ARZOBISPO DE PIURA: «LAS FUENTES DE MAYOR CONTAGIO DE CORONAVIRUS NO ESTÁN EN LAS IGLESIAS»
Además de la
Arquidiócesis de Piura y Tumbes, otras jurisdicciones como la Prelatura de
Yauyos, las diócesis de Lurín, Tacna y Moquegua, Chiclayo y Trujillo también
han abierto iglesias para la oración privada, misas y la adoración del
Santísimo Sacramento.
(RPP/InfoCatólica) El Arzobispo de Piura y Tumbes
(Perú), Mons. José Antonio Eguren, aseguró que «las
fuentes de mayor contagio de coronavirus no están en las iglesias, sino en
otros lados como el transporte público y los mercados».
Así lo indicó el Prelado en
diálogo con RPP, un mes después de la reapertura de
iglesias en la Arquidiócesis de Piura y Tumbes, donde los templos acogen a los
fieles siguiendo todas las medidas sanitarias del Protocolo para las actividades religiosas de la Iglesia
Católica en tiempos de pandemia de la Conferencia
Episcopal Peruana, que se elaboró en coordinación con el Ministerio de Salud; y
la guía de su Arquidiócesis para la celebración de Misas,
sacramentos y otros actos de culto público con control de asistentes.
El Arzobispo afirmó
que:
«Decir que la
Iglesia es la fuente principal de contagio es un despropósito, habiéndose
prácticamente normalizado la vida social, laboral y comercial. Las fuentes de
mayor contagio no están en las iglesias, sino están mayoritariamente en otros
lados: en el transporte público y en los mercados».
Las declaraciones se dan dos
días después que la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, dijo a RPP que la apertura de iglesias no está contemplada y que no ha
recibido ningún pedido de la Conferencia Episcopal de Perú para ello, pese a
que su cartera aprobó el protocolo presentado por los obispos. «A nivel mundial no se ha hecho este tipo de reapertura
en los países en donde se maneja un término medio de protección de la
población», dijo la ministra.
En sus declaraciones a RPP,
Mons. Eguren precisó que «si se siguen estos
protocolos como se debe, la apertura de los templos, en el caso de Piura y
Tumbes, –que es para la oración personal de los fieles y la adoración
eucarística en forma privada– no tendría por qué producirse
ningún aumento de casos de contagio de COVID».
«Los protocolos
que aplicamos suponen que al finalizar el día se desinfectan los templos y las
bancas con el uso de lejía disuelta en agua o con amonio cuaternario, que es
mejor que la lejía porque permanece más tiempo y de esa manera se controla más
el virus».
Mons. Eguren dijo que para
abrir los templos consultó con médicos de la región y del Comando COVID, ente
del Gobierno creado para afrontar la pandemia, y se tuvo en cuenta los protocolos
ya mencionados.
«Los párrocos se
fueron preparando desde junio y julio. Fueron señalizando las rutas de ingreso
y salida del templo, formando equipos de voluntarios laicos que tomaran la
temperatura, ofrecieran alcohol o gel e indicaran dónde desinfectar el calzado,
teniendo siempre en cuenta el distanciamiento social», dijo el Arzobispo.
El Prelado resaltó que en su
Arquidiócesis «los sacerdotes no han dejado de
visitar a los enfermos, sea para llevarles la Comunión, sea para ungirlos en el
caso que estén muy graves con la unción de los enfermos. Tampoco han dejado de
atender y escuchar confesiones. Pero la administración de los sacramentos es a
nivel personal e individual».
Sobre los velatorios, el
Arzobispo de Piura y Tumbes comentó que en esa región las familias suelen velar
a sus muertos en casa. «Aquí no hay una costumbre
de realizar velatorio en iglesias. Por eso, rara vez se pide el servicio»,
señaló. Cuando alguien fallece por COVID-19, las exequias se hacen como lo
estipula el Gobierno de manera estricta y rápida.
El Arzobispo indicó que muchas
personas participan actualmente en las Misas virtuales a través de Internet y
las redes sociales, lo que se traduce en «mucho provecho espiritual pero, como
dice el Papa, tiene su riesgo que es reducir la Iglesia a
lo virtual», cuando el Pontífice ha dicho que «la Iglesia, los sacramentos, el
pueblo de Dios, son concretos».
«En este momento
debemos hacer familiaridad con el Señor de manera virtual. Pero en algún
momento tendremos que salir del túnel. No nos podemos quedar ahí, porque la
Iglesia es comunidad, es contacto humano real, es vivencia de los sacramentos,
pero en el encuentro con los hermanos en la fe», concluyó.
Para los sacramentos en Piura
y Tumbes no se hacen celebraciones colectivas, mientras que las catequesis para
la Primera Comunión y la Confirmación se están haciendo virtualmente en las
parroquias.
Además de la Arquidiócesis de Piura y Tumbes, otras jurisdicciones como la Prelatura de Yauyos, las diócesis de Lurín, Tacna y
Moquegua, Chiclayo y Trujillo también han abierto iglesias para la
oración privada, misas y la adoración del Santísimo Sacramento.
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