Dado que el aumento de casos de coronavirus en el área de San Francisco ha llevado a nuevas restricciones como el cierre de iglesias, el Arzobispo Salvatore Cordileone denunció que esta medida es discriminatoria y viola el derecho natural y constitucional a la libertad de culto.
En una declaración del 28 de noviembre, el Prelado lamentó que el estado
de California prohíba completamente el culto religioso en las iglesias.
“Este es precisamente el tipo de discriminación
flagrante a la que la Corte Suprema otorgó medidas cautelares en Nueva York. El
gobierno está degradando la adoración al mismo nivel que ver una película: ‘no
esencial’. Pero el servicio religioso es un derecho natural y constitucional.
Mi pueblo quiere recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo; lo necesitan y tienen
todo el derecho a ser libres para hacerlo”, dijo el
Arzobispo.
El pasado 26 de noviembre la Corte Suprema de Estados Unidos falló en
contra de las restricciones a las iglesias en el estado de Nueva York durante
la pandemia del coronavirus, al considerarlas una violación de la protección de
la Primera Enmienda que protege el ejercicio de la libertad religiosa.
Mons. Cordileone resaltó asimismo que “los
católicos de San Francisco están absolutamente comprometidos con la seguridad
pública al realizar los servicios de adoración. Nuestros protocolos requieren
mascarillas, distanciamiento social, saneamiento y ventilación. Pero el
gobierno aún opta por tratar la adoración como menos importante que la compra
de zapatos”.
“Si bien los protocolos de seguridad de la
Arquidiócesis nos han servido bien y no conocemos casos de transmisión del
virus como resultado de la adoración en persona dentro de nuestras iglesias,
también simpatizo profundamente con las preocupaciones de salud pública sobre
un aumento de COVID hospitalizaciones”, continuó.
“Para discernir lo que nuestra fe y ciudadanía
responsable nos llaman a hacer en este momento, entonces, consultaré con mis
hermanos obispos, revisaré nuestros protocolos de seguridad con especialistas
en enfermedades infecciosas y consultaré con los abogados sobre las opciones
legales que tenemos disponibles", concluyó.
Mons. Cordileone ha criticado las restricciones impuestas al culto en
San Francisco, que llegó a considerar “una burla a
Dios”. En septiembre lideró una procesión eucarística en la ciudad bajo
el lema “¡Liberen la Misa!”.
Hasta el 14 de septiembre, el culto en San Francisco se restringió a 12
participantes en exteriores, con los servicios religiosos en interiores
prohibidos. Las restricciones se fueron suavizando poco a poco, aunque en algún
momento solo se permitió que una sola persona pudiera rezar en un lugar de
culto, sin importar el tamaño de este.
En octubre la oficina de la alcaldesa de San Francisco anunció que los
lugares de culto podrían recibir hasta un 25% de su capacidad, con un máximo de
100 personas. Mons. Cordileone agradeció la medida, pero precisó que era
necesario hacer otras modificaciones.
Redacción ACI Prensa
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