El Papa Francisco lamentó que hay personas que
prefieren las tinieblas a la luz, personas cegadas por el pecado, porque el
pecado ciega, y convierte a los hombres en “murciélagos humanos que sólo saben
moverse en la noche”.
Así se expresó el Pontífice durante la Misa celebrada este miércoles 22
de abril en la Casa Santa Marta.
En la homilía, el Santo Padre señaló que “también
nosotros cuando estamos en pecado nos encontramos en este estado. No toleramos
la luz. Es más cómodo para nosotros vivir en las tinieblas. La luz nos
abofetea, nos hace ver aquello que no queremos ver”.
Pero lo peor “es que los ojos del alma, de
tanto mirar en las tinieblas, se habitúan, hasta el punto de que terminan por
ignorar qué es la luz. Pierden el sentido de la luz, porque me acostumbro más a
las tinieblas”.
EL AMOR DE DIOS EN EL
CRUCIFIJO
A partir del fragmento del Evangelio de San Juan de este miércoles, que
el Papa definió como “un verdadero tratado de
Teología” y en el que se narra el diálogo entre Jesús y Nicodemo,
Francisco reflexionó sobre dos puntos: el amor de
Dios en Cristo crucificado, y la luz frente a las tinieblas.
Sobre el primer punto, el Pontífice recordó que “Dios
nos ama, y nos ama con locura. El amor de Dios parece una locura. ‘Tanto amó
Dios al mundo que entregó a su Hijo unigénito’. Dio a su hijo, entregó a su
hijo y lo envió para morir en la Cruz”.
“Cada vez que miramos al crucifijo, encontramos
este amor. El crucifijo es, precisamente, el gran libro del amor de Dios. No es
un objeto de colocar aquí, colocar allá, más antiguo, más moderno… Es
precisamente la expresión del amor de Dios”.
Subrayó que “Dios nos ha amado así: Ha
enviado a su hijo, se ha entregado hasta la muerte de Cruz por amor. Dios amó
tanto al mundo hasta dar a su hijo”.
“Cuántos cristianos pasan el tiempo mirando el
Crucifijo y allí lo encuentran todo. Porque han comprendido, el Espíritu Santo
les ha hecho entender que allí está toda la ciencia, todo el amor de Dios, toda
la sabiduría cristiana”.
Señaló que “Pablo habla de esto explicando
que todos los razonamientos que hacen los humanos sirven hasta cierto punto,
pero el verdadero razonamiento, el modo de pensar más bello, y que más explica
todo, es la Cruz de Cristo, es Cristo crucificado, que es escándalo y locura,
pero que es el camino”.
LUZ FRENTE A TINIEBLAS
El segundo punto se refiere al versículo que dice que “la luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las
tinieblas que la luz porque sus obras eran malvadas”.
“Muchos escándalos humanos, tanta corrupción se
deben” a que hay personas que, cegadas
por el pecado, prefieren las tinieblas a la luz, sólo pueden vivir en
tinieblas, como murciélagos, porque la luz los ciega. Se han acostumbrado a
vivir en la oscuridad y ya no pueden vivir en la luz.
“Los corruptos no saben qué es la luz, no la
conocen. También nosotros cuando estamos en estado de pecado, alejados del Señor,
estamos ciegos. Nos sentimos mejor en las tinieblas y nos movemos sin ver, como
los ciegos, moviéndonos cómo podamos”.
El Papa Francisco finalizó la homilía invitando a dejar “que el amor de Dios que envió Jesús para salvarnos,
entre en nosotros. Y la luz que trae Jesús, la luz del Espíritu, entre en
nosotros y nos ayude a ver las cosas con la luz de Dios, con la luz verdadera,
y no con las tinieblas que nos da el señor de las tinieblas”.
POR MIGUEL PÉREZ
PICHEL | ACI Prensa
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