Como bien se explicó
en esta página no se puede negar a los fieles el derecho a comulgar en la
boca. La instrucción Redemptionis Sacramentum, reconoce el
modo de comulgar como un derecho de los fieles, no una prerrogativa de los obispos
o los sacerdotes y que los fieles tienen siempre derecho a elegir si desea
recibir la sagrada Comunión en la boca si por distintas razones,
manifiestan su deseo y opción de recibir la Eucaristía de este modo».
Ayer me negaron la comunión en la boca en la Iglesia de los
Carmelitas de Diagonal en Barcelona con muy malos modos, cuando realmente como
he explicado no pueden obligar a nadie a comulgar en la mano ni negar la
comunión por ese motivo. Bien es cierto que se ha extendido en la Iglesia la
recomendación de comulgar en la mano, pero al no obligar a ello y tener derecho
a comulgar en la boca en conciencia estoy convencido que es mejor seguir
comulgando de rodillas y en la boca. Incluso en aquellas iglesias que había
reclinatorios los han quitado.
Si me montaron ese numerito es
porque todo el mundo ha tragado con la recomendación de comulgar en la mano.
Espero que no se extienda para siempre esta terrible práctica por medidas de
higiene. El tema lo trataré en profundidad en breve entrevistando a un sacerdote
al respecto.
No sólo fue el único disgusto
que me llevé sino ver la benditeras como bandeja del dichoso gel. Una cosa es
cumplir las medidas de higiene y otra es desacralizar los templos. En alguna
que otra Iglesia obligan a llevar el bozal puesto, cuando entiendo que es solo
para los casos en los que no se puede guardar la distancia. La terrazas están
llenas y es normal que la gente anhele aquello que estuvo dos meses prohibido,
pero las iglesias no se llenan, hay ganas de cervecita y de sol, no tantas del
Sol de Justicia.
Javier Navascués
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