La visión de San Pablo, el papel de los Evangelios en la formación del Nuevo Testamento y el contexto en que fue escrito el santo Evangelio.
Por: Miguel Ángel García Iglesias | Fuente:
cristiandad.org
La palabra "evangelio”
viene del griego euangelion (de la
palabra euangelos = mensajero). De esta
misma procede el verbo euangelizesthai = anunciar
la buena noticia.
En la biblia hebrea se utiliza esta palabra como buena noticia y/o portador de
buenas noticias (2 Sam. 4; 18, 19-20). La buena nueva consiste en que el reino
de este Dios restaurará la paz y la prosperidad para su pueblo exiliado, para
los pobres y los afligidos.
El judaísmo palestino supo prolongar estos hermosos textos de Isaías. Las
figuras de “portador de buenas noticias”, de
ungido o Siervo de Yahvé proporcionará a los primeros cristianos un vocabulario
para presentar a Cristo anunciando la Buena Nueva.
Los setenta traducen generalmente el verbo hebreo basser por euangelizesthai,
sin embargo Friedrich, dice que el texto de los Setenta relaciona este verbo
con la palabra salvación.
San Pablo utiliza la palabra
Evangelio
¿Qué es el evangelio para Pablo? Es algo
esencial relacionado con su vocación pues Cristo lo ha enviado a "anunciar el evangelio” y que incluso habla
de "mi evangelio” (Rom. 2, 16).
La primera carta a los tesalonicenses
Pablo la escribió hacia el año 50, cuando residía en Corinto.
La primera mención de la palabra “evangelio” aparece
en la acción de gracias que sigue al saludo. Para los Tesalonicenses, la
eficacia del Evangelio se inscribe esencialmente en la forma en que Pablo se ha
comportado con ellos al servicio del evangelio, de la palabra del Señor. La
acogida del Evangelio se describe como un volverse a Dios y alejarse de los
ídolos.
La primera carta a los
Corintios
Pablo la evangelizó la ciudad de Corinto durante una estancia hacia los años
49-51. La comunidad es todavía joven y frágil cuando le envía su primera carta,
hacia el 53. Sigue una segunda carta, perdida hoy, y luego otra hacia el 55, la
que llamamos Segunda carta a los Corintios.
Cuando les escribe san Pablo los Corintios están divididos. Procedentes en su
mayoría, de ambiente pagano, reproducen las normas éticas de ese ambiente y
desconocen qué comportamientos son conformes o no con el Evangelio. Dudan de la
resurrección de los muertos; debido al pensamiento griego que tienen muy
arraigado les es muy difícil entender que el alma sea naturalmente inmortal,
ante esto Pablo debe aclarar su Evangelio.
Pablo manifestó que el creer o no que Cristo resucitó tiene consecuencias
reales para la vida del hombre: “Si Cristo no ha
resucitado vuestra fe es vana, estáis aún en vuestros pecados”.
La Segunda Carta a los
Corintios
Pablo tiene una personalidad fuerte, ese celo que lo caracterizo antes de su
conversión lo sigue caracterizando. Tanto que reclama que él fue el primero en
llegar a Corinto con el Evangelio de Cristo. Pone su orgullo en su propio
trabajo, realizado con la gracia de Dios. Tan es así actitud de luchador, que
comienza a tener conflictos con las personas que influyen en la comunidad y
promueven otros tipos de comportamiento distintos de los de Pablo, que lo
cuestionan al decirle por que el no siguió a Jesús durante su vida como los
Apóstoles y que lo llevan a insistir en la idea de que solo hay un Evangelio y
no dos.
Estos adversarios parece ser ávidos de experiencia espiritual y de verdadero
conocimiento. Tal es que promueven un conocimiento superior y distinto al de
Pablo. Pues honran a un Cristo espiritual, olvidando al Cristo crucificado. Es
imposible disociar el Espíritu del Señor Jesucristo, como están tentados de
hacer los corintios (1 Cor. 12, 1-3).
La Carta a los Filipenses
Es una carta dirigida a la 1ra. Comunidad fundada por Pablo en Europa, durante
su segundo viaje misionero. A lo largo de la carta insiste en la comunión
fraterna, que es en realidad entre ellos desde que les llegó el Evangelio. La
comunidad tiene problemas con relación a una mayor comunión, aun mayor
entendimiento fraterno en la práctica.
La Carta a los Gálatas
Esta carta que se dirige a la Iglesias de Galacia son comunidades que Pablo
fundó, durante su segundo y tercer viaje.
Los gálatas son paganos de origen, no judíos a los que Pablo les anuncia el
Evangelio sin obligarlos a circunsidarse y a practicar la Ley de Moisés (Pues Pablo les ha presentado un Evangelio
incompleto –según ellos- la fe sin la ley). La fe en Jesucristo basta –dice
Pablo-, es conciliar la fe en Jesús con la práctica de la ley de Moisés. En
esta carta la noción de Evangelio se trata de una confrontación entre dos
buenas noticias: la que promueven los judaizantes y
la que promueve Pablo. Para él, los gálatas se han pasado a otro “Evangelio”, que es decir, a nada pues sólo hay un
Evangelio, el de Cristo.
Toda esta carta es un intento de reconducirlos al único
Evangelio que existe.
La Carta a los Romanos
Esta es escrita en Corintio poco tiempos después de la carta a los Gálatas.
Pablo, dirige su carta a cristianos de origen pagano en la que reflexiona los
diferentes modelos de comunidades y de fe. En la que se planteara que se debe
hacer con los creyentes que habían venido del judaísmo y del paganismo, la
relación de ellos, etc.
Él les insiste que así como él a sido llamado también ellos son llamados y
forman parte de los "santos por vocación de
Dios”. Y esta Buena Noticia es anunciada tanto al judío como al pagano y
los invita a la fe. Manifestando que el hombre sólo alcanzará la salvación por
la fe y no por el cumplimiento de la ley.
La Carta a los Colosenses y a
los Efesios
Existe un problema en Colosas pues tienden a diluir la realidad de Cristo en ciertas
“filosofías o estériles especulaciones fundadas en
tradiciones humanas o en ponencias cósmicas, pero no en Cristo”. Además
de que restablecen prácticas judaizantes.
Este anuncio a esta comunidad está ligado a la gracia de Dios y a la enseñanza
transmitida por Epafras –quien evangelizó Colosas-. Quien entre otras cosas
insiste en la eliminación de las diferencias entre los paganos y judíos por la
reconciliación de todos en Cristo.
La carta a los Efesios desarrolla más ampliamente el tema. Mostrando así a los
paganos sin Mesías, privados del derecho de la ciudadanía de Israel. Esta
reconciliación se realiza por la cruz, que mata al odio.
Las Cartas Pastorales
En estas cartas no aparece el verbo evangelizar y el sustantivo se utiliza
poco. Pablo hace mención a la Ley que fue hecha para los malvados y rebeldes,
impíos, pecadores, sacrílegos y profanadores, etc. Mostrando también en una
segunda parte el tema del sufrimiento y que esta ligado a la salvación por la
gracia.
Las Cartas a los Hebreos y la
Primera de Pedro
La carta a los Hebreos utiliza dos veces el verbo “ser
evangelizado” = recibir una buena noticia. Y la 1ra. Carta de Pedro
manifiesta que el mensaje transmitido a sido enviado desde el cielo y
comunicado por el Espíritu Santo.
Utilización de la palabra "evangelio"
en las Cartas de San Pablo
La palabra “evangelio” es muy utilizado por
san Pablo. Y curiosamente aparece más en los escritos de Pablo que en los
evangelios.
Pablo escribe cartas en primera persona y los evangelios son escritos en
tercera persona. En los evangelios siempre aparece la persona de Jesús que dice
o hace algo. Sin embargo podemos leer algunos capítulos de Pablo sin oír el
nombre de Jesús. Existe un problema en donde algunos opinan que Pablo solo
parte del Jesús celestial y no del Jesús de la historia. Se puede decir, que la
diferencia radica que al promover el amor los evangelios utilizan una trama
narrativa y que tienen a Jesús por héroe distinto de Pablo que utiliza el
género epistolar y se apoya en la tradición que viene de Jesús.
Con géneros literarios diferentes, ni los evangelios ni Pablo desligan la
celebración del Señor glorioso del recuerdo de la cruz. Esto produce la
teología de la cruz en Pablo.
El Evangelio en los
Evangelios
Seguramente Jesús al conocer los textos de Isaías, sabía la existencia de la
palabra “evangelio”.
Marcos
Uno de los objetivos del evangelio de Marcos es la comprensión de Jesús como
Cristo, Hijo de Dios. Por lo que todo el relato de Marcos la palabra Evangelio
designará el mensaje anunciado por Jesús y acogido por los cristianos.
Podemos encontrar que Evangelio y Reino están juntos y notamos que la palabra
Reino es muy frecuente en los Sinópticos que la palabra Evangelio. Lo que nos
lleva a pensar que a Jesús le gustaba la palabra Reino pues manifestaba su
cercanía y su llegada al predicar, al hacer milagros, etc.
Mateo y Lucas
Mateo utiliza cuatro veces la palabra Evangelio. Tres veces una expresión que
les es propia: el “Evangelio del Reino” y que
permite vislumbrar una continuidad entre Jesús y su predicación y la de los
apóstoles.
Lucas utiliza la palabra “evangelio” sólo en
Hechos (15,7), pero en cambio le gusta el verbo “evangelizar”,
que aparece diez veces en su evangelio y quince en los Hechos.
DEL EVANGELIO ORAL A LOS
EVANGELIOS ESCRITOS
Así como en los muros de algunos edificios se encuentra una piedra esculpida o
inscrita que pertenece a una construcción más antigua en los evangelios
encontramos algo similar y que son materiales antiguos tomados de las primeras
proclamaciones cristianas y que están centradas en la muerte y resurrección de
Cristo, el perdón de los pecados y el don del Espíritu.
Al anunciar el Kerygma que debía de instruir y llevarlos a la conversión, no
sólo se hablaba de la muerte y resurrección, sino también de las palabras del
Señor Jesús, sus milagros, lo que había vivido, dicho, y así se formaron
tradiciones en torno a él. Estos a su vez fueron orales hasta llevarlos hacer
una especie de colección necesaria para la vida de las iglesias. Que a su vez
fueron las que le dieron forma a nuestros evangelios.
LAS NECESIDADES DE LAS
COMUNIDADES
Podemos encontrar cuatro necesidades
1.- La catequesis. Que pretende transformar al
recién convertido en creyente adulto y lo va a lograr mediante la comprensión
de la fe como por la forma de vivir del cristiano. El relato de los discípulos
de Emaús es un ejemplo de catequesis en donde manifiesta cuales son los medios
de reconocer a Jesús y que es mediante las Escrituras y la Fracción del Pan.
2.- La organización de las comunidades. Las
jóvenes comunidades necesitaban una organización, por lo que tanto Pablo como
los evangelistas escriben para las comunidades exhortándolas a tener cuidado de
su manera de vivir y de actuar.
3.- Liturgia. Esta ocupaba un puesto escogido en
la vida interna de las comunidades. Por tal motivo Pablo y los Evangelistas
informaron de la Cena del Señor, que constituía la fuente de su propia práctica
eucarística.
4.- La apologética. Las jóvenes comunidades
cristianas fueron consideradas como grupos conflictivos por los judíos
–fariseos y saduceos-. Estas tensiones fueron a veces violentas (Esteban Hch.
7). Unos negaban la mesianidad de Jesús y los otros la reconocían. Por lo que
los relatos evangélicos nacieron para responder a las necesidades de las
comunidades.
LOS GÉNEROS LITERARIOS QUE
COMPONEN LOS EVANGELIOS
El estudio de los géneros que componen los evangelios esta ligado a la escuela
llamada Historia de las Formas, que nació al final de la Primera Guerra
Mundial. Ella intentó determinar los géneros en que se podía organizar el
material evangélico y se proponen algunos géneros literarios esenciales:
1.- Los relatos de los milagros: Exposición,
situación del enfermo, curación y admiración de testigos
2.- Las parábolas: Se puede estudiar el género
comparándolo con el ambiente o la relación entre la parábola y la explicación
dada por Jesús.
3.- Los logia (palabras) frases: Son palabras de
Jesús y pueden ser de carácter profético, apocalíptico, jurídico, parabólico o
sapiencial.
4.- Las sentencias encuadradas: Relatos que
ponen de relieve una frase de Jesús.
5.- Los relatos de controversia: Vs. Saduceos.
6.- Las invectivas: Vs. Fariseos.
7.- Los sumarios y transiciones
8.- Los relatos de Jesús: Los individualizados.
9.- Las anunciaciones: Las vemos en los
evangelios de la infancia.
10.- Los relatos de las apariciones: Del
Resucitado.
11.- Los relatos edificantes: E/p. Infancia en
Mateo.
En marcha hacia el relato
¿Cómo llegaron a integrarse en un conjunto
narrativo y que va desde el nacimiento o el bautismo hasta su muerte y
resurrección?
Encontramos en los evangelios bloques o colecciones, por ejemplo: Mt.
8,1-9,8 reúne casi exclusivamente una serie de diez milagros, Mc. 9,33-50
colecciones de palabras, Mt. 13 parábolas. Y que supone que éstas unidades
independientes fueron agrupadas para formar bloques más amplios. Más adelante
fueron integrados en un conjunto narrativo organizado, a grandes rasgos, como
una biografía de Jesús, que iba desde su bautismo hasta su muerte y
resurrección.
El hecho sinóptico y su
interpretación
El ir haciendo la reconstrucción de la génesis literaria de los evangelios nos
lleva a entrar en el mundo de las hipótesis y de los modelos de interpretación
de los hechos. La ciencia tiende a interpretar los datos mediante la
construcción de modelos que expliquen el mayor número posible de hechos. ¿Qué hechos hay que tener en cuenta?:
1.- Jesús y sus apóstoles hablaban arameo, pero
los evangelios están escritos en griego. Supone que al pasar la fe cristiana de
ambientes de lengua semítica a ambientes de lengua griega, fueron necesarias
las traducciones.
2.- Tres evangelios se parecen, aunque son
diferentes.
3.- En los textos se advierten nuevos comienzos
o empalmes, que hacen pensar en varias redacciones sucesivas
En lo que se
refiere a los tres primeros evangelios resaltamos:
a) Perícopas comunes en los tres: triple
tradición.
b) Perícopas comunes en Mt. Y Lc.: doble
tradición
c) Perícopas propias de un solo testigo: Mt. Mc.
o Lc.
d) Dobletes o materiales presentes dos veces en
un mismo evangelio.
Para la elaboración de los modelos sinópticos opinan algunos que se obtuvieron
mediante la tradición oral. Hoy sabemos que esta tradición oral tuvo un papel
muy importante, pero no podemos descartar otras vías. Como por ejemplo la
hipótesis del modelo “dos fuentes” que
postula que Mateo y Lucas dependen de Marcos y de otra fuente, o “logia”, llamada Q (Quelle –alemán- =Fuente).
La Autoridad de los
Evangelios
Algunos investigadores como Gerhardsson han insistido en que Jesús y sus
discípulos estaba inmersos en una cultura de tipo rabínico, en la que la
transmisión oral de la Ley y de las tradiciones era muy fiable, gracias a las
repeticiones continuas y los medios mnemotécnicos. Y aunque la enseñanza de
Jesús está cerca de veces del pensamiento fariseo, no pertenece a la corriente
farisea (Jn 7,15).
Esto manifiesta que si Jesús decidió agrupar en torno a él a unos discípulos
para instruirlos, formarlos y enviarlos a predicar, lo hizo porque pretendía
transmitir la predicación del Reino. Por ello su enseñanza fue de un tono
particular, ritmico, que favoreciese la memorización.
De ahí que una serie de dichos sobre el Reino era el centro de predicación de
los primeros discípulos enviados. Por ejemplo: Las
tres bienaventuranzas de Lucas Lc. 6, 20-21, o las parábolas del Reino. Y
así encontramos otra serie de temas como la penitencia, la conversión urgente;
reglas comunitarias, etc.
Criterios para ir de los
Evangelios a Jesús
Debemos tener claro dos cosas: Los evangelizo
contienen materiales históricos sobre Jesús y que esos materiales han sido elaborados para
proclamar el Evangelio y alimentar la fe de los primeros cristianos. Los
exagetas han encontrado criterios que nos permiten localizar lo que, dentro de
los evangelios, nos permiten remontarnos hasta el Jesús pre-pascual.
1.-El criterio de atestación múltiple. El hecho
está mejor atestiguado cuando lo es por diferentes fuentes distintas unas de
otras.
2.- El criterio de discontinuidad. Son palabras
o actitudes de Jesús que se oponen a las concepciones del judaísmo o a la
iglesia primitiva.
3.- El criterio de explicación necesaria. Ante
un conjunto de hechos o datos, exige una explicación coherente o suficiente, se
ofrece una explicación que ilumina y armoniza estos elementos, concluimos que
estamos en presencia de un dato autentico.
Una Tradición viva
Los evangelios reflejan la forma en que los creyentes de las comunidades la
asimilaron. La tradición esta animada por un doble dinamismo: dinamismo de
conservación y de preservación, ligado a una actitud de fidelidad y a la
trasmisión del hecho; y un dinamismo de actualización y de profundización, es
decir, lo que es “antiguo” y lo que es más
reciente, o “redaccional”.
La Buena Nueva no admite diferencias entre una palabra que la ciencia exegetica
reconoce como pronunciada por Jesús tal cual, y otra que ha experimentado
cambios al ser usarla por las iglesias. Las dos tienen exactamente el mismo
valor de Evangelio.
LOS CUATRO EVANGELIOS
Los cristianos siempre poseyeron escritos sagrados como todos lo judíos, la
Ley, los profetas y otros escritos que lejos de abandonarlos, los utilizaron
estos escritos revelados para comprender mejor el misterio del maestro. Puesto
que él se convirtió en la clave que daba sentido a todas las escrituras.
Los evangelistas emplearon los mismos métodos que los judíos en su tiempo. Y
que los podemos resumir con la palabra Misdrash
(hebrea) = Buscar. Era necesario una precisa lectura-investigación, y a
ella se consagraban los escribas y los doctores de la Ley. Los apóstoles y los
evangelistas recogieron este método. La diferencia consistió en: la tradición
judía farisea, los rabinos proponía una lectura-investigación de los textos de
la Ley y los Profetas, en la que las interpretaciones de los diversos rabinos
nunca era definitiva. Con los primeros cristianos el misdrash orientó al texto
hacia Jesús como el único que abría las Escrituras y les confería un sentido
decisivo.
Podemos encontrar la presencia de las Escrituras en los
Evangelios en las siguientes formas:
1.- Las citas de cumplimiento. Se trata de
textos de la Escritura introducidos con una mención explícita como: “Para que se cumpliese lo dicho por el profeta...”
2.- Citas introducidas de manera vaga. “Sus discípulos recordaron las palabras de la
Escritura...” Jn. 2, 17.
3.- Citas no introducidas. Agrupa diverso textos
junto a frases que se refieren a ningún texto concreto.
4.- En toda a la Escritura, incluso cuando no es
citada, constituye una especie de relación entre un sub-texto –las escrituras-
y un nuevo texto, los evangelios, por ejemplo: Lc.
7, 15 = 1 Re. 17, 23.
La tradición del Señor se organiza a raíz de sus dichos, acciones, su pasión,
muerte y resurrección lo que garantiza así, una presencia viva de la figura de
Cristo salvador. De tal manera que los evangelios conceden un puesto muy
importante a la pasión y muerte de Salvador.
Los evangelistas, cuando reflexionan en el misterio de la muerte del Mesías,
viven en comunidades de fieles que celebran al Señor resucitado, viven de su
presencia en medio de ellos. Hablan de la vida y muerte de una que está vivo,
en el momento en que escriben, por lo que cada evangelista encuentra la forma
de expresar que este Jesús, es el Señor.
El Evangelio de Marcos
Marcos organiza su evangelio siguiendo un esquema geográfico muy sencillo y que
tiene una dimensión religiosa: Comienza con el bautismo en el Jordán, predica
en Galilea (región pagana), sube a Jerusalén (ciudad cerrada y hostil), ahí
predica, actúa y muere.
En el primer versículo de su relato, Marcos dice todo a su lector: Jesús es el
Mesías, el Hijo de Dios, pero necesitará 16 capítulos para decirlo,
desarrollando una estrategia narrativa llamada del “secreto
mesiánico”. Es decir: quien sepa que Jesús es el Mesías que se callen
(1, 34; 8, 29), para que quienes no lo saben aprendan a
hablar.
Si Marcos experimenta la necesidad de traducir ciertas palabras arameas (7,27),
o de explicar las costumbres judías (7, 3-4), es porque se dirige a paganos. Se
admite generalmente que Marcos siguió a Pedro a Roma y que allí redactó su
evangelio, poco antes del 70, basándose en las enseñanzas del Apóstol. En el
sentido que le da Papías de “interprete”. A
Marcos se le identifica con Juan Marcos, originario de Jerusalén (Hch. 12,12) y
habría sido compañero de Pablo (Hch. 12,25) y luego de Pedro (1 Pe. 5,13) en
Roma.
El Evangelio de Mateo
Mateo comienza su relato con un evangelio de la infancia, centrando este
momento en José. Así Mateo hace progresar su relato hacia la idea de que Jesús
es el verdadero Mesías de los judíos, rechazado por algunos de ellos. Para
Mateo, Jesús es el Maestro y Señor por excelencia, por tal motivo lo
encontraremos enseñando en la montaña (Cap. 5).
Mateo se dirige a una comunidad de judeo-cristianos que se ha distanciado del
ambiente judío. Lo vemos claro en el cap. 23 y nos da entender que es un
momento fuerte de separación entre los judíos fieles de las sinagogas y los
judíos convertidos a Jesús. Los años 85-90 corresponden bastante bien a este estado
de cosas. Esta comunidad a la que se dirige Mateo podríamos situarla en una
región como Siria, quizá en Antioquía.
La tradición identificó al autor con el apóstol Mateo-Leví, el publicano
recaudador de impuestos (Mt. 9,9). Papías declara sobre él: “Mateo ordenó la sentencia (del Señor) en lengua hebrea;
pero cada uno las traducía como mejor podía” (Eusebio, Historia
Eclesiástica III. 39, 16). Ya que el evangelio de Mateo nos ha llegado en
griego podríamos decir que ese documento del que nos habla Papías fue traducido
y reelaborado por autores desconocidos, con destino a cristianos de lengua
griega. Y de ello de habla de la “Escuela de
Mateo”.
Lucas escribió una obra en dos volúmenes: el
evangelio (centrado en Jesús) y los Hechos de los Apóstoles (comienzos de la
Iglesia). Lucas escribe como un historiador creyente. Lucas como Mateo,
tiene un relato de la infancia, centrando el papel de María, la madre de Jesús.
La organización del tiempo y de los lugares juega un papel importante. El
tiempo se distribuye en tres períodos: tiempo de la
promesa, de Jesús y de la Iglesia. La geografía tiene un peso teológico.
El evangelio comienza y termina en Jerusalén; y los Hechos comienzan en
Jerusalén y termina en Roma. Para Lucas, Jerusalén ya no es el centro religioso
de los que creen en Cristo. Por eso, la salvación se dirige a los paganos, cuyo
símbolo es Roma (Hch. 28,28).
Las tres
secciones del evangelio son:
1.- El ministerio en Galilea ( 4,14-9, 50). Jesús enseña
con autoridad.
2.- De Galilea a Jerusalén (9,51-19,28). Deja
descubrir lo que es ser discípulo y sigue el camino de los profetas que lo
precedieron, que lleva a morir en Jerusalén.
3.- En Jerusalén (19,29-24,53) La parte final
cuenta la muerte y la resurrección de Jesús.
Los destinatarios de Lucas son paganos de cultura griega a los que va
familiarizando con la cultura judía. Lucas es un creyente venido del paganismo,
posiblemente de Siria o de Filipos. La tradición antigua lo señala como
compañero de Pablo.
El Evangelio de Juan
Juan tiende a limitarse a un pequeño número de acontecimientos y a subrayar su
significado con ayuda de discursos y debates. Divide su evangelio en dos
partes: la primera habla de una Palabra preexistente, que es luz y vida, que se
hace carne. Las palabras clave de este prólogo son: vida,
luz, gloria, Hijo y Revelación. La segunda parte está ocupada por la
gran obra de Jesús, su muerte gloriosa en la cruz.
A pesar de algunas dudas, se puede decir que Juan, uno de los doce apóstoles de
Jesús está a la base oral y escrita que produjo el cuarto Evangelio. Los
destinatarios son fácilmente identificados por sus centros de interés. Este
evangelio fue dirigido a las personas, en quienes Juan se interesa más que los
otros evangelistas. Dirigido a creyentes que han fusionado la Tradición de
Pedro y la del discípulo amado. La forma actual oscila entre los años 90 y 95.
LOS EVANGELIOS Y LA FORMACION
DEL NUEVO TESTAMENTO
El hecho de que las iglesias jóvenes se hayan ido extendiendo por el Imperio y
que están compuestas de judeo-cristianos, pagano-cristianos o sean mixtas; que
son pocos los testigos oculares que sobreviven, repercute en la necesidad de
conservar, por escrito, los hechos y dichos de Jesús.
Los Evangelios ansiosos de
unidad
Visto lo anterior, nos lleva a pensar que los evangelios fueron redactados
definitivamente en la segunda mitad del siglo I. Cada uno de los escritores
sintetiza sus pensamientos y sus teologías. Mateo parece reunir una teología
centrada en Israel y otra más universal. Lucas concilia el uso de dos figuras,
Elías y Juan el bautista. Marcos habla de la necesidad de convertirse ante la
inminente llagada del Reino.
Unidad y desviaciones
La unidad es la clave para las comunidades del final del siglo I puesto que
surgen conflictos derivados de la diversidad. La respuesta se fue dando a la
par con la búsqueda de la verdadera tradición y las verdaderas escrituras.
Las principales desviaciones
cristianas
Podemos encontrar corrientes como los judeo-cristianos que intentaban conciliar
las prácticas de la Ley de Moisés con la fe en Jesucristo, de las cuales
surgieron sectas como el docetismo, adopcionismo y la gnosis. Otra corriente
que tiene tendencias de tipo gnóstico y se caracteriza por una valoración del
verdadero conocimiento que salva y resta valor a la materia y a la historia.
Encontramos también el marcionismo que eliminaba al dios de los judíos, al que
considera un dios creador de un mundo malo, que no tiene nada que ver con el
Dios de Jesús, que es amor y padre. El montanismo que anunciaba la próxima
vuelta de Cristo. Montano se dice representante del espíritu Santo, y dice que
transmite por él más de lo revelado por Cristo en los evangelios.
La Regla de la Verdad
Todas las iglesias cristianas tenían sus escrituras que leían en función del
Señor Jesús, aunque no todas estaban de acuerdo, lo que provocó un debate sobre
la verdad de los libros reconocidos como fundadores, sobre la verdad de las
tradiciones y la doctrina que se podía sacar de ellos para la fe y la vida de
las iglesias. Surge entonces la necesidad de determinar los libros considerados
como inspirados. Ireneo hace un primer intento al desarrollar una formulación
flexible de los puntos esenciales de la fe: un solo y mismo Dios, creador del
mundo, Padre de Cristo Jesús; un solo y mismo Jesucristo, Hijo de Dios y del
hombre.
El título
“Evangelio” dado a los cuatro libritos
Al principio, según parece, ninguno de los evangelios tenía título. Los
primeros Padres usaban diversos términos como: “Cosas
dichas y hechas por el Señor”, “palabras del Señor”, “recuerdo de los
apóstoles”. Y será hacia el año 150 cuando Justino llame evangelios a
los “recuerdos de los apóstoles”. Así la
palabra fue utilizada para designar los relatos y acontecimientos de la vida de
Jesús.
EL EVANGELIO ALCANZA
DIMENSION MUNDIAL
Integrados los evangelios, las cartas de Pablo y otros escritos, forman el
nuevo Testamento para completar, con las Escrituras judías, la Biblia
Cristiana. Entonces surge la idea de una Iglesia guardiana de la Tradición y
las escrituras, que se extiende hoy por los cuatro puntos cardinales.
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