Ante la proximidad del 2 de febrero, fiesta de la
Virgen de la Candelaria, es una tradición en México y en otros países llevar la
imagen del Niño Dios usada en el Nacimiento con un ropaje especial para que sea
bendecida en la iglesia. ¿Cómo vestirlo correctamente?
El P. José de Jesús Aguilar, canónigo de la Catedral Metropolitana de
México y subdirector de Radio y Televisión de la Arquidiócesis de México,
explicó que en “el día de la Candelaria se recuerda
que San José y la Virgen María, 40 días después del nacimiento del Niño, fueron
al Templo de Jerusalén para presentarlo con la ofrenda de dos pichones o
palomas. Con este motivo, muchos fieles después de levantar a su Niño del
nacimiento lo llevan para que sea bendecido en el templo y lo hacen con mucho
cariño y devoción”.
Sin embargo, lamentó, por invenciones de “personas
que solo les interesa vender la ropa para las imágenes, algunos pueden caer en
errores, como vestirlo de ángel o santo”.
El P. Aguilar subrayó que “es suficiente que
las imágenes estén vestidas en forma limpia y digna. No necesitan estrenar ropa
o cambiarla cada año”.
“Los comerciantes que se dedican a vender la ropita
son quienes difunden la idea de que hay que cambiarle la ropa anualmente”, dijo.
El sacerdote mexicano resaltó que “por lo
que significan las imágenes para los fieles, deben ser tratadas con respeto y
no como juguetes o muñecos que sirven para jugar o divertirse”.
También remarcó que “las imágenes pueden ser
veneradas pero no adoradas, porque solo a Dios se le puede adorar y Dios es
mucho más que una simple imagen. Jesucristo, el Hijo de Dios, está por encima
de todos los ángeles y todos le rinden culto”.
“Por lo tanto, no es correcto disfrazar su imagen
ni de ángel ni de santo, porque sería rebajarlo de su dignidad”, señaló.
Para el P. Aguilar, “lo mejor es vestirlo
con una túnica sencilla, de preferencia blanca o quizás dorada”.
“También se puede vestir con alguna de sus
advocaciones. Como por ejemplo, el Nazareno, el Señor de la Misericordia,
Sagrado Corazón, Cristo Rey, Jesús Buen Pastor, Cristo Sacerdote o como la
imagen del Santo Niño de Atocha, muy venerado en Zacatecas”, añadió.
El P. Aguilar aconsejó también que en vez de adquirir una vestimenta
nueva para la imagen del Niño Dios, se comprara “ropa
a un niño de verdad que viva en la pobreza. Estoy seguro de que el Niño Jesús
sonreiría y agradecería tu acción al ver estas caritas sonrientes. Y la luz de
la Candelaria brillará en tu corazón”.
“Conservemos nuestras tradiciones y no caigamos en
el error”, alentó.
Redacción ACI Prensa
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