Para caminar firme en el seguimiento de Cristo, todos los Santos han contado con la guía de un director espiritual ¡Tú también lo necesitas!
Por: Padre John McCloskey | Fuente: CatholiCity.com
¿QUÉ
ES LA DIRECCIÓN ESPIRITUAL?
Abre las páginas de tu guía de teléfono. Allí
encontrarás una lista de abogados, consejeros financieros, plomeros,
electricistas, farmacéuticos, banqueros y aún entrenadores físicos. Todas estas
personas saben más acerca de sus negocios que nosotros. Por ello, les pagamos
para que nos ayuden en su particular especialidad. A algunos de ellos los
llegamos a consultar regularmente e incluso algunos también son buenos amigos.
Todos sus consejos son dirigidos a ayudarnos en la vida presente.
Adicionalmente, encontrarás docenas de listas de
personas como psicólogos, psiquiatras y psicoterapeutas y otros. A pesar que
estos profesionales de la salud pueden desempeñar una útil función, a veces,
actúan como reemplazantes de los directores espirituales dando erróneas o
infortunadas respuestas a problemas espirituales. Sus consejos dependen de su
particular experiencia la cual a menudo se basa en teorías naturalistas o
ideologías las cuales pueden hacer mucho más mal que bien.
La única pregunta verdaderamente con valor es
aquella del joven rico del Evangelio ¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna? La cual conduce a otras pregunta tales como ¿Cómo puedo alcanzar la
santidad en esta vida? o ¿Qué es Dios para mí? Las respuestas de Dios para estas preguntas
pueden darse por distintos caminos. Simplemente siguiendo los Diez Mandamientos
como están escritos en nuestros corazones en la ley natural y vienen a nosotros
por medio de la Palabra de Dios, es un buen comienzo como Jesús aconsejo al
joven rico. También podemos ver la Revelación Divina que no llega por la
Sagrada Escritura y la tradición – los consejos de la Iglesia a través de la
enseñanza autorizada y los sacramentos. Luego podemos ver el estado de nuestra
vida actual y las experiencias de nuestra vida pasada para tener buenas
indicaciones sobre lo que Dios quiere de nosotros en el momento presente.
Sin embargo, para encontrar las respuestas a
estas cuestiones, cada Católico debería tener un director espiritual. Como
San Josemaría Escrivá señalo “No se te ocurriría construir una buena casa para vivir en la tierra sin
consultarle a un arquitecto. ¿Cómo quieres levantar sin un Director el alcázar
de tu santificación para vivir eternamente en el cielo?" Esto es verdad para todo el mundo, no sólo para
el pobre, el simple o analfabeto sino aún más para el satisfecho con su éxito.
Escrivá sigue diciendo "Tú crees que realmente eres alguien: tus estudios -
tus trabajos de investigación, tus publicaciones -, tú posición social - tus
apellidos -, tus actuaciones políticas - los cargos que ocupas, tu patrimonio,
tu edad..., ¡ya no eres un niño!...
Precisamente por todo eso necesitas más que
otros un Director para tu alma."Puedes tener
varios o incluso muchos durante el curso de tu vida. Él te proveerá de las respuestas a tus preguntas según cambien nuestras
circunstancias y como crezcamos “en sabiduría y gracia.” Además, él no te
cobrará.
CADA
UNO DE NOSOTROS ES SINGULAR
Cada persona es un singular hijo de Dios con su
particular código genético, temperamento y experiencias de vida. Dios tiene un
plan específico para cada uno. Discernir este plan particular debería ser el
continuo fin de todo cristiano serio. Como Dios normalmente prefiere trabajar a
través de causas secundarias, surge directamente de los tiempos apostólicos, la
práctica de buscar una dirección espiritual personal de una persona sabia y
prudente quien puede guiarnos a lo largo del camino a la santidad con todas sus
inesperadas vueltas y cambios.
Uno buscaría con gran dificultad a través de la
historia para encontrar santos canonizados que no hayan recibido dirección
espiritual con regularidad. Después de todo, aún nuestra Bienaventurada Madre,
la Inmaculada Concepción, encontró su vocación por medio de las palabras del
Arcángel Gabriel. Y aún preguntó cómo
sucedería todo esto.
¿DÓNDE
BUSCAR?
¿DÓNDE
PUEDES ENCONTRAR UN DIRECTOR ESPIRITUAL?
Hay que hacer como dicen en Wall Street, con “la diligencia debida.” Esto es hacer una
cuidadosa búsqueda antes de elegir un director espiritual, tal vez más que para
buscar esposo o elegir el colegio correcto. Después de todo, estás buscando una persona a la que, en parte, le estás confiando
la salvación y la santificación de tu alma inmortal. Recuerda que tú eres el comprador y que esto puede tomar varias pruebas
hasta encontrar la persona correcta o la organización que sea más conveniente a
tus necesidades.
TU
DIRECTOR ESPIRITUAL PUEDE SER UN SACERDOTE O UN LAICO. Un
posible camino es ver en a tus amigos quienes claramente toman seriamente su
vida interior y apostólica. Unos ayudan a los otros. Pregúntales por una
referencia. Si ves en ellos un esfuerzo serio por la santidad, no hay duda que
ellos se están aprovechando de un buen director espiritual.
Un segundo camino es buscar una persona, un
sacerdote o un laico, en quien tu veas una profunda piedad, sabiduría,
experiencia, madurez, celo por las almas y una incuestionable fidelidad a todas
las enseñanzas de la Iglesia. El no necesita un formal entrenamiento en
dirección espiritual. Las características que se mencionan son suficientes para
dictar clases o para un título. Después de todo el primer director espiritual
de Karol Wotyla fue un sastre. Luego trata de conseguir de el un tiempo libre
para ti. Te garantizo que tiene una larga fila de clientes.
El tercer camino para encontrar un director
espiritual cada vez más popular y accesible en esta época del laicado es
aprovecharse de la formación provista para laicos por congregaciones religiosas
y por las varias instituciones laicas las cuales tiene como especialidad la
formación de laicos. Allí encontrarás una bien definida espiritualidad
completada con actividades formativas y litúrgicas tanto personales como
colectivas, doctrinales y ascéticas hechas a la medida para tu situación
particular. Ellos a menudo, proveen los servicios de tanto sacerdotes como
laicos empapados en una particular espiritualidad.
¿CON
QUÉ FRECUENCIA?
¿Qué hay acerca de la dirección espiritual en sí misma? Deberás tratar de hacerla de modo regular,
generalmente no menos que mensualmente y a menudo semanal o quincenalmente. A
pesar que las necesidades varían, normalmente una sesión bien preparada de
dirección espiritual no necesita más que una media hora. Es bueno concretar las
resoluciones tomadas de las normalmente pocas palabras del consejo dado. Estas
resoluciones deben ser llevadas a la oración y acción y luego hablar sobre
ellas si es posible, en el próximo encuentro. Trata de no dejar nunca tu
encuentro sin fijar la próxima cita.
¿DÉ
QUE HABLAR? Muchas
o pocas cosas. Tal vez tú quieras
establecer las reglas con el director mismo. Ciertamente la calidad y cantidad
de tu oración y lectura espiritual y vida sacramental siempre deberían ser
tratadas. Tu lucha por vivir como cristiano en el matrimonio y familia,
trabajo, amistades y vida social debe normalmente ser considerada
específicamente. Esto requerirá un esfuerzo dirigido a una especial área de la
vida la cual necesita mejorar estos defectos o fallas que te impiden hacer
progresos más rápidos hacia la santidad. Con el tiempo, tus esfuerzos para
compartir tu fe de un modo natural con aquellos que te rodean pueden ser
también un tópico de discusión. Estos esfuerzos pueden tener buenos resultados
en gracias de Dios en reconciliaciones, conversiones y vocaciones. Y, oh sí, de
vez en cuando puedes simplemente tener la
necesidad de liberarte de inesperadas alegrías y tristezas que vienen en el
peregrinar por la casa de Dios, tu Padre. Si estás viendo un sacerdote para dirección también puedes recibir el
Sacramento de la Penitencia, agregando la gracia sacramental a las otras
gracias recibidas al haberte abierto y sido dócil en la conversación con tu
director espiritual.
Cuantos cristianos en estos momentos se
encuentran relegados a los rangos de la tibieza y sin energía, cristianos
indiferentes viven una vida que es medio animal y quienes apenas hacen un
esfuerzo por mantener vivo el aliento de la gracia en sus almas. Estos
cristianos deben buscar una dirección espiritual completa y constante. La
dirección espiritual es un importante paso para ayudarnos a identificarnos con
Cristo para que podamos ayudarnos a construir, a través de nuestra oración y
sacrificio, la civilización del amor y la verdad
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