCO sobre la biodiversidad, con ocasión de los 50 años del programa «El hombre y la biosfera», programa que busca «establecer un punto de referencia para mejorar la
relación entre las personas y su entorno», el mismo que se desarrolló en
línea el pasado 24 de marzo de 2021.
SE NECESITA
REDEFINIR UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO
El Mensaje – fue leído por
Monseñor Francesco Follo, Observador permanente de la Santa Sede ante la UNESCO – se centró en el tema Cambio climático y
pobreza: principios éticos y responsabilidad
científica». En este contexto, el Santo Padre destacó la importancia por
el debate que la UNESCO pretende promover sobre
uno de los problemas más importantes y urgentes de nuestro tiempo. «De hecho – subrayó el Pontífice – la lucha contra el cambio climático y la lucha contra la
pobreza extrema son dos objetivos complejos e interdependientes, a la luz de
los cuales es necesario redefinir un nuevo modelo de desarrollo que sitúe en el
centro a todos los hombres y a todo el hombre como el pilar fundamental a
respetar y proteger, adoptando una metodología que integre la ética de
solidaridad y caridad política».
CAMBIO CLIMÁTICO,
UNA CUESTIÓN MUCHO MÁS MORAL QUE TÉCNICA
Solo así, señaló el Papa
Francisco, será posible promover un bien común verdaderamente universal, una
verdadera civilización del amor donde no hay lugar para una pandemia de
indiferencia y del derroche. Ya que, el impacto del calentamiento global sobre
los más pobres nos pide considerar la respuesta a la crisis socioambiental
actual como una oportunidad única para hacerse cargo, de forma responsable, de
la fragilidad de nuestra casa común, mejorando las condiciones de vida, la
salud, los transportes, la seguridad energética y creando nuevas oportunidades
de empleo. En esta perspectiva, en la que se inserta el Acuerdo de París,
recordó el Pontífice, nos hace tomar conciencia de que el cambio climático es
visto como una cuestión mucho más moral que técnica, y que el punto de
inflexión decisivo que necesitamos solo será posible si invertimos en la
educación de las nuevas generaciones en estilos de vida respetuosos de la
creación, hasta ahora inexplorados.
FORMAR A LOS JÓVENES
EN LA SALVAGUARDA DE LA CREACIÓN
De aquí, el Santo Padre
resaltó la importancia de que los jóvenes sean formados en la salvaguarda de la
creación y en el respeto de los demás, para ser capaces de comprometerse en la
promoción de nuevos hábitos de producción y consumo, a fin de generar un nuevo
modelo de crecimiento económico que ponga el medio ambiente y las personas en
el centro. «Para ello – exhortó el Papa – la Organización que usted preside es de crucial
importancia y me complace que este coloquio se base en las implicaciones éticas
de la emergencia climática, con el fin de profundizar los aspectos
científicos».
DAR RESPUESTAS AL
CALENTAMIENTO GLOBAL, UN IMPERATIVO MORAL
Por ello, si queremos luchar
eficazmente contra el cambio climático, agregó el Pontífice, debemos actuar
juntos, teniendo en cuenta la necesidad de implementar un examen detenido del
modelo de desarrollo actual, con el fin de corregir sus anomalías y
distorsiones. «Dar respuestas concretas al grave
fenómeno del calentamiento global – subrayó el Papa – es un imperativo moral. La falta de acción tendrá efectos
secundarios, especialmente entre las capas más pobres de la sociedad, que
también son las más vulnerables a estos cambios».
BUSCAR MEDIO
INNOVADORES PARA UN DESARROLLO SOSTENIBLE
Por lo tanto, el Pontífice
destacó que no solo los representantes gubernamentales, sino también la
sociedad civil, el sector privado, el mundo universitario y científico, las
comunidades locales y los pueblos autóctonos estén llamados a hacer su
contribución. Estos actores no estatales, a menudo al frente de la lucha contra
el cambio climático, muestran especial sensibilidad en la búsqueda de medios
innovadores para promover un sistema de producción y consumo sostenible y así
convertirse en intérpretes del grito de la tierra y de los pobres. Por tanto,
su contribución merece ser valorada y tenida en cuenta por los líderes
políticos, para que sus decisiones sean justas y previsoras. «Se acaba el tiempo para la búsqueda de soluciones
globales y la actual emergencia sanitaria – concluyó el Pontífice – nos obliga a pensar en los seres humanos, en todos, más
que en los beneficios de algunos».
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