El Papa Francisco subrayó, durante la Misa
celebrada este viernes 17 de abril en Casa Santa Marta, que la familiaridad con
Jesús debe ser comunitaria: con la Iglesia, con los sacramentos y con el
pueblo.
Advirtió que “una familiaridad sin
comunidad, una familiaridad sin el pan, una familiaridad sin la Iglesia, sin el
pueblo, sin los sacramentos, es peligrosa”.
“Puede convertirse en una familiaridad gnóstica.
Una familiaridad desvinculada del pueblo de Dios. La familiaridad de los
apóstolos con el Señor siempre era comunitaria, siempre era ‘en la mesa’, signo
de la comunidad, siempre era con el sacramento, con el pan”, señaló.
El Pontífice realizó esta reflexión a raíz de la situación excepcional
que vive la Iglesia debido a la pandemia de coronavirus, que ha obligado a
celebrar la Misa telemáticamente al estar la población confinada.
Señaló que esa familiaridad gnóstica es un peligro en el que pueden caer
los cristianos en este momento de pandemia en que “todos
nos comuniquemos, también religiosamente, por los medios de comunicación,
también en esta Misa, estamos todos comunicados, pero no juntos, no
espiritualmente juntos”.
“Esto no es la Iglesia”, subrayó. “Esto es la Iglesia de una
situación difícil que el Señor ha permite, pero el ideal de la Iglesia siempre
es con el pueblo y con los sacramentos. Siempre”.
En ese sentido, contó una anécdota. Explicó que “antes
de la Pascua, cuando salió la noticia de que yo celebraría la Pascua con San
Pedro vacío, me escribió un obispo, un buen obispo, y me regañó: ‘Pero con lo
grande que es San Pedro, ¿por qué no meter 30 personas al menos para que se vea
ente? No habrá peligro’”.
“Y yo pensaba: ‘¿Este qué tiene en la cabeza para
decirme esto?’. Yo no comprendí en aquel momento. Pero como es un buen obispo,
muy cercano al pueblo, ‘algo querrá decirme. Cuando me reúna con él le
preguntaré’”.
El Papa explicó que “luego comprendí. Él me
decía: ‘Permanece atento de no viralizar la Iglesia, de no viralizar los
sacramentos, de no viralizar el pueblo de Dios. La Iglesia, los sacramentos, el
pueblo de Dios son concretos’”.
“Es cierto que en este momento debemos hacer esta
familiaridad de este modo, pero para salir del túnel, no para permanecer en
él”, aseveró el Papa.
El Papa puso como ejemplo de familiaridad cristiana con Dios, la
familiaridad mostrada por los apóstoles con Jesús, y que se revela especialmente
cuando se reencuentran en Galilea tras la resurrección.
Pedro y los demás apóstoles salieron a pescar al mar de Tiberíades, pero
no pescaron nada. Cuando amanecía se presentó Jesús en la orilla, aunque no lo
reconocieron. Jesús les invitó a volver a echar las redes, y obtuvieron una
pesca abundante. Entonces lo reconocieron.
“Nadie le preguntó aquí quién era. Sabían que era
el Señor”, observó el Papa, porque tenían “una familiaridad cotidiana con el Señor”. “Seguramente
desayunaron juntos, el pez, el pan. Seguramente hablaron de muchas cosas con
naturalidad. Esta familiaridad de los cristianos con el Señor siempre es
comunitaria. Es íntima, es personal, pero es en comunidad”.
“Esta es la familiaridad de los apóstoles: no
gnóstica, no viralizada, no egoísta para cada uno de ellos, sino la
familiaridad concreta en el pueblo, la familiaridad con el Señor en la vida
cotidiana, la familiaridad cotidiana con los sacramentos en medio del pueblo de
Dios. Ellos han hecho un camino de madurez en la familiaridad con el Señor.
Aprendamos también nosotros a hacerlo”, concluyó
el Papa Francisco.
Redacción ACI Prensa
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