martes, 7 de enero de 2020

SUMERGIÉNDONOS EN OTRAS MENTALIDADES


Todos conocemos la Creación en el Libro del Génesis. Hoy he leído cómo pensaban los incas que era la creación. Extraigo el texto del libro Suma y narración de los incas de Juan de Betanzos, en la edición de María del Carmen Martín Rubio. El color rojo lo he puesto yo para resaltar algunas palabras. Ha sido interesante para mí asomarme a la mentalidad de esas gentes que poblaron esas tierras, durante milenios, tan lejanas de aquí:

«En los tiempos antiguos dicen ser la tierra e provincias de Piru oscura y que en ella no había lumbre ni día y que había en este tiempo cierta gente en ella, la cual gente tenía cierto Señor que la mandaba y a quien ella era sujeta; del nombre desta gente y del Señor que la mandaba no se acuerdan.

Y en estos tiempos, que esta tierra era toda noche, dicen que salió de una laguna, que es en esta tierra del Perú, en la provincia que dicen de Collasuyo, un Señor que llamaron Contiti Viracocha, el cual dicen haber sacado consigo cierto número de gente, del cual número no se acuerdan.

Y como éste hubiese salido desta laguna, fuese de allí a un sitio que junto a esta laguna está, donde hoy día es un pueblo que llaman Tiaguanaco en esta provincia ya dicha del Callao.

Y como allí fuese él y los suyos, luego allí, improviso, dicen que hizo el sol y el día, y que al sol mandó que anduviese por el curso que anda; y luego dicen que hizo las estrellas y luna.

El cual Contiti Viracocha dicen haber salido otra vez antes de aquella y que en esta vez primera que salió hizo el cielo y la tierra y que todo lo dejó oscuro y que entonces hizo aquella gente, que había en el tiempo de la oscuridad ya dicha. Y que esta gente le hizo cierto deservicio a este Viracocha y, como de ella estuviese enojado, tomó esta vez postrera y salió como antes había hecho; y aquella gente primera y a su Señor, en castigo del enojo que le hicieron, hízolos que se tomasen piedra luego, ansí como salió. Y en aquella mesma hora, como ya hemos dicho, dicen que hizo el sol y día y luna y estrellas, y , que esto hecho, que en aquel asiento de Tiaguanaco hizo de piedra cierta gente y manera de dechado [moldeado] de la gente, que después había de producir, haciéndole en esta manera: que hizo de piedra cierto número de gente y un principal que la gobernaba y señoreaba y muchas mujeres preñadas y otras paridas y que los niños tenían en acunas [cunas], según su uso; todo lo cual, ansí hecho de piedra, que lo apartaba a cierta parte. Y [dicen] que luego hizo otra provincia de gente en la manera ya dicha, y que ansí hizo toda la gente de Perú y de sus provincias allí en Tiaguanaco, formándolas de piedras en la manera ya dicha.

Y, como las hubiese acabado de hacer, mandó a toda su gente que se partiesen todos los que él allí consigo tenía, dejando sólo dos en su compañía, a los cuales dijo que mirasen aquellos bultos y los nombres que les había dado a cada género de aquellos, señalándoles y diciéndoles: 

"Éstos se llamarán los tales y saldrán de tal fuente en tal provincia y poblarán en ella y allí serán aumentados; y éstos otros saldrán de tal cueva y se nombrarán los fulanos y poblarán en tal parte. 

Y ansí, como yo aquí los tengo pintados y hechos de piedra, ansí han de salir de las fuentes y ríos y cuevas y cerros, en las provincias que ansí os he dicho y nombrado; e iréis luego todos vosotros por esta parte, señalándoles hacia donde el sol sale, dividiéndolos a cada uno por sí y señalándole el [camino] derecho que había de llevar"».

P. FORTEA

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