¿EN QUÉ PARTE DE LA
BIBLIA SE LE ASIGNA ESTOS CALIFICATIVOS?
Por: Redacción | Fuente: CatolicoDefiendeTuFe.org
El Credo o profesión de fe, es el acto en el que todo cristiano católico
reconoce a grandes rasgos su fe.
El Credo o símbolo Niceno-constantinopolitano, fue
formulado como hoy lo conocemos, por la Iglesia de Jesucristo en los concilios
de Nicea y Constantinopla en los años 325 y 381. Su origen data de los mismos
apóstoles y sus formas más primitivas pueden encontrarse mencionados en la
Biblia.
I Timoteo 6,12
Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has
sido llamado y de la que hiciste aquella solemne profesión delante de muchos
testigos.
I Corintios 15,3-4
Porque os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo
murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que
resucitó al tercer día, según las Escrituras...
De ahí surge el famoso Credo de los Apóstoles, que constituye el símbolo
de fe de la Iglesia de Roma, la más importante y antigua y que adquirió su
forma definitiva para toda la Iglesia universal en los concilios antes
mencionados. El Credo de los Apóstoles es más corto que el de
Nicea-Constantinopla y al tratar sobre la Iglesia sólo dice: "Creo en
la santa Iglesia Católica".
En cambio, el Credo de Nicea-Constantinopla, que es más largo y es el
que actualmente profesamos, amplía éste artículo de fe de la siguiente forma "Creo
en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica". ¿Existe base
bíblica para que los Apóstoles y la Iglesia hayan formulado así su fe en la
Iglesia de Jesucristo? ¿En qué parte de la Biblia dice que la Iglesia es una,
santa, católica y apostólica? Veamos.
LA IGLESIA ES UNA
Jesucristo funda una sola iglesia, su Iglesia.
Mateo 16,18
Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré
mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Juan 17,21
Para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Efesios 4,5-6
Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de
todos, que está sobre todos, por todos y en todos.
LA IGLESIA ES SANTA
La Iglesia somos todos los cristianos católicos y hemos sido
santificados por Cristo mediante el bautismo en su muerte por todos los pecados
del mundo.
I Pedro 1,16
Como dice la Escritura: Seréis santos, porque santo soy yo.
I Corintios 6,11
Y tales fuisteis algunos de vosotros. Pero habéis sido lavados, habéis
sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y
en el Espíritu de nuestro Dios.
Efesios 5,25-27
Efesios 5,25-27
Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó
a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño del
agua, en virtud de la palabra, y presentársela resplandeciente a sí mismo; sin
que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada.
LA IGLESIA ES CATÓLICA,
ES DECIR, UNIVERSAL
En tiempos del Antiguo Testamento, antes de Jesucristo, la iglesia o Kahal en hebreo, era sólo una Iglesia nacional, la de el Dios de Israel y todo el que no fuera Israelita estaba excluido del pueblo de Dios. La palabra Católica significa universal y significa, todas las gentes, todas las naciones, lo que abarca todo y a todos.
En tiempos del Antiguo Testamento, antes de Jesucristo, la iglesia o Kahal en hebreo, era sólo una Iglesia nacional, la de el Dios de Israel y todo el que no fuera Israelita estaba excluido del pueblo de Dios. La palabra Católica significa universal y significa, todas las gentes, todas las naciones, lo que abarca todo y a todos.
Esdras 5,1
Los profetas Ageo y Zacarías, hijo de Iddó, empezaron a profetizar a los
judíos de Judá y de Jerusalén, en nombre del Dios de Israel que velaba sobre
ellos.
Salmos 147,19-20
Él revela a Jacob su palabra, sus preceptos y sus juicios a Israel: no
hizo tal con ninguna nación, ni una sola sus juicios conoció.
Efesios 2,11-12
Así que, recordad cómo en otro tiempo vosotros, los gentiles según la
carne, llamados incircuncisos por la que se llama circuncisión - por una
operación practicada en la carne -, estabais a la sazón lejos de Cristo,
excluidos de la ciudadanía de Israel y extraños a las alianzas de la Promesa,
sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Pero el propósito de Dios desde el principio era que su Iglesia
estuviera formada por todas las naciones, o sea, la Iglesia de Dios sería una
Iglesia católica, universal. Así se lo anunció desde un principio a Abraham y
así lo anunciaron los profetas.
Génesis 22,18
Por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, en
pago de haber obedecido tú mi voz.
Isaías 2,2-3
Sucederá en días futuros que el monte de la Casa de Yahveh será asentado
en la cima de los montes y se alzará por encima de las colinas. Confluirán a él
todas las naciones, y acudirán pueblos numerosos. Dirán: «Venid, subamos al
monte de Yahveh, a la Casa del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus
caminos y nosotros sigamos sus senderos.» Pues de Sión saldrá la Ley, y de Jerusalén
la palabra de Yahveh.
Isaías 45:22-23
Volveos a mí y seréis salvados confines todos de la tierra, porque yo
soy Dios, no existe ningún otro.
Yo juro por mi nombre; de mi boca sale palabra verdadera y no será vana:
Que ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua jurará.
Ésta profecía tuvo su cumplimiento con Jesucristo, la Iglesia pasó a ser católica, universal
Génesis 49,10
No se irá de Judá el báculo, el bastón de mando de entre tus piernas.
hasta tanto que se le traiga el tributo y a quien rindan homenaje las naciones.
Mateo 28,19-20
Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones bautizándolas en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo
lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días
hasta el fin del mundo.
Hechos 13,47
Pues así nos lo ordenó el Señor: Te he puesto como la luz de las
naciones, para que lleves la salvación hasta los confines de la tierra.
LA IGLESIA ES
APOSTÓLICA
Jesucristo no dejó ninguna Biblia para enseñar a las naciones, Él
comisionó a sus Apóstoles y sucesores para eso. Los discípulos de Cristo serían
enseñados por los Apóstoles y sus sucesores, Él rogará por sus Apóstoles y por
los que creerán por medio de su palabra.
Juan 17,20-21
No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su
palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en
ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me
has enviado.
Hechos 1,2
Hasta el día en que, después de haber dado instrucciones por medio del
Espíritu Santo a los apóstoles que había elegido, fue llevado al cielo.
Hechos 2,42
Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la
fracción del pan y a las oraciones.
Apocalipsis 21,14
La muralla de la ciudad se asienta sobre doce piedras, que llevan los
nombres de los doce Apóstoles del Cordero.
La única Iglesia en el mundo que puede ser rastreada a través de la
historia por medio de infinidad de testimonios y documentos históricos hasta
los Apóstoles y el mismo Jesucristo es la Iglesia Católica Apostólica Romana.
Por eso la Iglesia es UNA, SANTA, CATÓLICA Y
APOSTÓLICA.
CREDO DE LOS
APÓSTOLES
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo
en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder
de Poncio Pilato fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó
de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios,
Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en
el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el
perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
CREDO DE NICEA –
CONSTANTINOPLA
(Credo Largo)
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo
único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de
Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma
naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros lo hombres, y
por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó
de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en
tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día,
según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y
de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá
fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y
del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que
habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y
apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero
la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
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