El tercer lunes de enero de cada año es recordado
como el “Blue Monday”, el día más triste del año. La elección de esta fecha se
remonta a 2005, cuando el profesor de la escuela de psicólogos de la
universidad de Cardiff, Cliff Arnall, señaló que por una fórmula matemática
este día es el más triste.
Muchas organizaciones usan esta fecha, que se afirma nació realmente de
una campaña publicitaria, para recordar la importancia de la salud mental,
especialmente ante la enfermedad de la depresión y brindar apoyo a las personas
que la padecen.
Esta enfermedad no es ajena a los fieles de Dios, y en este artículo te
presentamos cinco santos que pueden ayudar en la lucha contra la depresión.
1. SAN FRANCISCO DE
SALES
San Francisco de Sales fue conocido como el santo de la amabilidad,
siendo muy joven, comenzó a tener el pensamiento constante sobre su propia
condenación, estando seguro que iría al Infierno.
Este pensamiento incesante lo llevó a perder el apetito y sufrir noches
continuas de insomnio, repercutiendo en su salud. San Francisco adelgazo
demasiado y se temía que enloqueciera por la falta de sueño.
Entonces le dijo a Dios: “No me interesa que
me mandes todos los suplicios que quieras, con tal de que me permitas seguirte
amando siempre”. En la iglesia de San Esteban en París, arrodillado ante
la imagen de la Virgen pronunció la famosa oración de San Bernardo: “Acuérdate Oh piadosísima Virgen María…” y logró
milagrosamente recuperar la paz.
2. SANTA TERESA DEL NIÑO
JESÚS
Santa Teresita del Niño Jesús relató en sus escritos que cuando era niña
sufría de una enfermedad que, por los síntomas, se asemeja a lo que hoy se
conoce como depresión, y como fue libre gracias a la “Virgen
de la Sonrisa”.
“13 de mayo de 1883, fiesta de Pentecostés. Sobre
la cama, puse mi mirada hacia la imagen de Nuestra Señora y…de pronto la
Santísima Virgen me ha parecido bella, tan bella que nunca vi algo semejante,
su rostro exhalaba una bondad y una ternura inefables, pero lo que caló hondo
en mi alma fue la ‘sonrisa encantadora de la Santísima Virgen’”, escribió la santa carmelita.
“En ese momento se fueron todas mis penas, dos
gruesas lágrimas rodaron por mis mejillas y cayeron por mi rostro, eran
lágrimas de pura alegría… ¡Ah! pensé, la Santísima Virgen me sonrió, estoy
feliz… (…) Fuera por causa de ella, por sus intensas oraciones, que tuve la
gracia de la sonrisa de la Reina de los Cielos…”, agregó.
3. SAN JUAN DE DIOS
San Juan de Dios, fundador de la Comunidad de Hermanos Hospitalarios,
dirigió un hospital para los pobres, en donde trabajó incansablemente por diez
años. Estaba en constantes ayunos y se trasnochaba ocupándose de los enfermos,
y sus continuos resfriados perjudicaron su salud.
Es conocido como patrono de los que trabajan en hospitales y se puede
recurrir a él para pedir su intercesión cuando las personas padecen depresión.
4. SANTA FLORA DE
BEAULIEU
Santa Flora de Beaulieu ingresó al convento de las monjas “hospitalarias” de la orden de San Juan de
Jerusalén. Desde su ingreso Flora tuvo que hacer frente a toda clase de pruebas
espirituales.
La santa comenzó a sufrir un período intenso y prolongado de depresión
que afectó su comportamiento, al punto de enfadar a sus compañeras, las cuales
insistían en tratarla como demente.
Sin embargo, con la ayuda de un confesor comprensivo que creyó en ella,
hizo grandes progresos en la vida espiritual y Dios le concedió al fin las más
extraordinarias gracias místicas.
5. SANTA HILDEGARDA DE
BINGEN
Santa Hildegarda de Bingen fue una religiosa benedictina que vivió en el
siglo XII y a quien le fueron reveladas las causas de algunas enfermedades y
sus tratamientos. No tenía estudios por lo que siempre manifestó que toda su
sabiduría venía de visiones del Cielo, que le dictaba “una
voz viva” que le indicaba que cada enfermedad tenía un remedio que
ofrecía la naturaleza.
En base a esas visiones Santa Hildegarda escribió varios libros de
Medicina en los que muestra que el hombre no está condenado a la enfermedad, si
no que puede evitarla o curarla de una forma natural llevando un modo de vida
coherente.
La santa alemana descubrió algunos tratamientos para afrontar
enfermedades como la depresión.
Redacción ACI Prensa
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