sábado, 22 de agosto de 2020

KEJARITOMENE: LA LLENA DE GRACIA

¿Qué quiso decir el ángel al llamar a María la Llena de Gracia?

Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

Partamos del saludo del ángel a María (Lucas 1, 28), en traducciones protestantes (y lastimosamente en algunas traducciones católicas) se dice que el saludo fue: "Salve muy favorecida, el Señor está contigo", pero en la versión en latín de dicho texto se nos dice que el saludo fue: "Ave María, gratia plena, dominus tecum", es decir Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor está contigo.

¿Qué quiso decir el ángel al llamar a María la "llena de gracia"?, pues precisamente que en ella no había sombra de pecado alguno, ya que por singular gracia y privilegio divino, en previsión de los méritos del hijo que de ella nacería, fue preservada del pecado original.  Para poder afirmar que algo está realmente lleno, ese algo debe haber recibido el 100% del volumen que puede contener, si tan sólo contuviera el 99.999999% aunque ante el ojo humano pareciera lleno, sabríamos que falta algo para que realmente lo esté; los ojos de Dios son -en todo, y en especial con respecto al pecado- mucho más exactos que cualquier sistema robótico creado por el hombre y por ello se deduce que si el ángel la llama "llena de gracia" es
porque ante Dios ella verdaderamente lo está, es decir no tiene sombra de pecado alguno.

En este punto podemos hacer un mejor análisis si vamos al idioma en que originalmente estaba escrito el Evangelio de Lucas, es decir el griego, en este texto en lugar de llamar a la Virgen la llena de gracia, el ángel la saluda usando el vocablo kejaritomene, vocablo que no tiene traducción al latín y mucho menos al español, ya que más que una palabra es un concepto que indica que la persona a quien va dirigida es "desde siempre, por siempre, y hasta siempre, llena de gracia", es decir, esta sola palabra en griego nos revela que la Virgen fue concebida sin pecado, no por méritos de ella, claro está, pero si por gracia de Dios.

La palabra κεχαριτομ?νη (kejaritomene) es una extensión de tres palabras: χαριτοω (charitoo), μ?νη (mene) y κε (ke).

χαριτοω (charitoo) significa "gracia", κε (ke) es un prefijo de χαριτοω que significa que la palabra está en tiempo perfecto. Este indica un estado presente producto de una acción completada en el pasado. μ?νη (mene) hace esto un participio pasivo. "Pasivo" significa que la acción es realizada en el sujeto (en nuestro caso la Virgen María) por otra persona (en nuestro caso Dios). Resumiendo, la palabra κεχαριτομ?νη de María es un participio pasivo de χαριτοω (charitoo) y nos dice que María está llena de gracia por voluntad -voluntad que es eterna- de Dios.

Es Dios el autor de su estado de gracia: llena, colmada de gracia. Esto indica que el ángel no está diciendo que María está llena de gracia (en ese momento), sino que se está refiriendo a ella como la "llena de gracia" (por siempre). (Cabe resaltar que esta palabra con la que él ángel identifica a María solamente es utilizada para ella en toda la Escritura).

Esteban en Hch 6,8, también está lleno de gracia, pero de una manera diferente, no desde siempre, ni de forma tal de que esa “gracia” permanezca para siempre, dado que el término utilizado es “pléres járis” (pleno de gracia).

Entonces, ¿qué llevó a Lucas a “crear” una palabra para referirse de esa manera a la Santísima Virgen a tal punto que la palabra kejaritomene no es utilizada por la literatura griega sino hasta el siglo V después de Cristo? Simplemente, Lucas, inspirado por el Espíritu Santo, comprendió que Dios eligió a la Virgen desde la eternidad para que fuera Madre de su Hijo y para tal fin, ella fue concebida sin pecado, sin mancha alguna.

Solo una persona libre de pecado pudo albergar en su vientre a Nuestro Señor Jesucristo.

Solo la Inmaculada Concepción de María pudo permitir que Emmanuel (Dios-con-nosotros) se hiciera Hombre.

Espero haber sido claro en los conceptos.

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