miércoles, 23 de octubre de 2019

EL SANTO GRIAL


La historia temprana del Grial está íntimamente ligada a la historia de José de Arimatea

Por: Arthur F. J. Remy | Fuente: Enciclopedia Católica
Nombre de un legendario recipiente sagrado, también identificado como el cáliz de la Eucaristía o la patena del Cordero Pascual, tema de un famoso ciclo de poemas caballerescos. En dichos poemas, el concepto de Grial varía considerablemente; con frecuencia su naturaleza apenas se menciona y, en el caso del poema Perceval de Chrétien de Troyes, se deja sin explicación alguna.

El significado de la frase también se ha explicado de diversas maneras. La más aceptada es la del cronista cisterciense Helinandus (m. aprox. en 1230). Este historiador hace referencia a la visión de un ermitaño (aprox. en 717) acerca del plato utilizado por Nuestro Señor en la Última Cena, sobre la cual el ermitaño escribiría posteriormente un libro en latín (ahora en francés) llamado "Gradale". Helinandus nos informa: "Gradalis o Gradale es un plato (scutella) ancho y un poco profundo en el que solían servirse costosos manjares a los ricos en forma gradual (gradatim), bocado tras bocado en diferentes hileras. En francés popular también se le llama ´greal´ porque a él le parece placentero (grata) y aceptable comer ahí". La palabra del latín medieval "gradale" proviene del francés antiguo "graal", "greal" o "greel" de donde proviene la palabra inglesa "grail" (español "grial"). Otros asumen que la palabra se deriva de "garalis" o "cratalis" (crater, tazón para mezclar). Seguramente significa plato; pues la derivación de "grata", mencionada en la última parte del pasaje citado, o de "agréer" (complacer), que se encuentra en las historias caballerescas francesas, es secundaria. La interpretación de "San greal" como "sang real" (sangre real) no se difundió hasta la última parte de la Edad Media y otros orígenes etimológicos propuestos pueden pasarse por alto por obsoletos.

Al examinar la tradición literaria, inmediatamente nos damos cuenta de que la leyenda del Grial está muy relacionada con las historias de Perceval y el Rey Arturo. Sin embargo, originalmente todas estas leyendas eran independientes. La historia de Perceval puede tener un origen mítico, o puede considerarse como el cuento acerca de un inocentón (fr. nicelot) que, al fin y al cabo, logra grandes cosas. En todas las versiones que tenemos, esta historia es parte de la leyenda del Rey Arturo, y en casi todas está relacionada con el Grial. Así que es posible lograr la reconstrucción de la leyenda original del Grial a partir de un análisis comparativo de todas las versiones existentes. Esa tarea ha dado pie a algunos de los problemas más complicados de toda la historia de la literatura.

La mayor parte de los cuentos franceses de aventuras caballerescas acerca del Grial aparecieron entre 1180 y 1240. Después del siglo XIII no se agregó ningún elemento nuevo a la leyenda. La mayoría de dichos cuentos está en francés, pero hay versiones en alemán, inglés, noruego, italiano y portugués. Su valor como fuentes es muy variable; algunas son meras traducciones o copias de las versiones francesas. Hoy todas esas historias pueden dividirse en dos categorías: aquellas cuyo tema principal se relaciona con la búsqueda del Grial, o con las aventuras y personalidad del héroe de dicha búsqueda; y las que relatan la historia del recipiente sagrado mismo. Al primer tipo se le conoce como la Búsqueda y al segundo como la Historia Temprana.

En la primera categoría podemos incluir "Conte del Graal" de Chrétien de Troyes y sus sucesores, vasta compilación de unos 60,000 versos compuestos entre 1180 y 1240, y el poema épico en alto alemán medio "Parzival" de Wolfram von Eschenbach, escrito entre 1205 y 1215, y basado, de acuerdo con las declaraciones de Wolfram, en el poema francés acerca de un tal Kyot (Guiot) de Provence. El paradero de dicho poema es una incógnita, e incluso se duda de su misma existencia. A los anteriores se pueden agregar los cuentos populares galeses o "Mabinogion", que conocemos sólo a partir de manuscritos del siglo XIII (aunque ciertamente el material es más antiguo), y el poema inglés "Sir Percyvelle" del siglo XV. Entre las versiones de la Historia Temprana, la más antigua es la trilogía métrica de Robert de Boron, compuesta entre 1170 y 1212, de la cual se conserva solamente la primera parte, "Joseph d´Arimathie", y un fragmento de la segunda, "Merlin". Sin embargo, se ha conservado una versión completa en prosa en el manuscrito llamado "Didot". La historia más detallada del Grial se encuentra en el "Grand St. Graal", una extensa historia caballeresca francesa en prosa que data de la primera mitad del siglo XIII, donde se nos cuenta que Cristo mismo entregó a un piadoso ermitaño el libro que relata la historia. Además de esas versiones, existen otros tres cuentos de caballería franceses en prosa, también del siglo XIII, los cuales a pesar de tratar principalmente el tema de la búsqueda, cuentan también la historia del recipiente sagrado. El más notable es "Queste del St. Graal", bien conocido por los lectores ingleses porque se insertó casi completo en "Mort d´Arthur" de Malory. Los otros son conocidos como "Didot Perceval" o "La petite queste" y el extenso y prolijo "Perceval le Gallois", también conocido como "Perlesvaus".

El poema de Chrétien, considerado por muchos como la historia más antigua acerca del recipiente sagrado, cuenta la visita de Perceval al castillo del Grial, donde ve entrar a una doncella cargando un Graal, acompañado de una lanza sangrante y un plato de plata. Es un recipiente precioso con joyas incrustadas, y tan resplandeciente que eclipsa las luces del salón. Todos los caballeros que se encuentran reunidos muestran reverencia. Obedeciendo el mandato de no indagar demasiado, Perceval no pregunta cuál es el significado de lo que ve, y de ese modo incurre en la culpa y la vergüenza. Sin duda Chrétien tenía la intención de relatar la segunda visita del héroe al castillo, durante la cual habría hecho la pregunta y recibido la información deseada. Sin embargo, el poeta murió antes de terminar la historia, sin dar una explicación del Graal, que en esta versión no tiene un sentido religioso demasiado marcado. En cambio, en las versiones de la Historia Temprana se reviste de una gran santidad. Según la explicación, es el plato donde Cristo comió el Cordero Pascual en compañía de sus discípulos, para pasar luego a las manos de José de Arimatea, quien lo utilizó para recolectar la Sangre Preciosa de Nuestro Salvador cuando su cuerpo fue desclavado de la Cruz. Se le identifica como el Cáliz de la Eucaristía. Presuntamente, la lanza es la utilizada por Longius para perforar el costado de Nuestro Señor, y el plato de plata es la patena que cubre al cáliz. En estas versiones, la búsqueda tiene un carácter de lo más sagrado, y la atmósfera caballeresca del poema de Chrétien cede ante un intenso ascetismo que insiste no sólo en la pureza del caballero, sino en su castidad. Además, en "Queste" y "Grand St. Graal" el héroe no es Perceval, sino el célibe caballero Galahad. Sin embargo, los demás caballeros de la Mesa Redonda también tienen participación en la búsqueda.

La historia temprana del Grial está íntimamente ligada a la historia de José de Arimatea. Cuando los judíos arrojan a éste a prisión, Cristo se aparece y le da el recipiente, gracias al cual logra sobrevivir milagrosamente durante cuarenta y dos años, hasta ser liberado por Vespasiano. Luego, el Grial es llevado al oeste, a Inglaterra, ya sea por José y Josefes, su hijo (Grand St. Graal), o por Alain, uno de sus parientes (Robert de Boron). Galahad (o Perceval) tiene éxito en la búsqueda, pero el Grial desaparece al morir su guardián. Según la versión del "Perlesvaus", Perceval desaparece –nadie sabe con qué rumbo– en un barco de velas blancas con una cruz roja. En la versión de Guiot de Wolfram nos encontramos con un concepto del Grial totalmente diferente al de las aventuras caballerescas francesas. Wolfram lo concibe como una piedra preciosa caída del cielo, lapsit exillis (es decir, lapis o lapsi ex caelis), la cual posee una especial pureza y poderes milagrosos que le son conferidos por el contacto con una Hostia consagrada traída del cielo por una paloma cada Viernes Santo. Los ángeles que permanecieron neutrales durante la rebelión de Lucifer fueron sus primeros guardianes; luego fue llevada a la tierra y confiada a Titurel, el primer rey del Grial. La piedra se custodia y nutre a sí misma en el espléndido castillo de Munsalvaesche (mons salvationis o silvaticus), mediante su milagroso poder de producción de alimentos.

La relación que guarda cada una de las versiones del Grial con las demás, especialmente la de Chrétien con las de Robert de Boron y "Queste", es un tema discutible. Tampoco se tiene certeza en cuanto a su relación cronológica. Sin embargo, en todas estas versiones la leyenda aparece en un estado de desarrollo avanzado, y sus fases anteriores no son autentificadas por obras literarias; por lo tanto, sólo se pueden hacer conjeturas. El origen de la leyenda está rodeado de oscuridad, y los eruditos no se ponen de acuerdo en este punto. Se han hecho afirmaciones de un origen oriental, celta o puramente Cristiano; pero las historias orientales paralelas, como la mesa del sol de los etíopes, la copa de Jamshid de los persas y el paraíso hindú o Cridavana, no son muy convincentes. Además, la declaración de Wolfram en el sentido de que la fuente del Guiot era un manuscrito árabe de Toledo, deja la puerta abierta a muchas dudas. No sucede lo mismo con la historia celta, ya que indudablemente hay elementos celtas en la leyenda como la conocemos. La historia de Perceval podría tener origen celta, y la leyenda artúrica ciertamente lo tiene. Además, ambas leyendas están íntimamente relacionadas con la historia de la búsqueda. Talismanes tales como lanzas mágicas y recipientes productores de alimentos desempeñan un papel importante en los mitos y cuentos populares celtas. Según esta teoría, el "Mabinogion", con su sencillo argumento de venganza mediante talismanes, y desprovisto de significado religioso, es la versión más cercana a la forma original de la leyenda. La historia de la búsqueda podría estar basada en un cuento precristiano acerca de un héroe que trata de vengar las heridas hechas a un pariente. El elemento religioso sería entonces de un origen secundario, y se habría incorporado a la leyenda cuando el antiguo cuento de venganza se fusionó con la leyenda de José de Arimatea, cuyo tema principal es la conversión de Inglaterra.

Quienes sostienen la teoría de un origen puramente cristiano consideran fundamental el elemento religioso de la historia, y relacionan las motivaciones principales de sus personajes con ideas y conceptos cristianos. Se deriva del evangelio apócrifo de Nicodemo, el cual estuvo muy en boga en el siglo XII, sobre todo en Inglaterra. En dicha historia, leemos como José, a quien los judíos habían hecho prisionero, es alimentado milagrosamente por Cristo mismo. Otros rasgos fueron extraídos de "Vindicta Salvatoris", el legendario relato de la destrucción de Jerusalén. Además, a José se le confundió con el historiador judío Josefo, cuya liberación por parte del emperador Tito es narrada por Suetonio. Las propiedades de producción de alimentos del recipiente pueden explicarse, sin recurrir a las historias paralelas celtas, mediante la relación del Grial con el Sacramento de la Eucaristía, el cual alimenta espiritualmente a los fieles. La leyenda puramente cristiana así surgida entró en contacto con la evangelización tradicional de Inglaterra; luego se desarrolló en suelo británico, en Gales, lo cual explica el sello celta que indudablemente porta. Con respecto a la conversión legendaria de Inglaterra, cabe mencionar que los relatos literarios acerca del hecho están relacionados con la famosa Abadía de Glastonbury, la cual está también íntimamente relacionada con la leyenda de Arturo. En el relato de William de Malmesbury, Glastonbury es identificado como el mítico Avalon. Por ello, los eruditos se inclinan a relacionar este santuario británico con el origen de los cuentos caballerescos sobre el Grial. Probablemente Walter Map, quien murió como arcediano de Oxford en 1210, y a quien se le atribuye la autoría de un ciclo sobre el Grial y Lancelot, obtuvo su información en dicha abadía. Por lo tanto, las primeras historias caballerescas sobre el Grial pudieron haber sido escritas en latín y convertirse en la base de la obra de Robert de Boron, un caballero inglés súbdito de Enrique II, y contemporáneo de Chrétien y de Map.

Más tarde, la leyenda del Grial ya totalmente desarrollada entró en contacto con otras leyendas; como la Lohengrin, el caballero cisne, en el poema de Wolfram, o la de Prestor John, el legendario monarca cristiano del este. En este punto también se agregó la historia de Klinschor, el mago. Después del renacimiento, la leyenda del Grial cayó en el olvido junto con la mayoría de las leyendas medievales, de donde fue rescatada al establecerse el romanticismo (principios del siglo XIX). Las versiones modernas más famosas son la de Tennyson, "Santo Grial" en los "Idilios del Rey" (1869), y el drama musical de Wagner, "Parsifal", producido originalmente en la ciudad alemana de Bayreuth en 1882.

Unas palabras sobre la actitud de la Iglesia hacia la leyenda. Parecería que por tener tantas referencias cristianas debería haberle caído en gracia a la comunidad eclesial; sin embargo, no fue así. Con excepción de Helinandus, los escritores eclesiásticos no mencionaron el Grial, y la iglesia ignoró la leyenda por completo. Después de todo, la historia contenía elementos que no podían ser aprobados por Iglesia. Por ejemplo, sus fuentes son libros apócrifos, no canónicos, y las pretensiones acerca de la santidad del Grial fueron refutadas por su misma extravagancia. Además, la leyenda reclamaba para la iglesia Británica un origen casi tan ilustre como el de la iglesia Romana, e independiente de ésta. Así que tenía el propósito de fomentar cualquier tendencia separatista que pudiera existir en Inglaterra. Como hemos visto, toda la tradición relacionada con el Grial es de origen tardío y en muchos puntos no concuerda con la verdad histórica.

ARTHUR F.J. REMY
Transcrito por Joseph P. Thomas
Traducido por Leonardo Molina Díaz

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