La oveja perdida y el buen pastor.
Que aquel que ya
no reza, un día abra sus labios y desde su corazón te diga que lo perdones, que
quiere volver a ti, a formar parte de tu rebaño
Por: María Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net
Por: María Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net
Una vez más, Señor, ante ti, y Tú siempre ahí
esperando...
Estás en todos los Sagrarios de la Tierra desde
hace más de dos mil años. Estás desde aquella "noche"
en que te quisiste quedar para no dejarnos solos, para acompañarnos como
se acompaña al amigo en sus momentos felices, en sus horas tristes y
amargas, también en el lecho de la enfermedad, en la soledad de los años
viejos....
Estuviste, estás y estarás. La generaciones pasan, el tiempo no se detiene y Tu
quisiste quedarte porque sabías que te íbamos a necesitar.
Y vamos recordando cómo te afanabas por enseñarnos cuánto es tu amor por los que te
olvidan, por lo que dicen que no creen en ti... por los que un día, quizá sin
saber por qué, se fueron de tu redil.. del que recuerda como una cosa lejana y
bella el día en que te recibió por primera vez y después...nada, del que te
empezó a negar porque se rieron de él el grupo de aquellos nuevos amigos... del
que por una pasión, donde hubo lágrimas en
otro hogar, comenzó una vida encadenado o encadenada a un delirio donde
tu ya no cabías, Jesús.... y nos hablas del pastor que echa en falta
a una de sus ovejas, y sale a buscarla hasta que la encuentra..... y tus
palabras tienen el mensaje de tu gran amor .
"Y cuando la
encuentra, la pone sobre sus hombros, y llegando a su casa convoca
a los amigos y vecinos y les dice: "ALEGRAOS
COMIGO PORQUE HE HALLADO LA OVEJA QUE SE ME HABÍA PERDIDO" Lucas
15 4-7.
¡QUÉ
PROFUNDA TERNURA, QUE GRAN ALEGRÍA ENCIERRAN ESTAS PALABRAS, JESÚS MÍO!
Y Tú estás ahí, Jesús, por la única
razón, por el único deseo que llena tu corazón que es, que alguien que te
abandonó.... que alguien que se olvidó de ti un día volverá. Que aquel que ya no reza, un día abra sus labios y desde
su corazón te diga que lo perdones, que quiere volver a ti, a formar parte de
tu rebaño, que quiere, como el
hijo pródigo volver al Padre, y que aquel que te dijo : no creo.... te
diga: NO SOLO CREO.... TAMBIÉN TE AMO.
"OS DIGO QUE, DE IGUAL
MODO, HABRA MAS ALEGRIA EN EL CIELO POR UN SOLO PECADOR QUE SE CONVIERTA QUE
POR NOVENTA Y NUEVE JUSTOS QUE NO TENGAN NECESIDAD DE CONVERSIÓN" Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Del Evangelio de Lc. 15, 4-7
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