El entorno de la
estación de Atocha siempre es vertiginoso. Lo cuenta José Manuel Sánchez
en El Plural. Marcado por viajeros cargados de maletas, turistas
despistados que se mueven entre el Museo Reina Sofía y el Prado y personas del
sur de Madrid que se desplazan a la capital para trabajar, sorprende un
local ubicado en el número 12 del Paseo de Santa María de la Cabeza,
espacio antes conocido como los Cines Infante.
Se trata
del Centro de Ayuda Cristiano, un amplio local que cuenta con una
sobria fachada negra en la que se puede leer un vinilo con hasta siete testimonios
de miembros de la organización que cuentan cómo se curaron,
volvieron a una vida ordenada o dejaron de tener envidia y les fue mucho mejor.
Entramos.
ASÍ ES UN CULTO
Dentro de la sede, se accede a
un enorme salón de cerca de 400 butacas que acoge un
culto cada día a las 20 horas adornado
con una frase en un dintel negro en el que se puede leer “Jesucristo es el Señor”. Mientras tanto, una voz recuerda que está
prohibido grabar. Tras unas notas de órgano comienza la canción con la que se
inicia la ceremonia, “Haz la diferencia”. Los
aproximadamente cien asistentes cantan al unísono el himno. Los más atrevidos
incluso estiran los brazos y se dan golpes en el pecho.
A media canción, el encargado
de oficiar la ceremonia, con marcado acento brasileño, insiste en lo mismo que
dice la letra: la igualdad no puede existir porque los que se alejan del Señor
no pueden ser iguales que los que viven en pecado. Cuando acaba su speech con tono de predicador, prosigue
la música.
Tras insistir de nuevo en el mismo mensaje de que la igualdad no existe
ni puede ser permitida, llega el momento de las donaciones.
Según el predicador presente, es voluntaria. Rápidamente entran a escena varias
azafatas con sacos para meter el dinero y datáfonos para aquellos que evitan el
metálico. Mientras tanto, insisten: “Esto
es una iglesia, aquí se viene a orar”.
INSCRITOS LEGALMENTE
EN ESPAÑA DESDE 1993
El Registro de
Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia señala
que el Centro de Ayuda Cristiano registró su actual nombre el pasado 5 de diciembre de 2019. Resulta extraño, dado que en la propia web de la
secta datan su llegada a España en 1993. De hecho, la búsqueda de imágenes
antiguas del Street View de Google señala que ese local
tenía otro nombre en su letrero, “Familia Unida”.
Se trata de una estrategia ya
conocida de la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), que ha empleado diversos nombres hasta
ahora en todo el mundo, como “Pare de Sufrir” u “Oración Fuerte
al Espíritu Santo”, además de los ya mencionados. De hecho, aunque lo
omite el reportaje de El Plural, en España ya estaba legalizada como “Comunidad Cristiana del Espíritu Santo” desde 1993 (con los últimos estatutos
aprobados en 2011) y con la misma dirección.
Su modus operandi consiste
en celebrar el culto, el que se invoca a Jesús y al Espíritu Santo, tres veces
al día. En ocasiones, tal y como señalan fuentes consultadas por El Plural, llegan
a exponer supuestas “telas de Jesús” a los fieles de la
congregación, así como productos y amuletos curativos del tipo
“Tierra de Jerusalén” o “Rosa de Sharon” con los que sanar enfermedades.
Por supuesto, todo este tipo de artículos puede adquirirse en el mismo local,
en el que también se vende la ‘biblia’ de la
organización, un texto escrito Edir Macedo.
ASÍ MANIPULAN A SUS
ADEPTOS
La manera de conseguir
financiación del Centro de Ayuda Cristiano se basa en decir que la pobreza es
del diablo. Es lo que se ha denominado “teología de la prosperidad”. “Yo no sigo a un Dios pobre. Si su Dios es pobre, es porque sus
pensamientos son pobres […]. La pobreza es del diablo; no de Dios”, llega a afirmar Macedo en uno de sus libros.
El
dinero entregado a la secta es dinero que se entrega a Dios, y mediante el cual serán
bendecidos. Incluso para salir de una enfermedad,
la organización pide que se done dinero. No
obstante, en los folletos que entregan en su sede, y que cualquiera que pase
por la puerta puede coger, advierten de que los testimonios “son fruto de la fe personal” y que “se
recomienda seguir las instrucciones de su médico”.
La entidad también se
aprovecha de las personas que acuden hasta Atocha, normalmente en situación de vulnerabilidad y fácilmente manipulables, para
“colarles” las supuestas piedras curativas. A cambio de una donación, los fieles
reciben objetos que pertenecieron a sitios sagrados para el cristianismo.
La carga evangélica es mínima.
Todo lo que podemos ver en sus redes sociales son consejos, guías sobre cómo
comportarse y la petición de donar el 10 % de las ganancias o
el patrimonio al Centro de Ayuda Cristiano (el diezmo).
Si a esto le sumamos el perfil
de las personas que acuden al Centro de Ayuda Cristiano nos encontramos
con una población que roza los cincuenta años, en su
mayoría sudamericana que ha
migrado a España a tener una vida mejor, que vive en zonas muy humildes y que
están sumidas en crisis personales.
DE LAS BANDAS
LATINAS A LA PANDEMIA
Uno de los principales focos
de la organización fundada y liderada por Edir Macedo, tal y como señalan
varios expertos, corresponde al estudio de las bandas latinas y
las familias que pasan hambre por la pandemia.
En Onda Madrid, radio
pública madrileña, el Centro de Ayuda Cristiano se vendía como “la iglesia más popular entre las comunidades latinas” que se encarga de reinsertar a la gente. Al
finalizar una entrevista, el pastor Alberto Díaz señalaba que una de las
actividades del grupo es acercarse a los jóvenes a
través de su grupo joven y su actividad en las calles en
lugares como Puente de Vallecas, donde la renta media no llega a los 10.000
euros anuales.
Allí, dicen, ayudan a los
chicos que pertenecen a las bandas, pero también “a las madres, que ya no saben qué hacer con los hijos
que están en drogas y malas compañías”,
para después invitar a “todos aquellos que
quieran un cambio de vida, que quieran salir de las bandas, de las drogas” y a las familias “que quieran
tener una nueva experiencia” para buscar “esa paz que sólo Dios nos puede dar”.
También en Youtube, donde
retransmiten su predicación y exponen su actividad en medios, muestran
cómo han repartido comidas a personas que se han quedado
sin ingresos durante la pandemia. En
el vídeo, son multitud las personas que aparecen hablando a cámara agradeciendo
al Centro de Ayuda Cristiano su labor repartiendo comida. “No hay mejor forma de mostrar el amor a Dios que mostrar
el amor al prójimo”, señala una
de las protagonistas del vídeo.
EL IMPERIO DE EDIR
MACEDO
La IURD nace en 1977 cuando su
fundador, Edir Macedo, abandona su trabajo como funcionario y se dedica a
predicar el Evangelio. Forbes le ha llegado a situar
como una de las 50 personas más ricas de Brasil con una riqueza de 3.000 millones de reales
brasileños, unos 850 millones de dólares.
En 2009, Macedo fue detenido junto con varios miembros de la secta acusados de
blanqueo de dinero y pertenencia a banda delictiva por usar el dinero otorgado por los fieles
en su beneficio.
El Grupo de Acciones
Especiales contra el Crimen Organizado (GAECO) de Brasil descubrió que entre 2001 y 2008, Macedo ganó 4.000 millones de dólares sólo en Brasil a través de su “teología
de la prosperidad”. La mitad de ese dinero fue depositado por
colaboradores del autodenominado “obispo” en
diferentes cuentas bancarias; el otro 50 %, transferido.
Tal es la cantidad de dinero
que posee, que incluso el FBI destapó que ostenta dos apartamentos en Collins
Hills, un condominio (es decir, una propiedad compartida) de lujo en Miami,
valorados en 2,1 millones de dólares y 4,7 millones de dólares,
respectivamente.
Además, las transferencias se
destinaron a dos empresas ubicadas en los paraísos fiscales de
Islas Caimán e Islas del Canal, y el dinero volvía a Brasil en forma de
préstamos a miembros de la secta que también estaban dentro de la trama. De
esta forma, Macedo se convirtió en una de las personas más influyentes del país,
llegando a tener 23 canales de televisión y 42
emisoras de radio.
Secretaría RIES
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