lunes, 24 de agosto de 2020

¿POR QUÉ UN HOMBRE PENSÓ QUE ERA SACERDOTE SI NO HABÍA SIDO BAUTIZADO CATÓLICO?

Si piensas que eres sacerdote y en verdad no lo eres, tienes un problema. Y también muchas otras personas. Los bautismos que realizaste serían bautismos válidos, pero ¿las confirmaciones? No. Las Misas que celebraste no fueron válidas ni las absoluciones ni las unciones.

¿Y los matrimonios? Es complicado. Algunos sí, otros no. Depende del papeleo, aunque usted no lo crea.

El P. Matthew Hood, de la Arquidiócesis de Detroit en Estados Unidos, aprendió todo esto de la manera difícil.

Él pensaba que había sido ordenado sacerdote en 2017. Había estado ejerciendo el ministerio sacerdotal desde entonces.

Y entonces, este verano se dio cuenta que no era un sacerdote en lo absoluto. De hecho, descubrió que ni siquiera había sido bautizado.

Si quieres ser sacerdote, debes primero convertirte en diácono. Y si quieres ser diácono, debes primero haber sido bautizado. Si no fuiste bautizado no puedes convertirte en diácono y no te puedes ordenar sacerdote.

Por supuesto, el P. Hood pensó que había sido bautizado cuando era un bebé. Pero este mes leyó una notificación recientemente emitida por la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano. El documento indicaba que cambiar las palabras del bautismo de ciertas maneras lo hace inválido.

Por ejemplo, si la persona que realiza el bautismo dice “Nosotros te bautizamos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” en vez de “Yo te bautizo…”, el bautismo es inválido.

El P. Hood recordó que había visto un video de su propio bautismo. Y recordó que el diácono dijo en esa ocasión “Nosotros te bautizamos…”.

SU BAUTISMO NO ERA VÁLIDO.

La Iglesia presume que un sacramento es válido a menos que haya pruebas de lo contrario. Podría haber presumido que el P. Hood había sido válidamente bautizado, pero él había visto un video mostrando lo contrario.

El P. Hood llamó a su arquidiócesis. Necesitaba ser ordenado. Pero antes, después de tres años de actuar como un sacerdote, y sentirse como un sacerdote, necesitaba convertirse en católico. Necesitaba ser bautizado.

Rápidamente fue bautizado, confirmado y recibió la Eucaristía. Hizo un retiro. Fue ordenado diácono. Y el 17 de agosto, Matthew Hood finalmente se convirtió en un sacerdote. Esta vez de verdad.

La Arquidiócesis de Detroit anunció el hecho singular en una carta publicada el 22 de agosto.

En la carta, la arquidiócesis estadounidense explicó que después de que se dio cuenta de lo que había sucedido, el P. Hood “fue recientemente bautizado válidamente. Además, ya que otros sacramentos no pueden ser válidamente recibidos en el alma sin un bautismo válido, el P. Hood fue también recientemente válidamente confirmado y válidamente ordenado diácono transitorio y luego sacerdote”.

“Demos gracia y alabemos a Dios por bendecirnos con el ministerio del P. Hood”, añadió.

La Arquidiócesis de Detroit publicó también una guía, explicando que las personas cuyos matrimonios fueron celebrados por el P. Hood deberían contactar a su parroquia, y que estaban haciendo sus propios esfuerzos para contactarlos.

La arquidiócesis dijo además que estaba tratando de contactar a otras personas cuyos bautismos habían sido realizados por el diácono Mark Springer, quien bautizó inválidamente al P. Hood.

Se cree que ha bautizado de forma inválida a otros durante 14 años en la parroquia St. Atanasia en Troy, Michigan, usando la misma fórmula inválida, una desviación del rito que se exige que los clérigos usen al realizar los bautismos.

La guía clarificó que aunque las absoluciones realizadas por el P. Hood antes de su ordenación válida no fueron en sí mismas válidas, “podemos estar seguros de que todos aquellos que se acercaron al P. Hood en buena fe para hacer una confesión no salieron sin alguna medida de gracia y perdón de Dios”.

“Dicho eso, si recuerdas cualquier pecado grave (mortal) que deberías haber confesado al P. Hood antes de que él fuera válidamente ordenado y no has ido a una siguiente confesión, debes llevarlos a tu siguiente confesión explicando a cualquier sacerdote lo que ha sucedido. Si no puedes recordar si confesaste algún pecado grave, deberías llevar el hecho a tu siguiente confesión también. Una posterior absolución incluirá aquellos pecados y te dará tranquilidad de espíritu”, señaló la guía.

La arquidiócesis también respondió una pregunta que puede esperar que muchos católicos se harán: “No es legalista decir que aunque hubo una intención de conferir un sacramento no hubo un sacramento porque se usaron palabras diferentes? ¿No se encargará Dios de eso simplemente?”.

“La teología es una ciencia que estudia lo que Dios nos ha dicho y, cuando se trata de los sacramentos, debe haber no solo la correcta intención por parte del ministro sino también la ‘materia’ correcta y la ‘forma’ correcta (palabras/gestos, tales como un triple vertido de agua o inmersión por parte del que dice las palabras). Si falta uno de estos elementos, el sacramento no es válido”, explicó la arquidiócesis.

“Con respecto a Dios ‘encargándose de eso’, podemos confiar en que Dios asistirá a aquellos cuyos corazones están abiertos a Él. Sin embargo, podemos tener un mucho mayor grado de confianza al fortalecernos con los sacramentos que Él nos ha confiado”.

La arquidiócesis añadió que “de acuerdo al plan ordinario que Dios ha establecido, los Sacramentos son necesarios para la salvación: el bautismo trae consigo la adopción dentro de la familia de Dios y coloca la gracia santificante en el alma, ya que no hemos nacido con ella, y el alma necesita tener gracia santificante cuando abandona el cuerpo para pasar la eternidad en el Cielo”.

La Arquidiócesis de Detroit indicó que supo por primera vez que el diácono Springer estaba usando una fórmula no autorizada para bautizar en 1999. En esa ocasión, al diácono se le indicó que deje de desviarse de los textos litúrgicos.

Aunque en ese momento consideraba que, aunque ilícitos, los bautismos que había realizado Springer eran válidos. Eso cambió con la notificación emitida por el Vaticano a inicios de agosto de este año.

El diácono está ahora retirado “y ya no está en ministerio activo”, aseguró la arquidiócesis.

No se cree que otros sacerdotes en Detroit hayan sido bautizados de forma inválida, añadió.

¿Y qué hay del P. Hood, nuevamente bautizado y nuevamente ordenado? Después de las dificultades que comenzaron con la “innovación” litúrgica de un diácono, el P. Hood está ahora sirviendo en una parroquia nombrada en honor de un diácono santo, San Lorenzo: St. Lawrence Parish en Utica, estado de Michigan.

Traducido y adaptado por David Ramos. Publicado originalmente en CNA.

Redacción ACI Prensa

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