«Es más fácil desintegrar un átomo que un
pre-concepto» -Albert Einstein.
Esta es una pregunta que
muchas personas se han hecho alguna vez en la vida, comienzan a cuestionarse si
podría hacerlo de otra manera y surge lo que se llama “paradigma”.
Quizás para muchos es un término nuevo, más sin embargo vivimos con
muchos paradigmas.
Un paradigma es un modo de ver
la realidad, que nos sirve de marco o modelo de referencia. Stephen Covey en su
libro de Los 7 Hábitos dice que: “El modo en que
vemos las cosas (paradigmas) es la fuente del modo en que pensamos y del modo
en que actuamos. Todos pensamos que vemos las cosas como son, que somos
objetivos, pero no es así. Vemos el mundo no como es, sino como somos
nosotros”. Es decir que veo el mundo de acuerdo a como soy, o de acuerdo
a lo que yo piense de mí. ¿Qué pienso de mí?
¿Pienso que soy un ganador en la vida o un perdedor? De acuerdo a lo que
yo piense de esa manera voy a actuar.
Hace siglos se pensaba que la
Tierra era el centro del universo, que todo giraba alrededor de la tierra luego
se descubrió que era al contrario que giraba alrededor del sol. Un paradigma
que se rompió era que para ser salvo había que ser bueno, y Jesús quien es un
excelente maestro rompe el paradigma y le dice al ladrón que estaba a su
izquierda que hoy estaría en el paraíso. Para ser salvo solo hay que creer en
Jesús quien es el camino, la verdad y la vida!
¿CUÁLES SON LOS
PARADIGMAS QUE TIENES ACERCA DE TI?
Algunos
de lo más comunes son: “No puedo cambiar”, “No puedo lograrlo”, “Funciona para
otros pero para mí”, “Soy torpe”, “Soy un fracasado”…
Hoy es un buen día para romper
con los paradigmas que hay en tu vida. Tú puedes elegir cambiar hoy y comenzar
de nuevo a vivir.
Hay una reflexión que muchos
conocen y es la de los cinco monos, que ilustra muy bien esto acerca de los
paradigmas.
Un grupo de científicos colocó
cinco monos en una jaula en cuyo centro colocaron una escalera y, sobre ella,
un montón de bananas. Cuando un mono subía la escalera para agarrar las
bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban
en el suelo.
Después de algún tiempo,
cuando un mono iba a subir la escalera, los otros le golpeaban, hasta que llegó
un momento en que ningún mono subía la escalera a pesar de la tentación de las
bananas.
Entonces, los científicos
sustituyeron uno de los monos, y lo primero que hizo el nuevo individuo fue
subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le
propinaron una gran paliza. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del
grupo ya no subió más la escalera, aunque nunca supo el por qué de tales palizas.
Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo.
El primer sustituto participó
con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el
hecho, lo volvieron a golpear. El cuarto y finalmente el quinto de los
veteranos fueron sustituidos. Los científicos quedaron entonces con un grupo de
cinco monos que, aún cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban
golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas.
Si les preguntásemos a algunos
de ellos por qué le pegaban a quien intentaba subir la escalera, con seguridad
la respuesta sería: “No sé, aquí las cosas siempre
se han hecho así.”
Quizás te has dado cuenta que
si sigues haciendo las cosas de la misma manera vas a obtener los mismos
resultados. ¿Qué vas a hacer para obtener nuevos
resultados? ¿Qué vas a hacer hoy para cambiar tus paradigmas?
Hoy es tiempo de dejar de
hacer las cosas porque siempre se han hecho así. Es tiempo de soltar lo viejo de tu vida que
ha sido estorbo, como malos hábitos, malas costumbres, malos pensamientos
acerca de ti.
Es tiempo de vestirte de lo
nuevo aprender buenos hábitos, desarrollar conducta ejemplar en el matrimonio,
hogar, trabajo o negocio, es tiempo de vivir en libertad y no en esclavitud.
Alguien dijo que para Dios fue más fácil libertar a su pueblo de la esclavitud
de Egipto que de la esclavitud de sus mentes. ¿Cómo
son tus pensamientos?
Rompe con los
paradigmas que hay en tu vida, Dios no hizo de ti un mono, Él te hizo a su
imagen y semejanza. Él te hizo un ganador o ganadora!
En amor y
liderazgo,
Pedro Sifontes
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