Un hospicio en Canadá perdió su financiación y se
ha visto en la necesidad de cerrar después de negarse a ofrecer y realizar
suicidios médicamente asistidos.
El Hospicio Irene Thomas en Delta, en la provincia de Columbia
Británica, perderá 1.5 millones de dólares en fondos y ya no se le permitirá
operar como un hospicio a partir del 25 de febrero de 2021.
Fraser Health Authority, una de las seis autoridades de salud pública de
la provincia, anunció el martes 25 de febrero que
terminaría su relación con el hospicio por su negativa a proporcionar muertes
con asistencia médica a sus pacientes.
Según el contrato de Fraser Health con la Delta Hospice Society, que
administra el Hospicio Irene Thomas, se tenía que proporcionar un aviso por un
año antes de que se pudieran retirar los fondos sin dar explicaciones.
“Hemos hecho todo lo posible para apoyar a la junta
para que cumpla con los requisitos y han sido claros de que no tienen intención
de hacerlo”, dijo el Ministro de Salud de
Columbia Británica, Adrian Dix, en un comunicado.
Dix dijo que la decisión de retirar fondos se tomó “a regañadientes” y que “cuando
concluya el papel de la Delta Hospice Society, los pacientes con cuidados de
hospicio financiados con fondos públicos podrán acceder nuevamente a sus
derechos médicos”.
Un comunicado de prensa de Delta Hospice dijo que, si bien no está
afiliado a una religión, la junta de Delta Hospice Society se opone a la muerte
médicamente asistida por razones morales y filosóficas.
“Los funcionarios de Delta Hospice se sorprendieron
e indignaron esta semana por el movimiento descarado de la Autoridad de Salud
de Fraser para cortar todas las discusiones y cerrar las instalaciones porque
quiere que el hospicio proporcione MAiD (Asistencia Médica para Morir) en cada
instalación”, dijo el comunicado.
“El Hospicio Irene Thomas está dedicado a permitir
que los pacientes tengan acceso a un manejo experto de los síntomas para la
angustia física, emocional y espiritual. Proporciona consuelo, significa
dignidad y esperanza cuando uno muere de muerte natural”, agregó.
En septiembre de 2016, aproximadamente tres meses después de que el
suicidio médicamente asistido se legalizara en Canadá, Fraser Health introdujo
una nueva política que requería que todos los hospicios que recibieran más del
50% de los fondos provinciales para sus camas, tenían que ofrecer el
procedimiento a sus residentes.
El hospicio recibe 1.4 millones de dólares de los 3 millones de su
presupuesto operativo proveniente de la Autoridad de Salud de Fraser, y Fraser
Health financia prácticamente todas las camas en el Hospicio Irene
Thomas.
Angelina Ireland, presidenta de Delta Hospice Society, dijo en el
comunicado de prensa que Fraser Health ignoró su solicitud de reducir la
cantidad de fondos por debajo del umbral del 50%, y también prohibió que el
hospicio encontrara otro socio para trabajar.
Después de que finalice el contrato con Fraser Health, la autoridad de
salud pública tiene la intención de hacerse cargo de los edificios que
actualmente componen el Hospicio Irene Thomas y traer a la muerte por
asistencia médica.
“Al negarse a permitirnos encontrar otro socio,
[Fraser Health] básicamente nos obliga a no cumplir con nuestro contrato de
arrendamiento, porque para tener nuestro contrato de arrendamiento, tenemos que
ser un hospicio”, dijo Ireland.
“Sienten que pueden entrar y confiscar nuestros
activos”, dijo.
Ireland le dijo a CNA -agencia en inglés del Grupo ACI- que, aunque las
instalaciones están en terrenos arrendados por el gobierno, los edificios se
construyeron con donaciones de la comunidad de Delta.
“Construimos esta instalación. Construimos eso hace
10 años y para ello pusimos 9 millones de dólares, que fue dinero recaudado de
forma privada a partir de donaciones. Esto no vino del contribuyente. Esto
vino de personas privadas”, sostuvo.
Delta Hospice Society desea proporcionar a los pacientes una muerte
natural pacífica, no terminar activamente la vida de los pacientes, explicó
Ireland a CNA.
“[El hospicio] trabajó muy duro para que la gente
confiara en nosotros para que cuando vengan al hospicio no los maten. Nosotros
los cuidaremos, ellos cuidarán a sus familias. Y ahora, básicamente, el
gobierno ha dicho que cualquier hospicio que no proporcione eutanasia, no está
permitido que exista”, lamentó.
Ireland llamó a esto un “ataque directo” a
la especialidad médica de los cuidados paliativos.
Las organizaciones de atención médica basadas en la fe, así como los
profesionales médicos opuestos a MAiD, no están obligados a ofrecer suicidio
con asistencia médica a pacientes en Canadá. Sin embargo, los médicos
deben derivar a los pacientes que buscan una “muerte
asistida” a un proveedor de atención médica que esté dispuesto a
sacrificarlos.
La muerte asistida está disponible en el Hospital Delta, que se
encuentra a un minuto en coche del Hospicio Irene Thomas.
Traducido y adaptado por Diego López
Marina. Publicado originalmente en CNA.
Redacción ACI
Prensa
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