miércoles, 25 de marzo de 2020

EL PADRE FORTEA REFLEXIONA SOBRE EL CASTIGO DIVINO EN MEDIO DE LA PANDEMIA DEL CORONAVIRUS


Como sabrán los lectores que me siguen desde hace algunos años, el tema del castigo divino es uno de los que he tratado más frecuentemente en este blog a raíz de un debate que tuve con Alejandro Bermúdez, director de EWTN y ACIPrensa, del cual salió publicado un libro que todavía se encuentra disponible gratuitamente en Amazon.
Ahora, en plena pandemia del coronavirus, el padre Fortea ha vuelto a reflexionar sobre el tema del castigo divino, por lo que he querido compartirles el vídeo.  
Hay que aclarar que no es la primera vez que el padre Fortea ha abordado este tema. Cuando tuve este debate hace 6 años había escrito:
“En la Palabra de Dios está muy claro: “Tú corriges a los hombres, castigando sus culpas” (Salmos 39,12) Hay que predicar una gran penitencia. Hay que volver a escuchar a Dios en su Palabra. Se necesitan profetas santos que recorran esta Ciudad de los Hombres recordándoles que se acerca un tiempo de grandes castigos, porque así nos lo indican los signos. Lo demás es como esos familiares que le dicen al enfermo desahuciado: tranquilo, tranquilo, estás bien, te vas a poner bueno. Los Faus, los Masiá, los Küng han pagolizado a muchos en la Iglesia, los han desorientado, les han dicho que el mal ya no es mal, que la penitencia no tiene sentido, que no existe el castigo divino, como tampoco creen en la diferencia de grados de felicidad en el más allá. Han sido las zorras que han devastado la viña. Éste sería el momento de que en la Gran Nínive se proclamase una gran penitencia. Pero no se hará. Las ovejas están ciegas. No sólo no se escuchará a los profetas, sino que al revés, no está lejos el año en que las ovejas se vuelvan lobos.”
En aquel momento, consultado sobre el debate, Monseñor Munilla, obispo de San Sebastian,también dejó clara la doctrina católica sobre el castigo divino:
“En primer lugar hay que distinguir entre el castigo eterno y el castigo temporal. Por el castigo eterno entendemos el castigo definitivo a los malvados recogido explícitamente en Mateo 26 en la Sagrada Escritura y no es en absoluto incompatible con que Dios es amor. Decir que Dios es amor y por tanto no puede existir el castigo eterno es contraponer los conceptos de manera infantil. En Dios la justicia y la misericordia no son dos cosas, sino que se funden y son una sola.
Respecto al castigo temporal: ¿Se puede decir que Dios no manda castigos temporales? No, No se puede decir tal cosa. En la Sagrada Escritura hay pasajes muy claros donde se habla de castigos de Dios, como cuando se habla de las plagas de Egipto, o a David que después de haber pecado Dios le pidió que eligiese entre varios castigos. No cabe decir que “Dios no castiga nunca”, sería incorrecto.
Nuestro Papa emérito Benedicto XVI en el Sínodo de los obispos en el año 2008 dijo una frase que llamó la atención a mucha gente: Dijo que: “…Dios ha tenido que recurrir con frecuencia al castigo…”
NOTA: Mi libro, que en su momento se posicionó entre los 5 libros gratuitos más descargados en Amazon de Estados Unidos en varias categorías, 6 años después al escribir esta nota todavía se mantenía de número 20 entre todos los libros gratuitos de apologética, de número 38 entre todos los libros gratuitos de catolicismo, y de número 112 entre todos los libros gratuitos de religión en español.
Por su parte, en Amazon México sigue siendo el libro gratuito número 1 más descargado en Teología cristiana apologética, y número 12 de entre todos los libros de Catolicismo. 
Alejandro Bermudez, por su parte, publicó también otro libro en Amazon al que como puede verse no le ha ido tan bién, pero más lamentable que eso, es que a la fecha no se ha retractado de su error.  
José Miguel Arráiz

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