No existe un relato histórico definitivo sobre lo que exactamente le sucedió al Papa León XIII para que en la década de 1880 escribiera la conocida oración a San Miguel Arcángel. Sin embargo, testigos presenciales aseguraron que el Pontífice tuvo una visión en la que vio a Satanás, por lo que decidió pedir la intercesión de San Miguel para toda la Iglesia.
En el libro “Habla un exorcista”, del
fallecido exorcista italiano Gabrielle Amorth, se narra que un sacerdote
llamado Domenico Pechenino conoció de primera mano lo que llevó al Papa León
XIII a escribir la oración.
El P. Pechenino relató lo siguiente: “No
recuerdo el año exacto. Una mañana el Sumo Pontífice León XIII había celebrado
la Santa Misa y estaba asistiendo a otra, de agradecimiento, como era habitual.
De pronto, le vi levantar enérgicamente la cabeza y luego mirar algo por encima
del celebrante. Miraba fijamente, sin parpadear, pero con un aire de terror y
de maravilla, demudado. Algo extraño, grande, le ocurría”.
“Finalmente, como volviendo en sí, con un ligero
pero enérgico ademán, se levanta. Se le ve encaminarse hacia su despacho
privado. Los familiares le siguen con premura y ansiedad. Le dicen en voz baja:
‘Santo Padre, ¿no se siente bien? ¿Necesita algo?’ Responde: ‘Nada, nada’. Al
cabo de media hora hace llamar al secretario de la Congregación de Ritos y,
dándole un folio, le manda imprimirlo y enviarlo a todos los obispos diocesanos
del mundo”, añadió.
“¿Qué contenía? La oración que rezamos al final de
la misa junto con el pueblo, con la súplica a María y la encendida invocación
al príncipe de las milicias celestiales, implorando a Dios que vuelva a lanzar
a Satanás al infierno”, concluyó.
La oración de San Miguel se añadió en 1886 a las otras “oraciones Leoninas” que el Santo Padre había
mandado recitar después de 1884.
Según la tradición, lo que motivó al Papa León XIII a escribir la
oración fueron las terribles imágenes que vio y escuchó.
“Vi demonios y oí sus crujidos, sus blasfemias, sus
burlas. Oí la espeluznante voz de Satanás desafiando a Dios, diciendo que él
podía destruir la Iglesia y llevar todo el mundo al infierno si se le daba
suficiente tiempo y poder. Satanás pidió permiso a Dios de tener 100 años para
poder influenciar al mundo como nunca antes había podido hacerlo”, dijo.
La práctica de la oración a San Miguel estuvo vigente hasta antes de las
reformas litúrgicas del Concilio Vaticano II. Sin embargo, los fieles pueden
seguir esta devoción de manera privada.
ORACIÓN A SAN MIGUEL
ARCÁNGEL DEL PAPA LEÓN XIII:
San Miguel Arcángel defiéndenos de la pelea. Sé
nuestro amparo contra la maldad y las asechanzas del demonio. ¡Reprímale Oh
Dios como rendidamente te lo suplicamos! Y tú, Príncipe de las Milicias Celestiales, armado del Poder Divino, precipita
al infierno a Satanás y todos los espíritus malignos que para la perdición de
las almas, vagan por el mundo.
Amén.
Redacción ACI Prensa
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