¡SIMIENTE DE MI PADRE, DÍAS DE GRANDES PRUEBAS SE APROXIMAN
PARA TODA LA HUMANIDAD, PERO VOSOTROS PUEBLO DE DIOS, NO TEMÁIS!
MARZO 30 DE 2020 1:35 P.M.
LLAMADO DE SAN MIGUEL AL PUEBLO DE DIOS. MENSAJE A ENOCH
¿QUIÉN COMO DIOS? ¡NADIE COMO DIOS!
Que la Paz del Altísimo, esté con todos vosotros.
Simiente
de mi Padre, días de grandes pruebas se aproximan para toda la humanidad, pero vosotros
Pueblo de Dios, no temáis. Yo, vuestro Príncipe, ya estoy en medio de vosotros
en compañía de mis Hermanos, los Arcángeles y Ángeles, de la Milicia Celestial.
Estamos librando fuertes combates contra las huestes del mal, en el espacio de
vuestro mundo. Pedid mi protección Hermanos, y llamadme tres veces con mi grito
de batalla: ¿Quién como Dios? ¡Nadie como Dios! y
gustoso vendré en compañía de mis Hermanos, a daros nuestro auxilio.
Pueblo
de Dios, mi Exorcismo hecho con fe, alejará también de vosotros toda pandemia,
toda peste, y todo ataque del enemigo de vuestra alma. Los días de tribulación
están en medio de vosotros; orad, suplicad y alabad la Gloria de Dios, y no
temáis. Acordaos: Mi Padre, ha dado orden a los
Arcángeles y Ángeles, para que os protejamos en todos vuestros caminos, os
llevemos en los brazos, para que vuestro pie no tropiece con piedra alguna. (Salmo
91, 11-12) Si vivís bajo la sombra protectora del Altísimo, El, será vuestro
refugio y amparo. (Salmo 91, 1-2)
Las
promesas de este poderoso Salmo se han cumplido en todos los tiempos de la
existencia humana. Moisés, oró con este Salmo, junto con el Pueblo Hebreo, la
noche en que el Ángel de la Justicia de Dios, pasó por Egipto exterminando a
sus primogénitos. Haced también vosotros lo mismo, Pueblo de Dios, de estos
últimos tiempos; y os aseguro que sí lo hacéis con fe y os selláis con la
Sangre del Divino Cordero, ninguna plaga ni peste, ni virus, podrá tocar a la
puerta de vuestros hogares.
Simiente
de mi Padre, con estas pequeñas pruebas que el Altísimo está permitiendo que os
lleguen, lo que busca el Cielo es que vuestra fe y confianza en Dios, se
afiancen; para que cuando lleguen los días de la Gran Tribulación, vuestra fe,
sea tan firme que nada ni nadie, os pueda robar la Paz o apartar del Amor de
Dios. Conservad pues la calma Pueblo de Dios; no entréis en pánico ni temor,
porque el temor no viene de Dios. Confiad y Alabad, la Gloria del Altísimo, y
os aseguro que los días que están por llegar de Gran Tribulación, pasarán como
un sueño para vosotros.
Que la Paz y Protección del Todopoderoso, permanezca en
vosotros, Israel, Pueblo de Dios.
Vuestro Hermano y Servidor, Miguel Arcángel
Dad Hermanos a conocer mis mensajes, a toda la humanidad
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