jueves, 5 de septiembre de 2019

EL OBISPO DE HUESCA PONE ORDEN EN LA CELEBRACIÓN DE EXEQUIAS DE SU DIÓCESIS


Mediante un decreto
El obispo de Huesca (España), Mons. Julián Ruiz Martorell, ha publicado un decreto sobre la celebración de exequias por el que prohíbe los elogios a la persona fallecida, la música no apropiada, la lectura de cartas de despedida o de agradecimiento y que se añadan oraciones o lecturas al margen del ritual.
 (InfoCatólica) Texto del decreto de Mons. Ruiz:
Decreto 034/2019 (2 de septiembre) del obispo de Huesca, Julián Ruiz Martorell, por el que se regula en toda la Diócesis de Huesca la celebración litúrgica de las exequias:
Las exequias cristianas son una celebración litúrgica de la Iglesia. El ministerio de la Iglesia pretende expresar también aquí la comunión eficaz con el difunto, y hacer participar en esa comunión a la asamblea reunida para las exequias y anunciarle la vida eterna (CEC, N. 1684).
El Concilio Vaticano II pidió que las exequias cristianas manifestaran claramente el sentido pascual de la muerte del cristiano y que el rito respondiera a las circunstancias y tradiciones de cada país (Cf. SC, n. 81). Este deseo expresaba el fuerte interés de la Iglesia en que la liturgia resplandezca en su ser más genuino y profundo y en que los fieles puedan vivir con una participación activa, consciente y fructuosa (Cf. SC, n. 11).
En lo que se refiere a las exequias, estas palabras recogen también el testimonio que nos ofrece la historia de la liturgia, por el que sabemos que a lo largo de los siglos la forma de dar sepultura a los cristianos ha ido variando y acomodándose a los distintos tiempos y lugares, si bien la fe en la resurrección de los muertos ha permanecido invariable.
El ritual, publicado en su edición típica en el año 1969 y en su versión en español en el año 1971, vio la luz con la pretensión de mostrar al mundo de hoy que la fe cristiana confiere un profundo sentido a la muerte y que, lejos de una concepción desgarradora, vacía o nihilista, puede llegar a ser vivida como un anuncio gozoso y confiado de la vida eterna y de la esperanza en la resurrección propias de nuestra fe.
Teniendo en cuenta los cambios vividos por nuestra sociedad, desde la publicación de la edición típica del ritual de exequias y para mayor comprensión del rito de las mismas, dando un mayor sentido litúrgico que muestre el anuncio gozoso y confiado de la vida eterna y de la esperanza en la resurrección propias de nuestra fe,
DECRETAMOS:
Que a partir del 1 de octubre de 2019, en todas las parroquias, comunidades cristianas de la Diócesis de Huesca y en los funerales, se evite:
1.      Leer cartas de despedida o escritos de agradecimiento.
2.      Pronunciar discursos o alocuciones laudatorias o biográficas del difunto. Ni elogios, ni elegías.
3.      Añadir oraciones o lecturas que no estén contempladas en el ritual de exequias.
4.      Interpretar música o cantos que no sean los adecuados para las exequias.

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