domingo, 16 de febrero de 2020

EN LOS ENFERMOS ESTÁ CRISTO QUE NO ABANDONA Y AYUDA A CARGAR LA CRUZ, ASEGURA CARDENAL


El Arzobispo de Barcelona (España), Cardenal Juan José Omella, afirmó que en los enfermos se encuentra la presencia de Jesucristo que no abandona nunca y que ayuda siempre a cargar la cruz.
“La experiencia de la enfermedad propia y ajena debería permitirnos seguir dando gracias a la vida, a pesar del sufrimiento, y saber descubrir la providencia de Dios. Es una oportunidad para tomar conciencia de nuestras limitaciones y plantearnos el sentido último de nuestra existencia”, escribió el Cardenal en su carta dominical publicada este domingo, titulada “Ante la enfermedad”.   
“En los enfermos encontramos la presencia de Jesucristo. Siempre está a nuestro lado dispuesto a ayudarnos a cargar la cruz. Si le abrimos la puerta de nuestro corazón, Jesús se revela en nuestro padecimiento y nos abre a la esperanza. Poco a poco emerge un coraje y una serenidad que no son nuestros”, continuó.
El Purpurado español indicó asimismo que “Jesús nunca nos abandona, sino que nos invita a dejarnos abrazar por Él: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré» (Mt 11, 28)”.
“Jesús nos ofrece la posibilidad de dar un sentido espiritual a nuestro sufrimiento. Jesús nos invita a unir nuestro sufrimiento a su dolor, para ofrecerlo al Padre por la salvación de toda la humanidad”, resaltó.
El Arzobispo de Barcelona destacó también que “la enfermedad nos permite valorar la salud y las cosas realmente importantes y a la vez relativizar los problemas que normalmente magnificamos”.
“A pesar de la falta de fuerzas, las pequeñas cosas que hacemos y que recibimos cuando estamos enfermos adquieren un sentido extraordinario; son un verdadero regalo: una sonrisa, un abrazo, una llamada inesperada, una visita, un paseo”, prosiguió.
El Cardenal Omella refirió luego que “aunque parezca paradójico, esa debilidad y vulnerabilidad nos hacen también fuertes, nos curten y nos hacen madurar. Con la ayuda de Dios, y el apoyo de nuestros seres queridos, podemos ser capaces de dar la vuelta a la adversidad y poner al mal tiempo buena cara”.
Tras alentar a superar la actitud de “cierto rechazo” que pueden haber en quienes no viven la enfermedad, el Purpurado español concluyó su carta agradeciendo la labor de “todas las personas que cuidáis y acompañáis a enfermos, dándoles vuestro afecto. Gracias por ser sus ángeles. Virgen de Lourdes, ruega por nosotros”.
Redacción ACI Prensa

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