viernes, 1 de noviembre de 2019

ENCERRADO EN SUS PROPIOS LÍMITES


“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente”. Ludwig Wittgenstein (1889-1951) Filósofo Británico, de origen Austriaco.
Límites son necesarios en la vida. Sin Límites no hay seguridad y se pierde la responsabilidad. Encontramos límites en todas las áreas de la vida. Sin embargo cuando llegamos al terreno del Reino de Dios, aunque allí también existen límites, a veces Dios nos desafía a ir unos cuantos pasos más allá de los límites para entrar en la dimensión de lo desconocido para nosotros pero en lo conocido por Dios.
La Biblia nos habla de un día cuando un joven que le encantaba vivir dentro de los límites se acercó a Jesús pero luego de una ligera pero profunda platica, dio media vuelta y volvió a su caja por temor a lo desconocido. Veamos el pasaje en la versión Biblia De Las Américas.
“Y he aquí se le acercó uno y dijo: Maestro, ¿qué bien haré para obtener la vida eterna?Y El le dijo: ¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Sólo Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos.
El le dijo*: ¿Cuáles? Y Jesús respondió: No mataras; no cometerás adulterio; no hurtaras; no darás falso testimonio;honra a tu padre y a tu madre; y amaras a tu prójimo como a ti mismo.
El joven le dijo*: Todo esto lo he guardado; ¿qué me falta todavía?Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, ve y vende lo que posees y da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme.Pero al oír el joven estas palabras, se fue triste, porque era dueño de muchos bienes.  Mateo 19:16-22.
En esta entrevista entre el joven rico y Jesús encontramos un muchacho que había vivido cómodamente entre los límites conocidos. Había guardado todos los mandamientos y por ello se sentía orgulloso, cómodo y realizado aunque sentía que le hacía falta algo.
Por eso cuando el Señor le dijo, conoces los mandamientos, él levanta su cabeza con aire de orgullo y satisfacción y dice: “Todo eso lo he guardado desde mi juventud”. En otras palabras, todo gira en torno a vivir dentro de los límites, quiero decirte que tengo el examen aprobado. He vivido dentro de los límites.
“La música es una cosa amplia, sin límites, sin fronteras, sin banderas”. León Gieco (1951-?) Cantautor argentino.
Sin embargo el Señor le dice: “Una Cosa te falta”. Ya que has vivido dentro de los límites, te falta salirte ahora de los límites y hacer lo que nunca has hecho. Si quieres ser perfecto, ve y vende lo que posees y da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme”.
Esas palabras sacudieron a este hombre. Jesús le estaba pidiendo ir más allá de los límites , hacer lo que nunca había hecho, decir lo nunca había dicho e ir donde nunca había ido.
La Palabra nos muestra que se fue triste porque era dueño de muchos bienes y él no quería salirse de los límites.
Amados, El reino de Dios tiene sus límites pero a veces los límites se extienden más allá de nuestra perspectiva y es entonces cuando Jesús nos dice. Vamos más allá de lo que conoces y hagamos lo que nunca has hecho.
“La única posibilidad de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible”. Arthur C. Clarke (1917-?) Escritor inglés de ciencia ficción.
Cuantos hombres y mujeres ricos como el del Nuevo Testamento se van triste. Quizás no son ricos en posesiones, pero ricos en ideas, en planes, en sueños, en proyecciones, pero pobres en desafíos.
No se atreven a ir más allá de donde están cuando Dios los desafía porque  se encuentran encerrados en medio de Siete Límites que Dios quiere que sobrepases.
Examinemos estos Siete Límites.
1.      El Límite del Deber. Somos buenos para mantenernos en el campo del deber ya sea en la familia, trabajo o religión. Aún en nuestra relación con Dios hacemos de la oración y la lectura de la Palabra un deber. Hay momentos en que Dios nos dice, deja a un lado el deber y ahora hagámoslo por Amor. Hay una gran diferencia entre el deber y el amor. Este joven cumplía los mandamientos por deber, pero le faltaba poner el Amor allí y por eso se fue triste y perdió la oportunidad de volar en otras dimensiones. No dejes que el Deber te limite, agrégale amor al deber y los límites se ampliarán. “El amor al prójimo no conoce límites ideológicos ni confesionales”. Martin Niemoeller (1892-1984) Pastor protestante alemán.
2.      El Límite de lo Conocido. Nos gusta lo conocido. No queremos ir a lo desconocido. Este joven nunca había vendido sus bienes ni había sin duda alguna estado cerca de los pobres. Por eso se detuvo en este límite. En el Reino de Dios, a veces Dios nos sorprende, nos llama o nos envía a lo desconocido y eso se torna en una tremenda aventura. No dejes que lo desconocido te retenga. Hay un mundo nuevo esperando fuera de ti para explorar con el Espíritu Santo.
3.      El Límite De Los Prejuicios. Este joven tenía muchos prejuicios como un buen judío de esa época. No miraba bien a los Samaritanos o publicanos. Había aprendido a mirar por encima de las cabezas de los demás. Como un hombre con muchas riquezas tenía prejuicios con los pobres. Todos nosotros tenemos prejuicios hacía la gente, lugares o en nosotros mismos, creyendo que no podemos o no sabemos o no lo lograremos. Jesús sabe confrontar nuestros prejuicios.
4.      El Límite de la Culpa. Sin duda este joven aunque decía que había guardado todo los mandamientos en lo profundo de su alma sentía culpa porque en algún momento había quebrantado uno de ellos como un buen ser humano. Culpa es lo que ha detenido a muchos a no ir más allá de su geografía personal. El enemigo de sus almas los ha mantenido acorralados en la esquina del cuadrilátero lanzando golpe tras golpe por las caídas o fallas del ayer.
5.      El Límite del Temor. Temor a lo desconocido o a no entender. Temor a volar. Muchos temores vinieron sobre el Joven rico como quizás han venido a ti. Jesús está a tu lado y el te dice. “Yo Soy. No temáis. Yo he vencido al mundo”
6.      El Límite de la Rutina. Rutina es un fantasma que ha hecho que la gente no explore más allá de su entorno. La costumbre me da cierta seguridad, pero me roba la capacidad de avanzar en la vida.
7.      El Límite del Fracaso. Finalmente el límite del fracaso. Vender todo puede llevarme al fracaso, sin duda este joven lo pensó. Tú y yo también muchas veces lo hemos pensado. Nos han enseñado en la vida que fracasar es malo. Fracaso es solo una manera más de aprender a hacer las cosas cada día mejor. La Biblia dice que siete veces cae el justo, pero de todas ellas se levantará.

El Joven rico se fue triste porque lo sujetaron estos siete límites. Pero, Usted y yo no tenemos que irnos tristes. El Señor nunca nos pide nada para dejarnos avergonzados.
Aunque a veces su desafío de saltar los límites parece una tontería, pero no es así.
“La tontería es infinitamente más fascinante que la inteligencia. La inteligencia tiene sus limites, la tontería no”. Claude Chabrol (1930-?) Director de cine francés.
Cuando él dice vamos, es porque él ya viene. Cuando el dice dame, es porque ya el nos dio. Cundo el dice habla es porque sus palabras ya están en nuestra boca.
El Señor le dijo a este rico, ”Si así lo haces, tendrás tesoro en los cielos”. Esa es la recompensa de ir más allá de os límites. Dios tiene reservado un tesoro en el Reino. Ningún desafío queda sin su recompensa, ninguna olimpiada sin su medalla, ningún reto sin una satisfacción sembrada en el alma.
Corría 1989 , estábamos desarrollando nuestro ministerio en Venezuela y Dios estaba bendiciendo nuestro ministerio cuando nos presentó el desafío. Vendan todo lo que tienen, dejen su familia y váyanse a servirme a Nicaragua. Era tiempo que la guerra finalizaba allí.
Muchos nos dijeron que eso no era de Dios. Sin embargo, Dios había hablado claramente, era un asunto de salir de los límites y ganar el tesoro o resistir el desafío y perder la oportunidad de Dios obrar. Salimos a Nicaragua, dejándolo todo.  Más de 20 años han pasado y no cambiamos las experiencias vividas más allá de nuestros límites, por nada en el mundo.
Vamos. Caminemos ahora más allá de los límites y probemos que el Dios ilimitado estará a nuestro lado diciendo… Todo esto te lo daré y serás Padre de muchedumbres.
Dr. Serafín Contreras Galeano.

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