Más de 60 fieles de la iglesia de San Bartolomé en
Queens (Estados Unidos) han muerto por coronavirus, en una comunidad donde la
mayoría son inmigrantes indocumentados, que no tienen acceso a atención médica.
Según detalla Associated
Press, la iglesia católica ubicada en el barrio de Elmhurst se
encuentra de luto por la pérdida de tantos miembros, quienes no pueden ser
velados por su familia debido a la cuarentena declarada para evitar el avance
del coronavirus.
Estados Unidos cuenta actualmente con más de un millón de personas
infectadas por el coronavirus COVID-19 y más de 78 mil muertos debido a la
enfermedad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Como medida para prevenir el avance del virus, el gobernador de New
York, Andrew Cuomo, declaró cuarentena desde el 23 de marzo hasta el pasado 15
de mayo y el cierre de negocios no esenciales.
El párroco de la iglesia, el P. Rick Beuther, indicó que su comunidad es
vulnerable, dado que muchos de los fieles se exponen al contagio al tener que
ir a trabajar a hospitales o supermercados.
El sacerdote señaló que al menos 60 personas han fallecido por
coronavirus, pero lamenta que probablemente sean algunas docenas más los que
han muerto a causa del virus.
“Las últimas ocho, diez semanas han sido un
verdadero tsunami, un desastre para nosotros, entre enfermedad, muerte,
desempleo y la falta de servicios para los indocumentados”, agregó.
Antes de la pandemia, la iglesia lograba congregar en una Misa dominical
a más de cinco mil personas, quienes en su mayoría eran latinos indocumentados,
quienes por su condición no pueden acceder a servicios de salud, lo que los
hace vulnerables al COVID-19.
Además, el sacerdote indicó que muchos de los que asisten a la iglesia
viven en departamentos pequeños, abarrotados de gente, en un gran riesgo de
contagio.
El P. Beuther agregó que por este reducido espacio las personas no
pueden practicar el distanciamiento ni la cuarentena.
“Cualquiera que tose o estornuda en un
departamento, teme que el resto del grupo les pida que se vayan”, señaló.
Sin embargo, el P. Beuther no se ha rendido en su labor pastoral y con
los servicios cancelados, busca mantener contacto con los fieles a través de
llamadas telefónicas diarias y comunicándose con los capellanes de los
hospitales para saber del estado de salud de las personas que asistían a su
iglesia.
Redacción ACI Prensa
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