La palabra de Cristo apunta contra “el reino de Satanás, lo pone en crisis y lo hace retroceder”.
Así lo aseguró el Papa Francisco este domingo 31 de enero durante el
rezo del Ángelus que presidió desde los apartamentos pontificios del Palacio
Apostólico del Vaticano. Por eso, recomendó llevar siempre encima un pequeño
Evangelio para leerlo a lo largo del día “y recibir
así también nosotros esa palabra con autoridad”.
En su enseñanza previa al rezo del Ángelus, el Papa reflexionó sobre el
significado del “día dedicado al descanso y la
oración”.
Cuando leemos el #Evangelio
personalmente con el corazón abierto, siempre nos llega un poco de su luz y
poder benéfico, que ilumina, sana, consuela. #EvangeliodeHoy
Mc 1,21-28
— Papa Francisco
(@Pontifex_es) January 31, 2021
En concreto, se centró en el pasaje evangélico de este domingo en el que
se narra cómo vive Jesús el sábado, el día sagrado de la semana en el judaísmo.
“En la sinagoga de Cafarnaúm, Jesús lee y comenta
las Escrituras. Su manera de hablar atrae a los presentes, que quedan
asombrados porque demuestra una autoridad diferente a la de los escribas”, indicó el Pontífice.
Además, “Jesús se revela poderoso también en
las obras. Así es, cuando un hombre en la sinagoga se vuelve contra él,
llamándole el Santo de Dios, Jesús reconoce el espíritu maligno, le
ordena que salga de ese hombre y lo expulsa”.
En este episodio del Evangelio de San Marcos, refirió el Santo Padre, “vemos los dos elementos característicos de la acción de
Jesús: la predicación y la obra taumatúrgica de médico”.
“Ambos aspectos se destacan en el pasaje del
evangelista Marcos, pero el que más sobresale es el de la predicación; el
exorcismo se presenta para confirmar la ‘autoridad’ singular de Jesús y su
enseñanza. Predica con autoridad propia, como alguien que tiene una doctrina
que procede de sí mismo, y no como los escribas que repetían tradiciones
anteriores y leyes recibidas”.
El Pontífice hizo hincapié en que “la
enseñanza de Jesús tiene la misma autoridad de Dios que habla; de hecho, con
una sola orden libera fácilmente al poseído del maligno y lo cura. Su palabra
hace lo que dice, porque Él es el profeta definitivo, es más, es el Verbo mismo
de Dios hecho hombre. Por eso habla con autoridad divina”.
El segundo aspecto, “el de las curaciones,
muestra que la predicación de Cristo tiene como objetivo vencer el mal presente
en el hombre y en el mundo. Su palabra apunta directamente contra el reino de
Satanás, lo pone en crisis y lo hace retroceder, obligándolo a dejar el mundo”.
Ante la orden de Jesús, el poseído “es
liberado y transformado en una nueva persona. Además, la predicación de Jesús
pertenece a una lógica opuesta a la del mundo y del maligno: sus palabras se
revelan como la alteración de un orden incorrecto de las cosas. El diablo
presente en el poseído, de hecho, grita cuando Jesús se acerca: ‘¿Qué quieres
tú con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a arruinarnos?’”.
“Estas expresiones”, explicó el Papa Francisco, “indican la total
diferencia entre Jesús y Satanás: están en planos completamente diferentes; no
hay nada en común entre ellos; son opuestos entre sí”.
Redacción ACI Prensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario