La Conferencia Episcopal Peruana, publicó ayer el “Protocolo para las Actividades Religiosas de la Iglesia
Católica en tiempos de Pandemia” que se ha elaborado considerando los
aportes de varios obispos e incluyendo las Sugerencias del Ministerio de Salud
(MINSA), adecuándonos así a las normas de higiene, salubridad y bioseguridad
para estos tiempos de pandemia.
CIUDAD
DEL VATICANO
Ayer, la Conferencia Episcopal
hizo público el Protocolo para poder realizar las actividades religiosas en
tiempos del coronavirus. El protocolo se podrá aplicar a partir del término del
estado de emergencia nacional (cuarentena), pero
dejando total libertad para que cada Obispo en su Jurisdicción Eclesiástica
establezca la fecha a partir de la cual lo aplicará, así como la gradualidad en
la apertura de los lugares de culto.
La asistencia a las celebraciones
eucarísticas, o celebraciones de otros sacramentos o actos de culto, se deberá
acudir no de manera masiva sino con el aforo
reducido a un tercio (1/3) de capacidad del templo, guardando el
distanciamiento social requerido de un (01) metro como mínimo y observando de
modo estricto el presente Protocolo y las normas específicas que el mismo
Obispo eventualmente establezca para su jurisdicción eclesial.
Además, los fieles deberán llevar consigo
mascarillas. Los sacerdotes, diáconos y
feligreses deberán aplicarse alcohol gel en las manos, o lavárselas con agua y
jabón, como medida de higiene y prevención.
En las puertas de los templos se
cuidará de que no ingresen más fieles que los
permitidos por el aforo antes señalado y, en lo posible, se controlará la
temperatura de los asistentes. Una vez que hayan ingresado, se les distribuirá en los espacios señalados previamente.
Los templos deben estar cuidadosamente desinfectados, limpios y
ventilados. Al final de cada celebración se deben desinfectar bancas,
sillas y objetos litúrgicos utilizados. En las puertas de los templos se habilitará una alfombra húmeda con agua y lejía, para
que los fieles al ingresar desinfecten la suela de sus zapatos de manera
obligatoria. En los templos no habrá ni se
usará agua bendita. Tampoco se podrá tocar ni besar las imágenes.
En lugar de hacer la colecta en
la forma usual, para la ofrenda de los fieles se
colocarán alcancías o canastas a la salida del templo. Durante la
celebración de la Misa, el copón, el cáliz y la
patena deben estar cubiertos con la palia o una tela apropiada. El saludo de la
paz, que es facultativo, se sustituirá por
otro gesto evitando el contacto directo. Dar la comunión en la mano.
En lo que concierne a las
reuniones de formación catequética y pastoral, se priorizarán las modalidades
virtuales, de lo contrario se deberán realizar cumpliendo estrictamente las
normas y criterios organizativos y sanitarios. En el documento se hace especial
atención a los fieles que estén a alto riesgo de contagio del coronavirus, y
podrán no asistir a la celebración eucarística dominical.
Si es necesario, es posible
organizar liturgias al aire libre; para la recogida de las ofrendas, se deben
colocar contenedores especiales a la salida, el intercambio de la paz será
sustituido por otro gesto que no implique un contacto directo y la Eucaristía
será distribuida en las manos.
Celebraciones de los sacramentos del Bautismo, Primera Comunión,
Confirmación y Matrimonio requieren de cercanía física, en lo posible se debe
postergar su celebración al menos durante la primera fase. Hasta que no
se emitan nuevas reglamentaciones, no se debe permitir la participación de
bandas de músicos en los templos. Continúan suspendidas las procesiones dentro
y fuera del templo. No se debe permitir las visitas turísticas en los
templos.
Vaticano News
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