EL
PAPA INVITA A ENCOMENDARSE A JESÚS MISERICORDIOSO ANTE EL CORONAVIRUS
El Papa Francisco invitó a encomendarse a Jesús
Misericordioso “por toda la Iglesia y por toda la humanidad” que sufre la
epidemia de COVID 19 causada por el coronavirus.
Al finalizar la catequesis de la Audiencia General celebrada en la
Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano este miércoles 15 de abril, el
Pontífice recordó que “el próximo domingo
celebraremos la fiesta de la Divina Misericordia”.
“San Juan Pablo II la instituyó respondiendo a la
petición de Jesús transmitida a Santa Faustina: ‘Deseo que la fiesta de la
misericordia sea de reparo y refugio para todas las almas. La humanidad no
encontrará paz hasta que no se dirija a la fuente de mi misericordia’”, dejó escrito Santa Faustina.
“Con confianza recemos a Jesús Misericordioso por
la Iglesia y por toda la humanidad, especialmente por aquellos que sufren en
este tiempo difícil. Cristo resucitado reviva en nosotros la esperanza y el
espíritu de fe. De corazón, os bendigo”, concluyó.
Redacción ACI Prensa
EL
PAPA FRANCISCO EXPLICA EN QUÉ CONSISTE LA VERDADERA PAZ INTERIOR
El Papa Francisco destacó durante la Audiencia
General de este miércoles que “el verdadero equilibrio interior surge de la paz
de Cristo” y advirtió que frecuentemente el significado de la palabra paz,
puede “ser mal entendida o trivializada”.
“El verdadero Shalom y el verdadero equilibrio
interior surgen de la paz de Cristo, que proviene de su Cruz y genera una nueva
humanidad, encarnada en una infinita lista de santos y santas, inventivos,
creativos, que han ideado nuevas formas de amar. Esta vida como hijos de Dios,
que por la sangre de Cristo buscan y encuentran a sus hermanos, es la verdadera
felicidad”, dijo el Papa durante su
catequesis semanal de este 15 de abril.
Al reflexionar en la séptima bienaventuranza relatada en el Evangelio de
San Mateo (Mt 5,9) que dice: “dichosos los que
trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios” el
Pontífice explicó que para entender esta afirmación en la que se habla de
quienes “trabajan por la paz” es necesario
aclarar en qué consiste la paz verdadera.
En esta línea, el Papa confió que le alegra abordar esta cuestión “inmediatamente después de Pascua, porque la paz de Cristo es el fruto de su muerte y
Resurrección” y añadió que “para
comprender esta dicha, uno debe explicar el significado de la palabra paz”.
DOS DIFERENTES IDEAS DE
PAZ
“Debemos orientarnos entre dos ideas de paz: la
primera es la bíblica, donde aparece la bellísima palabra Shalom, que
expresa abundancia, prosperidad, bienestar. Cuando en hebreo se desea Shalom,
se desea una vida bella, plena y próspera, conducida bajo la verdad y la
justicia, que se cumplirá en el Mesías, Príncipe de paz”.
En segundo lugar, está el otro sentido, más extendido, por el cual la
palabra “paz” se entiende como “una especie de tranquilidad interior; ésta es una idea
moderna, psicológica y más subjetiva. Se piensa generalmente que la paz es
tranquilidad, armonía, equilibrio interior” y añadió que “este segundo significado es incompleto y no puede ser
absolutizado, porque la inquietud en la
vida puede ser un momento importante de crecimiento, mientras que puede
ocurrir que la tranquilidad interior corresponda a una ‘conciencia domesticada’
y no a una verdadera redención espiritual”.
“Muchas veces el Señor debe ser un ‘signo de
contradicción’ sacudiendo nuestras falsas certezas, para llevarnos a la
salvación”, describió el Papa quien invitó
también a recordar que “el Señor entiende que su
paz es diferente de la humana, cuando dice: ‘Les dejo la paz, les doy mi paz.
No como la da el mundo, yo se las doy’ del Evangelio de San Juan (Jn 14,27)”.
“Preguntémonos: ¿cómo da paz el mundo? Si pensamos
en los conflictos bélicos, las guerras normalmente terminan de dos maneras: con
la derrota de una de las dos partes o con tratados de paz. Solo podemos esperar
y rezar para que siempre se tome esta segunda vía; sin embargo, debemos
considerar que la historia es una serie
infinita de tratados de paz negados por guerras sucesivas o por la
metamorfosis de esas mismas guerras de otras maneras o en otros lugares”, expresó.
De este modo, el Papa reiteró que en la actualidad existe “una guerra en pedazos” que se lleva a cabo “en múltiples escenarios y de diferentes maneras. Al
menos debemos sospechar que, en el contexto de una globalización construida
sobre todo por intereses económicos, la ‘paz’ de algunos corresponda a la
‘guerra’ de otros. ¡Esta no es la paz de Cristo!”.
Por ello, Francisco cuestionó “¿cómo ‘da’ su
paz el Señor Jesús?” y citó la Carta de San Pablo a los Efesios (Ef
2,14) en que el apóstol describe que “la paz de Cristo es ‘hacer de dos, uno
solo’ eliminar la enemistad y
reconciliarse. Y la forma de lograr este trabajo de paz es su cuerpo. De
hecho, reconcilia todas las cosas y pone paz con la sangre de su cruz”.
En este sentido, el Santo Padre preguntó “¿quiénes
son los que trabajan por la paz?” y concluyó que esta séptima bienaventuranza
“es la más activa, explícitamente operativa; la expresión verbal es análoga a
la utilizada en el primer versículo de la Biblia para la creación e indica
iniciativa y laboriosidad”.
“El amor
es, por naturaleza, creativo y busca la reconciliación a toda costa. Son
llamados hijos de Dios los que han aprendido el arte de la paz y lo ejercitan,
y saben que no hay reconciliación sin el don de la vida, y que siempre se debe
buscar la paz. ¡En todo momento!
Este no es un trabajo autónomo que es el fruto de las propias habilidades, es
una manifestación de la gracia recibida de Cristo, quien nos hizo hijos de
Dios”, dijo.
Finalmente, el Papa Francisco animó a “colaborar
con Dios en la tarea de construir la paz, en cada momento y lugar, comenzando
por aquellas situaciones que viven y con las personas que tienen alrededor; de
manera particular, en estos momentos que estamos viviendo a causa de la
pandemia, para que, con un gesto concreto de bien, puedan llevar la ternura, la
alegría y la paz de Cristo Resucitado”.
“¡Feliz Pascua de Resurrección! y que Dios los
bendiga”.
POR MERCEDES DE LA
TORRE | ACI Prensa
PAPA
FRANCISCO: RECEMOS POR LOS ANCIANOS QUE TIENEN MIEDO A MORIR SOLOS
Al inicio de la Misa celebrada en la Casa Santa
Marta de este miércoles 15 de abril, el Papa Francisco pidió rezar
especialmente por los adultos mayores “aislados o en los asilos de ancianos”
porque tienen miedo a morir solos durante esta pandemia del coronavirus,
COVID-19.
“Recemos hoy por los ancianos, especialmente por
quienes están aislados o en los asilos de ancianos. Ellos tienen miedo, miedo
de morir solos. Sienten esta pandemia como algo agresivo para ellos”, dijo.
En esta línea, el Santo Padre señaló que “ellos
son nuestras raíces, nuestra historia. Ellos nos han dado la fe, la tradición,
el sentido de pertenencia a una patria. Recemos por ellos para que el Señor
esté cerca de ellos en este momento”, indicó el Pontífice.
Luego, el Papa en su homilía explicó que “Dios es
salvador porque es fiel a su promesa” y destacó que “la fidelidad de Dios es fiesta, es fiesta gratuita, es
fiesta para todos nosotros”.
“La fidelidad de Dios es una fidelidad paciente.
Tiene paciencia con su pueblo, lo espera, lo guía, le explica lentamente, y le
calienta el corazón, como hizo con estos dos discípulos que caminan lejos de
Jerusalén. Les calienta el corazón para que regresen a casa”.
Además, el Santo Padre destacó que “la
fidelidad de Dios siempre nos precede, y nuestra fidelidad siempre es respuesta
a aquella fidelidad que nos precede. Es Dios quien nos precede siempre, es la
flor del almendro en primavera: florece el primero. Ser fiel es alabar esta
fidelidad. Es una respuesta a esta fidelidad”, concluyó.
Redacción ACI Prensa
PAPA
FRANCISCO: “DIOS ES SALVADOR PORQUE ES FIEL A SU PROMESA”
El Papa Francisco reflexionó este miércoles 15 de
abril en la Misa celebrada en Casa Santa Marta sobre la fidelidad de Dios.
Señaló que “Dios se presenta continuamente como salvador del pueblo porque es
fuel a su promesa”.
Subrayó también que la fidelidad de Dios siempre es la que toma la
iniciativa, y que “nuestra fidelidad no es otra
cosa que una respuesta a la fidelidad de Dios. Dios es fiel a su Palabra, es
fiel a su promesa, camina con su pueblo llevando adelante la promesa, cercano a
su pueblo, fiel a la promesa”.
“Dios que es capaz de rehacer las cosas, de
recrear, como hizo con este tullido de nacimiento al que le recreó los pies, lo
curó. Es el Dios que sana, el Dios que siempre lleva consuelo a su pueblo. El
Dios que recrea. Una recreación nueva. Esa es su fidelidad con nosotros. Una
recreación que es más maravillosa que la creación”, explicó el Pontífice.
Señaló el Papa que es “un Dios que va
adelante, y que no se cansa de trabajar para llevar adelante al pueblo, y no
tiene miedo de cansarse. Como aquel pastor que cuando llega a casa se da cuenta
de que falta una oveja, y regresa a buscar la oveja que se le ha perdido. Un
pastor que hace lo extraordinario, por amor, por fidelidad”.
“El nuestro es un Dios que hace lo extraordinario,
pero no de pago, gratuitamente. Es la fidelidad de la gratuidad, de la
abundancia. Es la fidelidad de aquel padre que es capaz de salir muchas veces a
la azotea para ver si regresa el hijo. Y no se cansa de subir. Lo espera para
organizarle una fiesta. La fidelidad de Dios es fiesta, es alegría. Es una
alegría tal que te hace actuar como aquel tullido: ‘Entró en el Templo andando,
saltando y alabando a Dios’”.
El Papa Francisco hizo hincapié en que “la
fidelidad de Dios es fiesta, es fiesta gratuita, es fiesta para todos nosotros.
La fidelidad de Dios es una fidelidad paciente. Tiene paciencia con su pueblo,
lo espera, lo guía, le explica lentamente, y le calienta el corazón, como hizo
con estos dos discípulos que caminan lejos de Jerusalén. Les calienta el corazón
para que regresen a casa”.
La fidelidad de Dios “es aquello que no
sabemos qué sucedió en aquel diálogo de Jesús con Pedro. Fue Dios, generoso,
que buscó a Pedro que había renegado. Solo sabemos que el Señor Resucitado se
apareció a Simón. Qué sucedió en aquel diálogo, no lo sabemos. Pero sí sabemos
que fue la fidelidad de Dios la que fue a buscar a Pedro”.
“La fidelidad de Dios siempre nos precede, y
nuestra fidelidad siempre es respuesta a aquella fidelidad que nos precede. Es
Dios quien nos precede siempre, es la flor del almendro en primavera: florece
el primero. Ser fiel es alabar esta fidelidad. Es una respuesta a esta
fidelidad”, concluyó su homilía el Papa
Francisco.
Redacción ACI Prensa
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