viernes, 2 de octubre de 2020

EL AMOR DE MI VIDA

Él tiene ochenta y tantos años e insiste en llevar de la mano a su esposa a donde quiera que vayan. 

Cuando pregunté ¿por qué su esposa camina distraída, como si no siguiera a nadie?

Él respondió: Porque tiene Alzheimer.

Entonces le pregunté: ¿Se preocupará su esposa si usted la suelta o simplemente usted se cansa?

Él respondió: "Ella no se acuerda... Ya no sabe quién soy yo, desde hace un par de años que ya no me reconoce".

Yo sorprendido, le dije: "¡Qué bien! Y aún así sigue de guía por el camino cada día a pesar que ella no le reconoce".

El anciano sonrió y me miró a los ojos.

Entonces me dijo: "Ella no sabe quién soy yo, pero yo si sé quién es ella".

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