El COVID-19 fuera de
ser el virus que tiene a todo el mundo paralizado, es un tema que toca todas
las dimensiones de la vida humana. Basta con que ingresemos a cualquiera de
nuestras redes sociales para que seamos inmediatamente bombardeados por
información, noticias, cadenas, imágenes… sobre la situación actual frente a
esta enfermedad.
Con todo esto, también cabría
preguntarnos por el modo en que estamos actuando nosotros y cómo
estamos apoyando a nuestra familia y amigos. Es común escuchar en estos días frases como que somos la
generación a la que se le pidió no hacer nada y ni eso fuimos capaces de hacer
bien.
Que gracias a Dios tenemos a
quienes han estudiado microbiología y demás áreas, y no solo youtubers,
entre otras frases que en mi opinión personal solamente llevan a desvelar una
impotencia que muy en el fondo coexiste con nosotros. Por eso quiero invitarte
a reflexionar sobre ¿QUIÉN
QUIERES SER EN TIEMPOS DEL COVID-19?
1. EL QUE SE QUEDA PARADO EN MEDIO DEL PÁNICO
En estos tiempos en que toda
noticia es tanto alentadora como catastrófica, caer en esta zona y quedarse
allí es muy fácil. Y es lógico porque cada que enciendes la televisión, la
radio o entras a Internet, te topas con un sin fin de información.
En donde además relacionan lo
bueno con lo malo todo el tiempo. Algo así como tenemos «x» recuperados ante «x» miles
de enfermos. Entonces, no es nada extraño que nos sintamos en la zona de
pánico. Pero el lío no es este, el problema está en quedarnos allí sin hacer
nada.
O peor aún, haciendo mucho y
no ayudando a otros, como quienes acaparan productos en las tiendas sin pensar
en quienes no han adquirido lo que necesitan. O quienes fruto de la tensión y
ansiedad del momento, se dejan llevar por el mal humor.
La cuestión, si estoy aquí,
está en ¿cómo voy a salir de allí? Te
recomiendo que te detengas un momento, respires y ante el pánico que sientes,
logres pensar en cómo puedes ayudar a familiares y amigos más cercanos. De
manera que tus actos contribuyan a la pronta solución de esta situación.
2. EL QUE ESTÁ CRUZANDO POR LA ZONA DE APRENDIZAJE
Son quienes han ido tomando el
control de sí mismos en medio de la situación. Siendo capaces de reconocer que
todos estamos, de alguna manera, poniendo nuestro granito de arena ante la
situación actual.
Además son todos aquellos que
empiezan a buscar la forma de ayudar con mayor generosidad. No solo económicamente, sino
también en la no desinformación ni propagación del pánico, como pasa con las fake news.
En esta zona es importante aprender
a reconocer cuáles son las herramientas con las que cuento para seguir
adelante. Herramientas como son los talentos y
cualidades propios, la riqueza de la calidez y fraternidad
del hogar. La fe y la oración, entre muchas más herramientas que al tomarlas se
hace más llevadero este momento especial.
Quien está en esta etapa o
zona, debe sembrar las raíces que le llevarán a ser una mejor persona para la
futura sociedad. Sí, hablo de una futura sociedad porque después del COVID-19
no puede ser posible que seamos iguales. Debe ser como dice el papa Francisco: «como un después de la guerra».
Donde las civilizaciones se reconstruyen y crecen fortalecidas.
3. EL QUE YA ESTÁN EN LA ZONA DE CRECIMIENTO
Esta es la zona en la que
ojalá estemos todos. Es donde reconocemos el momento por el cual estamos
pasando, somos conscientes de la situación mundial y sabemos que de una u otra
manera podemos ayudar a los demás. Quien está en la zona de crecimiento, se
propone un futuro mejor, pues ya es una persona que ha mirado con ojos de
madurez y de fe, un futuro tanto plausible como superior.
LA ZONA DE CRECIMIENTO NOS AYUDARÁ A SER PARTE DE
UNA MEJOR HUMANIDAD. Una generación de personas
que es consciente de sus limitaciones y que de manera responsable coexiste con
la creación entera. Una sociedad que sea verdaderamente fraterna, humana y
civilizada.
El COVID-19 no solo afecta la
salud de las personas, sino que también nos llama a la humildad y generosidad.
Desde lo íntimo del hogar hasta salir a los demás. Por último ¿te has dejado interpelar por esta situación?, ¿has
reconocido qué llamado de conversión recibes ahora mismo?, ¿ya saliste de la
zona de pánico?
No olvides que la oración y la
fraternidad, tanto física como virtual, son unas de tantas herramientas para
superar de la mejor manera lo que estamos viviendo, ánimo que no estás solo.
Escrito por Mauricio Montoya
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