«No
sé cómo afrontar algo así»
El cardenal
estadounidense Raymond Burke ha concedido una entrevista a Ross Douthat, del
New York Times, en la que aborda su postura ante la deriva a la que el papa
Francisco está llevando a la Iglesia. El purpurado advierte que aunque no
piensa formar parte de ningún cisma, el propio Pontífice lo encabezaría si
aprobara algo contrario a la Tradición en la exhortación sobre el Sínodo para
la Amazonia.
(NYT/InfoCatólica) Extractos de la entrevista de Ross Douthat al
cardenal Burke:
EMPECEMOS CON UN
TEMA PERSONAL, EN LUGAR DE CON UNO TEOLÓGICO. CUÉNTEME CÓMO LLEGÓ A SER
SACERDOTE.
Bueno, crecí en una pequeña
vaquería en el campo de Wisconsin. Mis padres eran buenos católicos. Era una cosa normal en aquellos tiempos: todos los niños pensaban alguna
vez en ser sacerdotes.
Cuando estaba en el segundo
curso de educación primaria, en 1955, a mi padre le diagnosticaron un tumor
cerebral canceroso y le operaron en la Clínica Mayo, pero realmente no había
mucho que pudieran hacer. Permaneció en casa durante los últimos meses de su
vida y un sacerdote solía venir a confesarle y traerle la Sagrada Comunión. En
aquellos días, cuando el sacerdote venía a una casa a dar la Comunión, iba a la
puerta y le recibía con una vela encendida. Tuvimos una pequeña procesión hasta
el dormitorio donde estaba mi padre en su lecho de enfermo y el sacerdote
escuchó la confesión de mi padre y después nos invitó a entrar para que
estuviéramos en el rito de la Sagrada Comunión. Esto me causó una tremenda
impresión. Solo con el correr de los años comprendí por completo el significado
del sufrimiento y la muerte de mi padre, pero en la medida en que un niño podía
hacerlo entendí lo que estaba sucediendo. Vi que este sacerdote traía lo
que me parecía la ayuda más importante para mi padre.
Así que la idea simplemente
fue creciendo en mí. Cuando estaba en octavo curso, pregunté a mi madre si
podía ir al seminario menor de la diócesis. Ella se preocupó un poco. Yo era el
más joven de seis hermanos, no era muy fuerte y el seminario era algo así como
una escuela militar. Pero me dijo que sí.
VOLVIENDO AL SANTO
PADRE, USTED HA DICHO QUE LE HAN ACUSADO DE SER EL ENEMIGO DEL PAPA. ¿CREE USTED QUE FRANCISCO LE CONSIDERA UN
ENEMIGO?
No
lo creo. Nunca me lo ha dicho. No me encuentro con él muy a
menudo, pero cuando le he visto nunca me ha regañado ni acusado de tener pensamientos
o actitudes de enemistad hacia él.
PERO SÍ QUE LE
DEGRADÓ.
Sí.
SIN EMBARGO, DESDE
EL SÍNODO DE LA FAMILIA, USTED HA CRITICADO ACCIONES ESPECÍFICAS Y TENDENCIAS
GENERALES DE ESTE PONTIFICADO.
Sigo diciendo que ese es mi
deber como cardenal. Siempre intenté hablar
directamente con el Papa sobre
ello. No me gusta jugar con la gente y fingir que pienso una cosa cuando pienso
lo contrario. Nunca critico al Papa personalmente, pero cuando vi lo que me
pareció una dirección nociva de la Iglesia, cuando vi todo este debate en el
Sínodo de la Familia que cuestionaba los cimientos de la doctrina de la Iglesia
sobre la sexualidad, tuve que alzar la voz, porque
era mi deber.
¿CÓMO RESUMIRÍA SU
CRÍTICA DE LA FORMA EN QUE EL PAPA ESTÁ GESTIONANDO LOS DEBATES QUE HA ABIERTO?
Supongo que podría resumirse
así: se ha producido un colapso de la autoridad
magisterial central del Romano Pontífice. El Sucesor de Pedro desempeña una misión
esencial de enseñanza y gobierno y el Papa Francisco, en muchos sentidos, se ha
negado a ejercer esa misión.
Por ejemplo, la situación en Alemania: la Iglesia
Católica en Alemania está en proceso de convertirse en una iglesia nacional,
con prácticas que no están en consonancia con la Iglesia universal.
El cisma nunca puede ser la
voluntad de Cristo. Cristo nunca puede querer que se produzca una división en
su Cuerpo. Hay gente que viene y me dice ‘Mire,
cardenal, ya es hora, tenemos que hacer un cisma’. Y yo les digo ‘No,
no es posible. Nuestro Señor no puede querer eso y yo no voy a formar parte de
ningún cisma’.
¿CREE QUE FRANCISCO
ES EL PAPA LEGÍTIMO?
Sí, sí. La gente me ha
presentado todo tipo de argumentos, cuestionando la elección del Papa
Francisco, pero yo le nombro cada vez que ofrezco la Santa Misa y le llamo Papa
Francisco. Para mí no son meras palabras. Creo que es el Papa.
E intento decírselo siempre a la gente, porque tiene usted razón: también yo he
notado que la gente cada vez responde de forma más extrema a lo
que está pasando en la Iglesia.
SOBRE EL SÍNODO DE
LA AMAZONIA
En relación al reciente sínodo
amazónico, el cardenal dice:
Si bien el
documento final es menos explícito en adoptar el panteísmo, no repudia las afirmaciones del
documento de trabajo que constituyen una apostasía de la fe católica.
El documento de trabajo no
tiene valor doctrinal, pero ¿qué pasaría si el Papa
aprobase ese documento? La gente dice que, si no lo aceptara, estaría en
un cisma, pero yo mantengo que no sería yo quien estaría en un cisma, porque el documento contiene elementos que se apartan de la Tradición
apostólica. Así que, en mi opinión, es el documento el que es cismático, no yo.
PERO ¿CÓMO PUEDE
PASAR ESO? ESTÁ DANDO A ENTENDER QUE, EN ESE CASO, EL PAPA ESTARÍA A LA CABEZA
DE UN CISMA.
Sí.
¿NO CONTRADICE ESO
PROFUNDAMENTE LA FORMA EN QUE LOS CATÓLICOS ENTIENDEN EL PAPADO?
Por supuesto, exactamente. Es
una contradicción completa. Y ruego que no suceda. Y, para ser sincero,
no sé cómo afrontar algo así. Hasta donde puedo ver, no hay ningún mecanismo en
la legislación universal de la Iglesia para afrontar una situación de ese tipo.
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