¿QUÉ PIDEN LAS SAGRADAS ESCRITURAS ANTE ESTAS FEAS COSTUMBRES?
UN DON QUE SE NOS HA DADO PARA HACER EL BIEN... ¡Y CUÁNTO MAL PUEDE HACER LA MALA LENGUA! UNA REFLEXIÓN DE MONSEÑOR CHARLES POPE.
"¡El chismorreo es
una peste más fea que el covid!", dijo el Papa Francisco en el Angelus del 6 de
septiembre. Más duro había sido en la audiencia general del
14 de noviembre de 2018, cuando comparó al chismoso con "un terrorista", porque "con su lengua lanza la bomba y se va tranquilo,
pero lo que dice, esa bomba lanzada, destruye la fama del prójimo".
También
en esta línea reflexionó recientemente en su blog monseñor
Charles Pope,
párroco en Washington, D.C., conferenciante y predicador de éxito en Estados
Unidos, donde es uno de los más influyentes creadores de opinión
católicos.
"Algunos de los pecados más
comunes que cometemos están relacionados con la palabra", recuerda el sacerdote: "Las
murmuraciones, la conversación ociosa, las exageraciones, los agrios reproches
y los comentarios sin caridad. Con nuestra lengua podemos expandir el odio, alimentar
el miedo y la malicia, difundir falsas informaciones, inducir a la tentación y
al desánimo, enseñar el error y arruinar reputaciones. ¡Con un don capaz de hacer mucho bien, sin duda podemos hacer mucho
daño!"
De hecho,
"el autodominio de la lengua está entre los
done más raros y normalmente se consigue al final de la vida", añade,
pues "aunque con la gracia de Dios se puede
vencer numerosos pecados, los asociados a la palabra suelen ser los últimos que se superan".
DIEZ
TIPOS DE LENGUA QUE LA BIBLIA RECHAZA
Siguiendo
al pastor baptista James L. Menton,
monseñor Pope enumera diez tipos de lenguas, según su inclinación a las
diversas especies de maledicencias, y propone para la meditación un texto de
las Sagradas Escrituras referido expresamente a ella.
1. LA
LENGUA MENTIROSA, que
habla falsedades con la intención de engañar.
"El Señor detesta los labios mentirosos; le agrada, en cambio, el
hombre sincero" (Prov 12,
22).
2.
LA LENGUA ADULADORA, que exagera las buenas cualidades de otros para
congraciarse con ellos... una forma de mentir.
"Extirpe el Señor los labios embusteros y la lengua
fanfarrona" (Sal
12[11], 4).
3.
LA LENGUA ORGULLOSA, que,
como dice el refrán, viene con las dos orejas cerradas. La lengua
orgullosa está demasiado segura y jactanciosa de lo que dice. Quienes tienen la
lengua orgullosa no se dejan corregir fácilmente y no saben valorar ni
discernir sus comentarios.
"Extirpe el Señor los labios embusteros y la lengua fanfarrona de
los que dicen: «La lengua es nuestra fuerza, nuestros labios nos defienden,
¿quién será nuestro amo?» (Sal
12[11], 4-5).
4.
LA LENGUA INCANSABLE,
que habla demasiado, en
particular de aquello de lo que sabe poco.
"El exceso de palabras descubre al necio" (Ecles 5, 2).
5.
LA LENGUA PRECIPITADA, que
habla antes de lo debido, incluso antes de tener toda la información.
"Cuando lleves un asunto ante Dios, no tengas prisa en hablar ni
tomes decisiones precipitadas. Dios está en el cielo y tú en la tierra: sean
contadas tus palabras" (Ecles 5,
1).
"Que toda persona sea pronta para escuchar, lenta para hablar"
(Sant 1, 19).
6. LA
LENGUA MURMURADORA, que
habla de los demás a sus espaldas y deshonra taimadamente el buen nombre de una
persona. Monseñor Pope recuerda la distinción entre dos pecados: la calumnia,
que es mentir abiertamente sobre otra persona, y la detracción, que es resaltar
innecesariamente los defectos de los demás para dañar su reputación".
"Viento del norte trae la lluvia; lengua embustera, rostro
furioso" (Prov 25,
23).
7. LA
LENGUA DELATORA, que
difunde innecesariamente (a menudo de forme hiriente) información sobre otros.
Los chivatos difunden información personal sobre los demás que no debería
compartirse.
"El chismoso descubre secretos, deja la compañía del
charlatán" (Prov 20,
19).
"No andarás difamando a tu gente, ni declararás en falso contra la
vida de tu prójimo" (Lev 19,
16).
8.
LA LENGUA MALDICIENTE, que
desea el mal a los demás y que se condenen.
"Ya que amó la maldición, ¡recaiga sobre él!; despreció la
bendición, ¡aléjese de él!" (Sal 109,
17).
9. LA
LENGUA PUNZANTE,
que habla con acritud y severidad
innecesarias.
"Proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, arguye,
reprocha, exhorta con toda magnanimidad y doctrina" (2 Tim 4, 2).
"No increpes al anciano, sino exhórtalo como a un padre; a los
jóvenes, como a hermanos; a las ancianas, como a madres; a las jóvenes, como a
hermanas, con toda pureza" (1 Tim 5,
1-2).
10. LA
LENGUA SILENTE, que no
habla cuando debería advertir a la gente del pecado, atraerles al Reino y
anunciar la Verdad de Jesucristo. "En nuestro
tiempo", lamenta monseñor Pope, "los
cristianos hemos asistido en silencio al triunfo del mal y de las malas
conductas. Los profetas están para proclamar la Palabra de Dios".
"Los guardianes están ciegos, no se dan cuenta de nada: perros
mudos, incapaces de ladrar, vigías perezosos con ganas de dormir" (Is 56, 10).
* * *
"Nuestras palabras disparan
lo que no deberían y callan lo que deberían. ¡Qué lamentable es nuestra
condición!", concluye
Pope, antes de invitar a leer, sobre todo, los libros sapienciales de la
Biblia, y en particular Proverbios,
porque nos enseñan de numerosas formas la visión de Dios sobre este mal.
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