viernes, 27 de marzo de 2020

EL PÁRROCO DE ARROYO DE LA LUZ EN CÁCERES BENDICE A SU PUEBLO CON EL SANTÍSIMO DESDE EL TEJADO DE LA IGLESIA


Uno de los focos de contagiados por COVID-19
Arroyo de la Luz es un pueblo de Cáceres de 5.500 habitantes y que se ha convertido en un foco importante del coronavirus en la provincia. Su párroco ha impartido una bendición con el Santísimo Sacramento desde el tejado de la Iglesia para darles consuelo y esperanza.
(Agencias/InfoCatólicaArroyo de la Luz, localidad de 5.500 habitantes es la más afectada por el coronavirus de toda Extremadura (diez fallecimientos confirmados, la mayoría usuarios de la residencia de mayores) y fue la primera de esta región donde se decretó el confinamiento
Vestido con ropa litúrgica y con la Custodia con el Santísimo Sacramento, el párroco de Arroyo de la Luz (Cáceres), don Juan Manuel, se subió a mediodía a lo más alto de su parroquia para bendecir desde las alturas a todo el municipio.
El día anterior a su iniciativa, el párroco anunció a los vecinos para que le siguieran en esta bendición especial desde sus ventanas y balcones, que fue retransmitida en directo a través de las redes sociales y de una emisora de radio que tiene a su cargo, desde donde anima en estos difíciles días a todos los afectados. «Si estamos introduciendo al señor en las casas a través de Internet, ahora la novena la vamos a hacer desde el tejado», dijo a sus feligreses para avisarles el martes.
En el tejado de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción había colocado un altar y un sencillo equipo para la transmisión. El párroco extremeño ha asegurado que se inspiró en la idea de otros sacerdotes en Italia, aunque aquellos se dedican a ir con la Custodia de Cristo por las calles de sus ciudades.
En todo caso, ha explicado que fue «fácil subirse al tejado y no he corrido ningún peligro porque tenemos unas escaleras y hay un pasillo arriba, así que no me ha dado ningún miedo», ha descrito con detalle su actuación para aliviar la inquietud levantada sobre el riesgo que conllevó su iniciativa. Además, aclaró que en sus años jóvenes fue albañil por lo que está acostumbrado a este tipo de recorridos.
«Llevo ya días haciéndolo sin ningún problema», ha aclarado, aunque hasta ayer no la programó de forma oficial (a las 12.00 horas), en un acto que ha durado aproximadamente veinte minutos y desde lo más alto de la parroquia otorgó la bendición «a los feligreses que en esos momentos se encuentran en las ventanas y en los balcones de las casas del pueblo» y con el fin de «dar fuerza y esperanza» a los vecinos, muy afectados y que se encuentran ya durante muchos días en aislamiento social y con los accesos de salida y entrada al municipio controlados por la Guardia Civil.
El sacerdote, que sigue celebrando la misa desde la radio y la página de Facebook de la parroquia. No puede celebrar misa con presencia de fieles porque «estamos confinados hace 15 días» y cuando tiene que salir se pone la mascarilla para pasar por el pueblo en el que «hay mucho sufrimiento, muchos fallecidos y gente en el hospital y en la UCI», asegura
«La gente me sigue muchísimo y me pide que no les abandone, que no les deje», cuenta don Juan Manuel con la voz emocionada de un hombre que hace lo que puede por mantener el contacto con sus fieles. Todos los días saca tiempo para rezar la novena y por las mañanas graba pequeños vídeos de media hora para que todo el pueblo encuentre en ellos consuelo y «estén contentos y se animen».
No entiende el revuelo que se ha montado alrededor de su bendición. «He subido otras veces para dar la bendición, con ropa de calle y solo con el alzacuellos, y no he tenido problemas». Según él «los italianos salen por las calles con el santísimo sacramento», y el de su parroquia es «un tejado fácil de subir».
El párroco confiesa también que en los 20 años que lleva al frente de la parroquia de Arroyo de la Luz «he subido a las dos torres; una vez para colocar la antena de la radio y otra a quitar los nidos, porque nadie se atrevía a hacerlo». Y en este caso no lo considera tan peligroso: «He sido albañil antes que cura y es posible caerse, pero hay un pasillo para subir, es muy fácil».
El sacerdote también ha dedicado la bendición a una localidad próxima, la de Santiago de Alcántara, otro foco de víctimas mortales por el virus en esta zona de la provincia de Cáceres.

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