Los aplausos cesaron, la cuarentena se fue flexibilizando, en gran medida por la presión de la gente y la necesidad de trabajar, el número de infectados sigue en aumento, hoy 7513 nuevos contagiados y así estamos nosotros los trabajadores de salud: Médicos, enfermeras, personal administrativo, técnicos, tecnólogos médicos , servicio social, psicólogos, nutricionistas, bioquímicos, camilleros, personal de limpieza, etc. dándolo todo a destajo, sin vacaciones, sin licencias, sin horarios, angustiados, estresados, nerviosos, con mayor riesgo a contagiarnos, viendo cómo entran y salen las ambulancias y coches fúnebres, enterándonos de cuántas muertes hay por día, por hora.
LO DAMOS TODO. Somos parte de un gran engranaje que hace que esta "máquina" funcione.
Pero no somos máquinas, ni héroes, somos seres humanos con familia que nos esperan, con adultos mayores a los que atender e hijos chicos a quienes proteger.
Nos tenemos que cuidar entre nosotros, porque la gran parte de la gente no tiene idea de lo que se vive a diario en el hospital y no se cuidan, se creen omnipotentes, se juntan en reuniones, en fiestas clandestinas, etc.
QUÉDATE EN CASA pasó a ser un slogan que ya casi nadie tiene en cuenta.
NOS QUEDAMOS SOLOS.
Cuidémonos mutuamente, apoyémonos, acompañémonos, sigamos dando lo mejor a los demás sin intentar hacer milagros y que nuestra prioridad sea nosotros mismos, nuestra salud física y mental, porque nadie nos cuida, a pocos les importa.
Vemos a diario como caen compañeros con resultados positivos, se nos van amigos, familiares, fruto de esta maldita pesadilla.
Desde lo profundo de mi corazón les agradezco, mis queridos compañeros de trabajo por todo lo que hacen a diario, valen oro.
Anhelo que llegue el día en que se termine esta pandemia y podamos abrazarnos y estar orgullosos del trabajo cumplido, más allá de las caricias y de los aplausos
No hay comentarios:
Publicar un comentario