Interesante análisis
efectuado tras una rápida comparación de la actitud del ateo y del cristiano.
Por: Rodolfo Varela, seminarista | Fuente: PadreSam.com
Personas buenas y malas, morales e inmorales,
las hay tanto cristianas como ateas. Pero ¿cuál es
el fundamento de tal o cual conducta, tanto en los cristianos como en los
ateos?
Para el ateísmo y sus
partidarios la ética es relativa,
variada, diversa, multicolor. Es decir la ética de los ateos es subjetiva cada
cual tendrá su concepción del bien y el mal según le parezca. En el otro
extremo estamos los cristianos, nosotros tenemos si bien es cierto valores
relativos tenemos también valores absolutos dados por Dios a través de su
revelación y que son la pauta para nuestros principios.
Después de una rápida
comparación de la actitud del ateo y del cristiano se pueden establecer las
siguientes valoraciones:
- Un ateo puede ser ateo aunque cometa actos
inmorales. Por el contrario, un
cristiano, no podrá ser un cristiano auténtico si comete actos inmorales
ya que sería como un ateo en la práctica,
pues no vive lo que cree.
- El cristiano se compromete con Dios para hacer el bien y
por eso la creencia en Dios favorece a que se actúe en concordancia con la
moral. En cambio, el ateo no está comprometido, sino consigo mismo y eso
no garantiza que esté orientado a realizar el bien.
- El cristiano deteriora su fe, en los momentos que se
comporta de manera adversaria al bien, pero toda buena acción favorece al
fortalecimiento de su fe; es por eso que entendernos con Dios nos ayuda a
crecer en valores y virtudes. El ateo por su parte no deteriora su ateísmo
cuando comete actos deshonestos.
- El cristiano no solo entra en contradicción con Dios
cuando comenten ciertos actos que van en contra de su ética religiosa sino
que también, cuando pudiendo realizar actos de bondad, caridad o justicia no
los realiza. En cambio, un ateo no entra en contradicción con su falta de
creencia si deja de realizar cualquier acción en beneficio del bien común.
Si bien es cierto que hay gran cantidad de ateos
que fueron y son honestos y coherentes consigo mismos, sin embargo, a lo largo
de los dos milenios de nuestra era se puede observar que los grandes
pioneros en la bondad han sido cristianos que trataron de vivir con mayor
coherencia la fe que profesaban. Para dar muestra de ello tenemos el testimonio verídico de
muchos cristianos como: San Pablo, San Agustín, San
Francisco, Santo Tomas de Aquino, San Ignacio de Loyola.
Finalmente diremos que los malos cristianos lo
han sido no por ser cristianos, sino a pesar de serlo. Por el contrario los
buenos ateos no lo han sido por no creer sino a pesar de no creer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario