El P. Emerson Velaysosa tiene solo un año como
párroco de San Juan Bautista de Amancaes, una zona del distrito del Rímac donde
hay varios cerros en los que viven miles de personas pobres en Lima (Perú).
Desde el primer día de la emergencia del coronavirus ha llevado ayuda pero necesita
más donaciones para seguir atendiendo a los más necesitados.
“Empezamos con las ayudas desde el inicio de la
cuarentena en marzo porque sabemos que las familias viven al día y desde el
primer momento comenzó la necesidad”, dijo el
sacerdote en declaraciones a ACI Prensa.
En Perú los casos de coronavirus ya pasaron la barrera de los 170 mil
con un trágico saldo de más de 4.600 fallecidos. Lima es el departamento con
más afectados, con 103 mil casos en total.
El P. Velaysosa, que este 2020 cumplirá 40 años de edad, indicó que la
ayuda es posible gracias a la colaboración de Cáritas Lima y que las donaciones
se entregan con el Ejército y los voluntarios que lo acompañan.
Al principio, precisó, iban con los víveres casa por casa, “pero después, debido a que aumentaron los días de
cuarentena también las ayudas de Cáritas disminuyeron porque tuvieron que
atender a otros sectores. Ahora solo damos víveres a las ollas comunes”.
La cuarentena en Perú tuvo varias extensiones desde el 15 de marzo. La
última, anunciada por el presidente Martín Vizcarra, extendió el estado de
emergencia hasta el próximo 30 de junio.
El sacerdote dijo que actualmente sirve a unas 1.200 personas
agrupadas en nueve ollas comunes,
iniciativas de los vecinos en zonas pobres en las que se alimentan de la comida
preparada en una misma olla, para afrontar unidos el hambre que se hace cada
vez más acuciante por la imposibilidad de trabajar por la cuarentena ordenada
por el Gobierno.
El párroco resaltó que también ayudan a las familias “donde hay uno o
varios miembros con COVID-19. En
esos casos se prepara los alimentos en la parroquia y los llevamos a sus casas
para que esas familias no salgan por 15 días hasta que termine su recuperación.
Hasta el momento el sacerdote ha colaborado con cientos de personas que
han sufrido la enfermedad, aunque lamentablemente ya hay varios fallecidos. “Uno de ellos fue el segundo en el Perú. Desde entonces
han muerto unas cuatro personas cada semana”, lamentó.
Aunque no puede visitar a las familias de los fallecidos por el
protocolo establecido por las autoridades, sí ofrece una oración por los
muertos y sus deudos, dijo el P. Velaysosa.
El sacerdote, natural de Chachapoyas en la selva del Perú, comentó
también que en una de las ollas comunes “hay muchos
miembros de la Iglesia pentecostal y a ellos también les doy víveres tres veces
por semana. Son muy respetuosos y agradecidos”.
Entre los alimentos que distribuye a las ollas comunes hay arroz,
menestras, pollo, embutidos, leche, azúcar, aceite, yogurt, avena, papas y
verduras. Solo en arroz se necesitan cuatro sacos de 50 kilos cada semana.
El P. Emerson también comentó a ACI Prensa que el sábado 30 de mayo, en
la víspera de la Solemnidad de Pentecostés, envió una especial bendición con el
Santísimo Sacramento a los fieles que estaban representados por corazones con
sus nombres, que fueron pegados a las bancas del templo parroquial. “Fue una idea del equipo de comunicación”, dijo.
El párroco reiteró su pedido de ayuda y animó a dar “gracias a Dios por las familias que tienen medios y
pueden subsistir, pero piensen en los demás. Las necesidades no están lejos,
están cerca de nosotros”.
“El Rímac está a solo cuatro kilómetros de la Plaza
de Armas [de Lima]. Las necesidades son fuertes, colaboren con la comunidad. Si
no pueden ayudar, oren. Oren para que Dios toque los corazones de las personas
que sí tienen medios económicos”.
“Por favor, ayúdennos a ayudar. Se los
suplico, se los agradezco”, concluyó.
El sacerdote dijo que si la colaboración es con dinero se puede hacer a
través de Cáritas Lima.
Para donaciones de víveres se pueden poner en contacto con él a través de la
página de Facebook de su parroquia a la que puede acceder AQUÍ o lo pueden llamar al
teléfono +51927992001.
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario