Hoy, dando la comunión en una parroquia, a una señora se le ha caído la forma de la mano. ¿Qué se hace en un caso así? Lo explico porque imagino que será de interés para no pocos de mis lectores.
Si solo
se le ha caído de la mano, lo que solemos hacer la mayoría de los sacerdotes en
España es recoger la forma y consumirla. Razonablemente se puede suponer que
los ácidos del estómago destruirán los microbios normales que pueda haber en el
suelo de una iglesia en España.
Y digo España, porque
los microbios que puede haber en el suelo en un suburbio marginal de Calcuta no
son los mismos. No voy a entrar en detalles.
Aquí no
tengo el menor problema en consumir la forma, aunque la haya tocado la mano del
que se le ha caído.
Ahora
bien, si ha tocado la lengua de la persona, lo que hago es colocarla en un frasco de
cristal con agua. Ese frasco es
guardado en un armario
de la sacristía, con una etiqueta que dice: Forma que ha caído en el suelo. Pasados unos
tres días el contenido del bote se coloca en tierra que no vaya a ser pisada.
Lo normal
es hacer un hoyo en una maceta de la iglesia y cubrirla respetuosamente con
tierra.
P.FORTEA
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