«La
libertad religiosa es amordazada, limitada»
Mons. Dominique
Rey, obispo de Fréjus-Toulon (Francia), ha hecho público un vídeo en el que
asegura que la decisión del presidente de la República Francesa, Emmanuel
Macrón, de aplazar las celebraciones del culto religioso con público es
injusta, discriminatoria y una ofensa a los cristianos.
(InfoCatólica) Declaraciones de Mons. Rey:
¿QUÉ LE INSPIRA LA
DECLARACIÓN DEL PRIMER MINISTRO SOBRE EL APLAZAMIENTO DE LAS CELEBRACIONES DEL
CULTO HASTA EL 2 DE JUNIO?
Al final de una larga
enumeración de las medidas tomadas para la desescalada (como dicen en España o
las etapas de salida de la cuarentena como diríamos acá) en las escuelas, las
empresas, el transporte, el primer ministro anunció de manera rápida que los
oficios en las iglesias sólo podrían realizarse a partir del 2 de junio.
Considero que esta prohibición
es incomprensible e injusta. El Gobierno discrimina con respecto a las medidas
de desescalada previstas en otros ámbitos de la vida pública y social. Sí, es
una ofensa a los cristianos. Para los centenares de miles de fieles que podrán
hacer las compras, trabajar, reunirse, siguiendo las reglas de seguridad
sanitaria, pero no podrán ir a Misa o participar en un culto, cuando las
celebraciones son momentos esenciales, vitales, no sólo en la vida de un
creyente sino también para la vida de nuestra sociedad, dado que en ellas
pedimos a Dios su auxilio, su ayuda, para nuestro país y para el mundo.
Sí, me insurjo contra el hecho
de tratar la misa como una actividad secundaria, o incluso lúdica. De ella
depende la salud de nuestra alma.
¿NO SE CORRE EL
RIESGO DE FAVORECER LA PROPAGACIÓN O UN REBROTE DEL COVID 19 SI LA GENTE SE
REÚNE EN LAS IGLESIAS?
La Iglesia católica estaba
dispuesta, y lo sigue estando, a aplicar todas las medidas necesarias de
higiene y seguridad personal, de distanciación social, en los lugares de culto.
Está dispuesta a multiplicarlas celebraciones para evitar aglomeraciones
excesivas. Estamos dispuestos a hablar con las autoridades prefectorales, municipales,
para aplicar el protocolo de las normas indispensables para evitar cualquier
contagio.
Pero todo esto fue descartado
sin más, con una simple frase que proscribe el ejercicio del culto. Resulta
chocante el tratamiento discriminatorio impuesto, la falta de consideración por
los cristianos. La libertad religiosa garantizada por la Constitución es así
amordazada, limitada.
¿QUÉ PUEDEN HACER
LOS CRISTIANOS FRENTE A ESTAS DISPOSICIONES GUBERNAMENTALES MIENTRAS AGUARDAN
EL FIN DE LA CUARENTENA?
Me parece importante que los
cristianos hagan oír su voz, que expresen su descontento, de manera clara,
pacífica pero firme ante semejante desprecio. Debemos seguir organizándonos
como muchos han hecho desde el inicio de la cuarentena, utilizando las redes
sociales para tejer lazos entre nosotros, siendo solidarios con las personas
aisladas, frágiles, ancianas, visitando a los enfermos, haciendo de cada uno de
nuestros hogares, iglesias domésticas, con momentos de oración, compartiendo
como hermanos momentos propicios para la interioridad, la meditación. Debemos
inventar nuevas formas de vida cristiana, de culto, de relaciones fraternas y
ante la incertidumbre por el mañana, promover la confianza, la esperanza en el
Señor.
Para todas estas iniciativas,
los cristianos deben tomar, de modo ejemplar, todas las precauciones
necesarias, tanto para sí mismos como por caridad para con las demás personas
que encuentren o frecuenten, atentos al bien común.
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