¿Podemos comulgar el
mismo número de veces que asistimos a Misa en un mismo día?
Por: Daniel Alberto Robles Macías | Fuente: ConMasGracia.org
Hay muchos fieles que cada domingo, debido al
servicio que prestan dentro de la Iglesia, participan de más de una celebración
eucarística. Desde ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión, el
sacristán, los acólitos, los de los coros, etc. Ahora bien, ¿pueden ellos también comulgar el mismo número de veces que participen en
Misa?
El Código de Derecho Canónico establece: “Quien ya ha recibido la santísima Eucaristía, puede
recibirla otra vez el mismo día solamente dentro de la celebración eucarística
en la que participe, quedando a salvo lo que prescribe el ⇒ c. 921 § 2” (CIC
917). Decir “de nuevo” se debe entender como
una “segunda vez”, no a cuántas veces se
participe de la Misa en el mismo día. Por lo tanto, está claro que
solamente se podrá recibir la comunión dos veces al día.
Así también, el Catecismo de la Iglesia
Católica, reafirma lo anterior cuando dice: “Es
conforme al sentido mismo de la Eucaristía que los fieles, con las debidas
disposiciones (cf CIC, cans. 916-917), comulguen cuando participan en la misa
[Los fieles pueden recibir la Sagrada Eucaristía solamente dos veces el mismo
día. Pontificia Comisión para la auténtica interpretación del Código de Derecho
Canónico, Responsa ad proposita dubia 1]” (CEC 1388).
Ahora bien, hay que decir
que esta “segunda vez” únicamente podrá hacerse dentro de la Misa, es decir,
tras participar de toda la celebración eucarística, no solamente en el rito de
la comunión. Así,
por ejemplo, si alguien primero recibe la comunión en casa, porque cuida a
algún enfermo, podrá recibirla de nuevo si participa después de la Misa entera.
Lo anterior en ese orden, no al revés.
Como cita el numeral del Código Canónico, hay una excepción para recibir la comunión más de una vez fuera de la
celebración eucarística, y esto es para las personas que se encuentran en
riesgo de morir. “Aunque hubieran recibido la sagrada comunión el
mismo día, es muy aconsejable que vuelvan a comulgar quienes lleguen a
encontrarse en peligro de muerte” (CIC 921 § 2).
Estas disposiciones nos
permiten cuidar y valorar el sentido real de la Eucaristía. No por comulgar más de una vez en un día,
seremos superiores a los demás ni obtendremos el agrado de Dios. Lo verdaderamente importante es que, cuando participemos de la
eucaristía, lo hagamos con el mayor respeto y veneración que merece a quien
vamos a recibir. De modo que,
debemos prepararnos para hacerlo, es decir, estar en gracia. Eso sí hará de
nuestra comunión un mar de frutos abundantes para nuestra alma.
Evitemos caer en la rutina
y la superficialidad al momento de comulgar. Seamos conscientes que vamos a recibir al mismo
Cristo, a quien los ángeles y los santos alaban gozosos. Él que por puro amor
nos hace convertirnos en uno mismo junto con Él.
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