viernes, 3 de abril de 2020

EUTANASIA PRÁCTICA Y SIN DISIMULOS


Nos mienten. En todo y cada día. Sin disimulo, sin medias tintas, con todo el cinismo del mundo.
¿Cuántas veces no hemos escuchado a nuestros gobernantes, especialmente a los que se autodenominan de gobiernos “progresistas”, hablarnos de atención a los débiles, apuesta por los más desfavorecidos, ayuda a las personas más vulnerables, compromiso con los desheredados…?
Mentira. Mentira y más mentira. Al final es lo de siempre, disfrazado de bonhomía y solidaridad, arriba parias de la tierra.
¿Hay alguien más débil y sin recursos que un niño en el vientre de su madre? ¿Alguien lo protege? Abierta la veda. ¿Y más vulnerable que un anciano? En estos días de grave crisis sanitaria nos llegan noticias desde diversos lugares que nos hablan de los protocolos para la atención a ancianos.
Lo de Cataluña, especialmente dramático. Consideran que ha de priorizarse los años de vida, estado funcional y problemas crónicos para la intubación de pacientes. El documento que ha remitido la Generalitat de Cataluña a ciertos hospitales y al personal del SEM recomienda que no se intube a aquellas personas que superen los 80 años. En estos casos, se requiere que el tratamiento se haga con mascarillas de oxígeno. En caso de que el paciente no mejore, se podría utilizar la morfina para combatir la carencia de aire. Esta recomendación también se extiende a personas de 75 años, exceptuando los casos que no padezcan un problema crónico previo.
Es triste. Una generación que nos sacó de la carestía de la postguerra, que han trabajado como leones y cotizado toda una vida. Ya lo ven. Cataluña y otras zonas de España. Mucho hablar de débiles y apoyo a los más necesitados, pero si tienes una cierta edad y problemas de salud, lo normal en un anciano, mejor te mueres. El protocolo llega a afirmar que “si no mejoran después de 15 minutos, se puede considerar tratamiento de confort (mórfico) para paliar la sensación de dipnea”. Facilito. Llega el anciano al hospital, se le pone una mascarilla con oxígeno y si en quince minutos no mejora, sedación y se acabó. Pero estamos con los débiles.
No hace falta ley de eutanasia. Basta modificar los protocolos médicos. Entiendo que estén desbordados en este momento. Entiendo que todo se va de las manos. Pero es terrorífico.
Me resulta impactante que se clasifique a las personas en útiles e inútiles, que se juzgue la validez de una vida por años o condiciones físicas. Hay protocolos de otros lugares que desaconsejan UCIS para ancianos con demencia, y supongo que para personas con discapacidad intelectual. ¿No se había muerto Hitler? ¿Ha vuelto el doctor Mengele? ¿Qué entendemos por calidad de vida? ¿Las personas con cuerpos “danone” tienen preferencias por su físico?
Entiendo que en estos momentos de crisis total los sanitarios tengan que ver cómo actuar. Pero entiendan también que hay cosas que me hacen, nos hacen, temblar.
Quince millones a las televisiones. El Gobierno ha aprobado la concesión de una ayuda «excepcional» por la crisis del coronavirus a las televisiones privadas de 15 millones de euros. Pobre gente. Entiendo que el gobierno apuesta por los más débiles. Y me callo. 
Jorge González Guadalix

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