La tradición cuenta que San José de Cupertino, patrono de los estudiantes y cuya fiesta se celebra en la Iglesia este 18 de septiembre, voló por los aires. Pero, ¿es verdad? Esto reflexiona un sacerdote al respecto.
“Debido a su vuelo sobrenatural, José (de
Cupertino) es el santo patrono de los pilotos, astronautas y todos los
trabajadores de la aviación”, dijo el P. Dwight Longenecker, en
el National
Catholic Register.
“Sus éxtasis, visiones y experiencias místicas
fueron legendarias. Él escuchaba música celestial, entraba en tal trance
completo que podía ser arrastrado, hincado con agujas y quemado con velas y
nada de eso tendría efecto”, señaló.
Sin embargo, añadió, una de las historias más famosas sobre el santo es
que levitó estando en trance.
“Se desarrollaron leyendas elaboradas sobre él
volando: voló sobre un árbol para hablar con aves, voló para ayudar a obreros a
colocar una cruz memorial sobre el suelo, voló alrededor de la iglesia durante
Misa”, señaló.
“Bien, quizás o quizás no. Tenemos que tomar las
historias más exageradas del vuelo de San José con una pizca de sal. Frente a
los fenómenos sobrenaturales, la Iglesia espera que nosotros tomemos una
posición que no sea ni cándida ni cínica”, añadió.
El P. Longenecker subrayó que los católicos “debemos
primero buscar toda explicación natural, pero por otro lado no debemos
descartar la posibilidad de milagros y lo sobrenatural”.
“En el mundo de hoy, José de Cupertino podría ser
considerado severamente discapacitado mental. Era un místico inadaptado. Más
allá de sus experiencias místicas, su vida de ascetismo era tan extrema que
algunos dirían que tenía un desorden alimenticio, que estaba enfermo emocional
o mentalmente. Durante su vida fue acusado de brujería y acusado ante la
Inquisición”, dijo.
“¿Voló San José de Cupertino sobre la iglesia o
sobre los árboles? Mi inclinación es creer que las
leyendas están basadas en eventos reales. ¡Preferiría
ser culpable de creer mucho que muy poco!”, añadió.
A continuación, el sacerdote señaló que la levitación es uno de los
aspectos conocidos de la experiencia mística, pues “hay
informes de este fenómeno de exorcistas y en las religiones orientales. Entre
los santos católicos de los que se ha señalado que han levitado están San
Francisco, San Alfonso María de Ligorio, Santa Teresa de Ávila, San Martín de
Porres, Serafín de Sarov y el Padre Pío”.
“Daremos por hecho entonces que San José de
Cupertino levitaba cuando estaba en trance místico”, continuó, pero destacó que “más importantes
son las lecciones que obtenemos de este fenómeno”.
La primera lección, dijo, es que “este mundo
físico es más extraño e impredecible de lo que podemos imaginar. La realidad es
de jebe. La naturaleza no es un sistema cerrado”.
Además, destacó, “aprendemos nuevamente a
través de San José de Cupertino que Dios usa las cosas frágiles del mundo para
confundir a los poderosos”.
“En términos mundanos, San José de Cupertino era un
tonto, una falla y un fracaso. Él era un donnadie. Él pasó la mayor parte de su
vida encerrado en una celda, trasladado de una casa religiosa a otra y
sospechoso de ser un fraude e incluso un brujo. Llegó a la ordenación por un
error y parecía inútil incluso como sacerdote”.
El P. Longenecker destacó que “Dios usó la
simple dedicación y el amor de José. Si tenía una discapacidad mental o incluso
una enfermedad mental, Dios usó eso también. ¿Voló? Seguramente”.
“Incluso si nunca hubiera levitado, voló. Fue
elevado porque ese es el principio del Evangelio: Dios levanta a los humildes”.
“Y con ese pensamiento me inspiro porque Dios
podría simplemente usarme a pesar de mis fallos, insuficiencias y pecado”, concluyó el sacerdote.
Redacción ACI
Prensa
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