La Pontificia Academia para la Vida en el Vaticano
acaba de firmar, junto con los presidentes de IBM y Microsoft, un llamado al
uso ético y responsable de las tecnologías de inteligencia artificial
(IA).
Según el documento, “los patrocinadores de
la convocatoria expresan su deseo de trabajar juntos, en este contexto y a
nivel nacional e internacional, para promover ‘algor-ethics’” (algor-ética).
Las “Algor-ethics”, según el texto,
es el uso ético de la inteligencia artificial de acuerdo con los principios de transparencia,
inclusión, responsabilidad, imparcialidad, confiabilidad, seguridad y
privacidad.
La firma del acuerdo “Rome Call for AI
Ethics” (Llamado de
Roma para la ética de la IA) tuvo lugar como parte de la asamblea de 2020 de la
Pontificia Academia para la Vida, que se celebró del 26 al 28 de febrero sobre
el tema de la inteligencia artificial.
Una parte de la asamblea se dedicó a reuniones privadas de los
académicos de la Pontificia Academia para la Vida. La segunda parte fue un
taller sobre IA y ética que atrajo a 356 participantes de 41 países.
En la mañana del 28 de febrero, tuvo lugar un evento público llamado “renAIssance. For a Humanistic Artificial
Intelligence” e incluyó la firma del documento sobre inteligencia
artificial por parte del presidente de Microsoft, Brad Smith, y el
vicepresidente ejecutivo de IBM, John Kelly III.
El Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO), Dongyu Qu, y el político Paola Pisano, en
representación del gobierno italiano, también firmaron.
El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, también estuvo
presente el 28 de febrero.
El Papa Francisco canceló su asistencia programada al evento debido a
que no se sentía bien. Su discurso fue leído por el Arzobispo Vincenzo
Paglia, presidente de la Academia para la Vida.
En sus comentarios, el Papa pidió a expertos
en tecnología informática y a los miembros de la
Pontificia Academia para la Vida trabajar juntos para desarrollar los
principios de una “algor-ética”.
“Los principios de la Doctrina Social de la Iglesia
ofrecen una contribución decisiva: dignidad de la persona, justicia,
subsidiariedad y solidaridad”, porque estos principios “expresan el compromiso de ponerse al servicio de cada
persona en su integralidad”, dijo.
Según el Papa, “la complejidad del mundo
tecnológico nos exige un marco ético cada vez más claro, para que este
compromiso sea realmente efectivo”.
El “Llamado de Roma para la ética de la IA” se
clasificó a sí mismo como “un paso adelante” en
la búsqueda de comprensión, lenguaje y soluciones comunes.
El texto cita la Declaración Universal de Derechos Humanos al señalar la
igualdad de dignidad y derechos, los cuales la inteligencia artificial debe
proteger y garantizar; por otro lado, se exige que la IA sea un “beneficio de la humanidad y el medio ambiente”.
El documento hizo varias recomendaciones concretas: que las personas
deben tener en cuenta si están interactuando con una máquina, que la tecnología
basada en inteligencia artificial se debe utilizar para el empoderamiento y no
la explotación, y que la inteligencia artificial se debe emplear en la
protección del planeta.
También aconsejó que “se deben alentar
nuevas formas de regulación para promover la transparencia y el cumplimiento de
los principios éticos”, especialmente en el caso del reconocimiento
facial, y dijo que el desarrollo de IA “debe ir de
la mano con medidas de seguridad digital sólidas”.
El documento también habló sobre la educación inclusiva e instó a una “revisión” de los planes de estudio escolares.
El impacto social y ético de la inteligencia artificial también debe
estar en el centro de la educación en IA, agrega el documento.
Esta semana, el hospital pediátrico Bambino Gesu en Roma, que pertenece
a la Santa Sede, anunció una
colaboración con IBM para desarrollar, utilizando IA, una
base de datos de información clínica, de laboratorio y de imágenes para mejorar
la investigación en medicina pediátrica, especialmente de tumores cerebralesy
enfermedades raras.
Una participante en el taller de IA el 26 de febrero fue Sandra
Alexander, católica y profesora de ética en la Universidad Americana de
Dubai. Dio una charla en la que propuso que la ética en la era de la
inteligencia artificial necesita priorizar los bienes de la dignidad humana,
los lazos de la comunidad y el papel de la verdad.
Llamó a esta propuesta para la educación de ética de IA una educatio vitae, que podría aplicarse
fácilmente a contextos multiculturales.
En su experiencia enseñando principalmente a estudiantes musulmanes en
los últimos 11 años en los Emiratos Árabes Unidos, dijo que hay muchos puntos
en común en la creencia de los principios de la dignidad humana y la comunidad.
“En mi enseñanza, vengo a esto desde una
perspectiva católica, pero creo que es un vocabulario moral común entre muchas
tradiciones de fe y tenemos que afirmar eso y repetirlo”, dijo a CNA -agencia en inglés del Grupo ACI-.
Aconsejó a los católicos acercarse a la IA con precaución, pero también
con esperanza. “En defensa de la persona
humana, debemos ser cautelosos con estas tecnologías”, dijo.
“Existen tecnologías que ofrecen ayuda para salvar
vidas a las personas necesitadas. Deberíamos estar abiertos a eso”, agregó Alexander, pero enfatizó que es bueno ser escéptico y esperar a
que la investigación muestre si las nuevas tecnologías no tienen consecuencias
negativas no intencionadas que superen los problemas para los que fueron
diseñadas.
La respuesta que instó fue la educación y la búsqueda de oportunidades
para defender la dignidad humana.
“Si esta tecnología puede hacer eso, genial, pero
debemos ser muy cautelosos y estar basados en la investigación y ser
reflexivos y orar sobre estas tecnologías”, agregó.
Traducido y adaptado por Diego López
Marina. Publicado originalmente en CNA
Redacción ACI
Prensa
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